lunes, 18 de mayo de 2020

Historia de España. Bloque 12. Segunda Parte. Los Gobiernos democráticos

Tras la aprobación de la Constitución, se convocaron nuevas elecciones generales para el 1 de marzo de 1979 que no supusieron cambios significativos en el sistema de partidos surgido en 1977. UCD volvió a ser la fuerza más votada (168 escaños) mientras que el PSOE (121 escaños) continuaba como líder de la oposición y fuerza dominante en la izquierda frente al PCE. En la derecha, Alianza Popular (que se presentó como Coalición Democrática) obtuvo 10 escaños.


Los principales problemas que debía afrontar el gobierno eran:
  • La construcción del estado de derecho a partir de la Constitución de 1978.
  • La descentralización política y administrativa del país mediante el desarrollo del régimen autonómico esbozado en la Constitución.
  • La consolidación de la democracia frente a sus principales oponentes: el "bunker" (nombre con el que era conocida la extrema derecha nostálgica del franquismo) y los grupos terroristas como ETA o el GRAPO
  • La recuperación económica del país, muy castigado por la crisis económica de 1978.
  • La inserción de España en la Comunidad Económica Europea.


La segunda legislatura de Adolfo Suárez


  • En abril de 1979, se celebraron las primeras elecciones municipales democráticas, favorables a la izquierda que pasó a gobernar las principales ciudades gracias al pacto entre el PSOE y el PCE. 
  • En mayo, se celebró el XXVIII Congreso del PSOE que tras el amago de dimisión de Felipe González condujo a la moderación del partido y a la renuncia al marxismo. En 1979, consenso fue sustituido por una estrategia de oposición dura hacia el gobierno por parte del PSOE que, en mayo de 1980, presentó una moción de censura en las Cortes.
  • La crisis de la UCD, dividida en varias familias, afectó al gobierno que sufrió de gran inestabilidad siendo Adolfo Suárez, además, cuestionado como líder del partido. El 29 de enero de 1981 Adolfo Suárez presentó su dimisión como presidente del gobierno y del partido.
  • El ambiente de tensión continuó durante la legislatura por culpa de la actividad de ETA (escindida en dos organizaciones: ETA militar y ETA Político-militar), de la extrema derecha (los Guerrilleros de Cristo Rey, por ejemplo) o del GRAPO. 
  • El "ruido de sables", nombre con el que se conoció durante la Transición a los movimientos de los sectores del Ejército contrarios al proceso democrático, cristalizó en un intento de golpe de estado.El 23 de febrero de 1981, mientras se estaba realizando en el Congreso de Diputados la votación de investidura de Calvo Sotelo como sucesor de Suárez en la presidencia del gobierno, un grupo de guardias civiles al mando del teniente coronel Antonio Tejero interrumpió la votación por la fuerza y retuvo a todos los diputados. Paralelamente, el capitán general Milans del Bosch se sublevaba en Valencia y sacaba los tanques a la calle para imponer un golpe de Estado militar. Por suerte, el golpe fue abortado y, en los días siguientes, multitudinarias manifestaciones en defensa de la democracia recorrieron las calles de las ciudades españolas.

Gobierno de Calvo Sotelo


Dos días después del golpe, Leopoldo Calvo Sotelo fue investido nuevo jefe de gobierno. Durante su cargo se llevaron a cabo:
  • La petición de ingreso de España en la OTAN
  • La aprobación de la Ley de Divorcio
  • La promulgación de la Ley Orgánica de Armonización del Proceso Autonómico (LOAPA), tras un pacto entre la UCD y el PSOE.
Calvo Sotelo no consiguió frenar la progresiva desintegración de la UCD. Suárez y sus partidarios la abandonaron crear su propio partido, el Centro Democrático y Social (CDS), por lo que Calvo Sotelo decidió disolver el Parlamento y convocar nuevas elecciones (octubre de 1982), que fueron ganadas por el PSOE, acontecimiento que supuso la consolidación definitiva del régimen democrático en España.


El Estado de las Autonomías


El Título VIII de la Constitución de 1978 posibilitaba la creación de Comunidades Autónomas, regidas por un Estatuto de Autonomía y con órganos legislativos, elegidos por sufragio universal (parlamentos autónomos), y órganos ejecutivos (gobiernos autónomos).
El proceso de construcción del Estado de las Autonomías tuvo dos etapas diferenciadas: la de las preautonomías, es decir, la concesión de una autonomía provisional a regiones cuyos representantes la solicitaran y la de la regulación definitiva del régimen autonómico por la Constitución.
La primera preautonomía se concedió a Cataluña, a donde regresó, en 1977, el antiguo dirigente republicano Josep Tarradellas, presidente de la Generalitat en el exilio. De este modo, en septiembre de 1977 se restableció la Generalitat bajo su presidencia. Posteriormente, en el País Vasco se formó un Consejo General Vasco y en Galicia se creó una Xunta de Galicia provisional.
Una vez aprobada la Constitución, se estableció un sistema, previsto en el artículo 151, al que podían acceder directamente las nacionalidades históricas (Cataluña, Galicia y País Vasco) y otras si la decisión era ratificada por un referéndum y otro más lento, previsto en el artículo 143.
La mayoría de las Comunidades Autónomas se regirían por el artículo 143, a excepción de las nacionalidades históricas, Navarra, que se regiría por un mecanismo especial partiendo de su peculiar sistema foral, y de Andalucía, que había creado una Junta preautonómica y decidió por referéndum la construcción de la autonomía por la vía más rápida del artículo 151.
Los primeros estatutos de autonomía promulgados fueron los de Cataluña y el País Vasco en 1979. Los estatutos de Galicia y Andalucía se aprobaron en 1981 y posteriormente, entre 1982 y 1983, los del resto de las Comunidades Autónomas. Por último, en 1995, se regularon regímenes autonómicos para las ciudades de Ceuta y Melilla.


La etapa de los gobiernos socialistas (1982-1996)


  • En las elecciones de octubre de 1982, el PSOE obtuvo la mayoría absoluta (202 diputados sobre un total de 350), siendo Felipe González elegido presidente del gobierno, manteniéndose en el poder durante cuatro legislaturas. Fue seguido por Alianza Popular, Convergencia i Unió, la UCD y el Partido Comunista de España. El principal partido de la oposición pasó a ser Alianza Popular.
  • El cambio socialista se concretó en un amplio programa de reformas cuya prioridad era la lucha contra la crisis económica, la modernización del país y el ingreso en la Comunidad Económica Europea.
  • La situación económica era muy difícil ya que se arrastraban aún las secuelas de la crisis del 73 por lo que el desempleo era muy elevado así como la inflación. Por contra, el crecimiento económico presentaba un indice muy bajo. El gobierno aplicó un duro programa de ajuste en el que se devaluó la peseta para así aumentar las exportaciones, se elevaron los tipos de interés y aumentó la presión fiscal. Además, se llevó a cabo un duro programa de reconversión industrial consistente en cerrar gran parte de las factorías navales y siderometalúrgicas de propiedad pública lo que supuso el primer enfrentamiento del gobierno socialista con sus teóricos aliados: los sindicatos.
  • Entre las reformas sociales destacan la despenalización de ciertos supuestos del aborto y la reforma educativa (Ley de Reforma Universitaria, LODE y LOGSE).
  • El Gobierno socialista reformó a las fuerzas armadas, relegando a los altos mandos franquistas y promocionando a los militares más jóvenes con el objetivo de supeditar el poder militar al poder civil. Pendiente quedó el cambio, sin embargo, en la policía.
  • La lucha contra ETA, que ocasionó más de cien muertos sólo en la primera legislatura socialista, avanzó gracias a la colaboración de Francia y la búsqueda del consenso entre todos los partidos políticos, incluyendo a los nacionalistas vascos. Así, se propició el Pacto de Ajuria Enea (1988) con todas las fuerzas democráticas vascas contrarias al terrorismo. El gobierno logró reducir la capacidad operativa de ETA militar mientras que ETA Político-militar dejó las armas en 1986. El punto negativo de la política antiterrorista del gobierno socialista fue la implicación, probada años después, del Ministrio de Interior en la creación de los GAL, grupó que protagonizó la guerra sucia contra el entorno ideológico de ETA, la izquierda abertzale (la coalición política Herri Batasuna, el sindicato LAB, etc.)
  • Por otro lado, el Estado de las Autonomías se consolidó, pero la distribución de poderes y competencias entre las Comunidades y el Estado central presentó algunas dificultades, que se resolvieron con la sustitución de la LOAPA por la Ley del Proceso Autonómico (LPA).
  • La plena integración de España en la Comunidad Económica Europea era uno de los objetivos prioritarios del programa socialista y para poder hacerla efectiva, el país tuvo que acometer un amplio proceso de adecuación a la normativa comunitaria. Finalmente el 12 de junio de 1985 se firmó el Tratado de Adhesión a la CEE con el consenso de todos los partidos, produciéndose la incorporación definitiva el 1 de enero de 1986.
  • En cuanto a la OTAN, el gobierno cambió su postura respecto a lo que había defendido la oposición: mantuvo su promesa de un referéndum sobre la cuestión, pero paso a defender la integración de España en la alianza militar. El referéndum se celebró en 1986 y la victoria del Si a la integración fue muy ajustada ya que la oposición de izquierdas, nucleada en torno a la Plataforma Anti-OTAN, logró que el NO encabezara las encuestas durante las semanas previas a la votación.
  • Las reformas económicas de los primeros gobiernos socialistas habían supuesto un deterioro de las relaciones entre los sindicatos y el gobierno, con una huelga general (14 de diciembre de 1988), convocada conjuntamente por CC.OO. y la UGT. Como respuesta, el gobierno respondió con una serie de medidas sociales y laborales: se universalizó la asistencia sanitaria gratuita, se fortaleció el sistema de protección contra el desempleo y se consolidó y garantizó el sistema público de pensiones.
  • Pero a principios de la década de 1990, las trayectorias del partido y del sindicato socialistas empezaron a divergir y dentro del partido surgieron disensiones entre los dos grandes líderes socialistas, Felipe González y Alfonso Guerra. 
  • La situación más grave se produjo a raíz de algunos casos de corrupción atribuidos a personas vinculadas con el gobierno, a lo que se sumó la aparición de informaciones en la prensa que revelaban el papel del gobierno en la llamada “guerra sucia” contra el terrorismo (GAL). 
  • Además, se inició hacia 1992 una recesión económica de carácter mundial que comportó un incremento de la inflación y del paro. El gobierno presentó un nuevo proyecto de reforma laboral en 1993 que ocasionó una huelga general que, aunque no tuvo el éxito de la convocatoria de 1986, generó una fuerte perdida de votos al PSOE por la izquierda, que benefició a Izquierda Unida. La combinación de casos de corrupción y el desgaste por la crisis económica explican la derrota electoral de los socialistas en 1996


El gobierno del Partido Popular (1996-2000)


Las elecciones de marzo de 1996 fueron ganadas por el Partido Popular, aunque con escasa diferencia con el PSOE, siendo José María Aznar elegido presidente del gobierno con el apoyo de las formaciones nacionalistas (CIU, PNV, Coalición Canaria).
La acción del gobierno del Partido Popular tuvo una orientación centrista para mantener el apoyo de sus socios nacionalistas, fijando como principal tarea la política económica. El ejecutivo procedió a una política social que asegurase el Estado del bienestar e inició el diálogo con sindicatos y empresarios. El mayor logro fue alcanzar las condiciones que exigía la UE para el ingreso de España en el primer grupo de países que habrían de implantar el euro como moneda única en 2002, para lo cual se llevó a cabo un proceso de privatización de empresas públicas que permitió recaudar lo suficiente para equilibrar el déficit de las cuentas del Estado.
Una de las cuestiones más complejas fue la relación del gobierno con el PNV y su actuación frente a ETA: tras una primera etapa de entendimiento entre el gobierno y el PNV, el secuestro y asesinato en 1997 del concejal del PP en Ermua, Miguel Ángel Blanco, cambió radicalmente la situación, con movilización de protesta masivas no sólo contra ETA sino contra el entorno político abertzale. Los partidos nacionalistas interpretaron que se estaba produciendo un frente de los partidos no nacionalistas y decidieron un cambio de alianzas, que condujo a la sustitución del pacto de Ajuria Enea por el Pacto de Lizarra, en 1998, que incorporaba a la izquierda abertzale y excluía todo acuerdo con los partidos no nacionalistas.
Finalmente, las elecciones legislativas del año 2000 adjudicaron al Partido Popular la mayoría absoluta en el Parlamento, lo que le permitiría desarrollar su programa sin cortapisas y modificar sensiblemente la legislación de la etapa socialista.


Conclusión


25 años después de la muerte de Franco, es difícil contabilizar y calibrar cuanto quedaba del franquismo y cuanto había sido definitivamente desterrado. Haciendo un somero recuento podemos decir que:
  • En el año 2000, España contaba con un régimen democrático plenamente asentado, algo que era una novedad en la historia política española.
  • Había logrado su inserción definitiva en las instituciones europeas gracias al ingreso en la CEE
  • Había experimentado un desarrollo del estado del bienestar, gracias al gasto público efectuado por los gobiernos socialistas y a los fondos recibidos desde las instituciones comunitarias europeas, que permitió a España, por primera vez en su historia, gozar de unos sistemas educativo y sanitario públicos, de acceso universal.
  • Los problemas vasco y catalán, enquistados desde la España de la Restauración, fueron resueltos mediante una autonomía amplía consagrada en estatutos consensuados con las fuerzas políticas. Para los nacionalistas, quedaba por resolver la definición de Cataluña o Euskadi como naciones, algo que no permite la Constitución del 78 así como las tensiones propias del reparto de competencias o de la financiación presupuestaria.
  • La economía española, en retroceso a finales de los 70 como todos los países europeos, experimentó un crecimiento durante los años 80 y 90, sólo interrumpido durante los primeros años de la década de los 90. El problema es que ha sido un crecimiento basado en la hipertrofia del sector servicios, del turismo especialmente, mientras que el país ha sufrido procesos de desindustrialización, especialmente severos en algunas regiones (Asturias, Cantabria, la bahía de Cádiz,,). La consecuencia es que el paro, uno de los grandes problemas del país, no sólo ha sido erradicado, sino que ha surgido una elevada precariedad laboral.
  • El terrorismo, una de las grandes lacras del país, fue paulatinamente desactivado, aunque habría que esperar al siglo XXI para presenciar el fin de ETA.
  • La modernización de la sociedad española es uno de los logros más evidentes del proceso de transición a la democracia. España pasó de ser un país dominado por el nacionalcatolicismo a ser una sociedad abierta en la que la libertad de expresión y el disfrute de los derechos individuales pasaron a ser la norma. 
  • El avance hacia la igualdad de género es otro de los fenomenos positivos de la época, lastrado por la permanencia de la brecha salarial y por el azote de la violencia de género, uno de los grandes problemas del país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario