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miércoles, 18 de marzo de 2020

3º de ESO. El turismo en España. Mapa

Principales destinos turísticos en España. Comentario del mapa


Fuente: Vicens Vives. Demos 3


Observa el Mapa de las Regiones Turísticas de España y contesta a las siguientes preguntas:
  • ¿Qué destinos turísticos de densidad alta hay en España? ¿y de densidad media?
  • ¿Qué tipo de Turismo es predominante en estos destinos?
  • ¿Cual es el destino turístico más importante del interior de España?
  • ¿Cuales son los destinos de montaña más importantes?
  • ¿Qué ciudades andaluzas son patrimonio de la Humanidad?
  • ¿Cuales son los principales monumentos históricos de Andalucía?
  • ¿Cuales son los principales destinos de turismo de naturaleza en Andalucía?
  • Con la ayuda del mapa y de internet, localiza los siguientes recursos del patrimonio histórico y comenta de qué tipo son (festivo, religioso, gastronómico, arquitéctonico, museo, etc.) : Cuevas de Altamira-Museo del Prado-Sanfermines-Sagrada Familia-Fallas-Camino de Santiago-Ruta de Enoturismo en Penedés- Ruta Románica del Valle del Boi-Museo Guggenheim. 


domingo, 15 de mayo de 2011

Comentario del Mapa de la Estructura Industrial en España

Comenta el siguiente mapa, siguiendo las preguntas abajo planteadas
























1. Identifica cuales son los principales focos industriales de España
2. Identifica los principales ejes de desarrollo industrial en España.
3. Identifica cuales son las áreas industriales en declive. 
4.  Explica cuales son los factores que condicionan esta distribución de los espacios industriales
1. Las regiones tradicionales industrializadas en España son Cataluña, Madrid, la Cornisa Cantábrica (Asturias, Cantabria y, especialmente, el País Vasco) y Valencia. De ellas siguen siendo Madrid y Barcelona, los centros neurálgicos.
2. Destacan las áreas periurbanas de Madrid y Barcelona y los ejes de desarrollo del Ebro, que comunica el País Vasco con Cataluña, y del Mediterráneo que se extiende desde Girona hasta Murcia. Además de estos, hay otros interiores, como el Corredor de Henares, que se extiende desde Madrid hacia el norte. En cuanto a los ejes regionales secundarios, son buenos ejemplos los de Ferrol-Vigo, Palencia-Valladolid, del Guadalquivir (Huelva, Sevilla, Cádiz), etc.
3. El declive ha afectado a Asturias, a Cantabria y al País Vasco, aunque Euskadi empieza a recuperar las tasas de crecimiento industrial que había perdido. Asimismo, esta situación ha influido en áreas del interior (Puertollano, en Ciudad Real; Ferrol, en A Coruña; la bahía de Cádiz, etc.).
4. Los factores que condicionan esta distribución de los espacios industriales son los siguientes:
a) La consolidación de Madrid y Barcelona como centros neurálgicos de la  industria Española se debe a:
·         Su condición de grandes áreas metropolitanas que cuentan con una amplía demanda, disposición de mano de obra, infraestructuras y comunicaciones, servicios financieros, etc.
·         La atracción de nuevas empresas y fábricas que se benefician de la proximidad a otras industrias conexas.
·         El éxito al sustituir los sectores en crisis por sectores de alta tecnología.
·         El apoyo del estado a la instalación de empresas en estas zonas, caso del apoyo a las empresas automovilísticas en los 60 o a las de tecnología avanzada hoy en día, mediante la construcción de parques tecnológicos.
·         En general, Madrid, Barcelona y Euskadi concentran actividades que, entre otros factores, necesiten grandes inversiones, grandes instalaciones, importantes vías de comunicación, etc. Ejemplos son la industria automovilística, la industria química de transformación (pinturas, fertilizantes, etc., ), la industria de fabricación de electrodomésticos, la industria de componentes tecnológicos, la Farmacéutica y de Cosméticos en Barcelona,etc.
b) El desarrollo de las áreas periurbanas de Madrid y Barcelona se debe a:
·         La proximidad y accesibilidad a los grandes centros urbanos, los mercados y los centros de distribución.
·         Las dotaciones de suelo industrial
·         La situación estratégica de las vías de comunicación
La conformación de los ejes de desarrollo se debe a:
·         La congestión industrial de las zonas tradicionales (encarecimiento del suelo en las áreas industriales, incremento de los costes de transporte y mano de obra, saturación de las infraestructuras, etc.)
·         La mejora generalizada de los sistemas de transporte y comunicaciones, llevadas a cabo tanto por el gobierno central como por las autonomías desde los años 80.
·         La situación geográfica: El eje del Ebro aprovecha los beneficios geográficos de su situación entre el País Vasco y Cataluña, y la accesibilidad a la Meseta desde el valle del Ebro.
·         Las altas densidades de población en el litoral proporcionan un importante mercado del que se beneficia el eje Mediterráneo, lo que explica la importancia de la industria textil del cuero y del calzado en Cataluña y Valencia. La industria textil catalana constituyó uno de los pilares de la industrialización, aunque ha experimentado cambios profundos, por la sustitución de las fibras orgánicas (lana,lino, algodón) por fibras de origen químico, y por la reestructuración de las empresas, que han aumentado de tamaño. La industria de la confección sigue formada por un alto número de pequeñas industrias que, al igual que la industria del calzado, se encuentra muy dispersa.
·         La inducción por el estado en los años 60 de la industrialización de zonas como  Zaragoza, Valladolid, Burgos y Huelva-Cádiz-Sevilla, que favoreció la implantación de la industria petroquímica y a la industria química de base, en grandes complejos industriales, por lo general asociados a las refinerías de petróleo (Huelva, Algeciras, Cartagena, etc.)
·         El aprovechamiento de los recursos endógenos para el desarrollo industrial de núcleos urbanos de tamaño pequeño o medio (por ejemplo, de los productos agrícolas de cada zona para poner en marcha industrias agroalimentarias). El sector agroalimentario destaca en el Valle del Ebro y Valencia y predominan las fabricas pequeñas y medianas que coinciden en su mayoría con las áreas de regadío, aunque también se han establecido grandes empresas multinacionales, en ramas como la de los derivados lácteos, la del aceite, la del azúcar, etc.
·         La mayor implantación de pequeñas y medianas empresas que propicia la implantación de sectores dominados por estas, como la siderurgia no integral ( que obtiene acero en hornos eléctricos a partir de la refundición de la chatarra) que se extiende en Navarra, Asturias y Cataluña, o la industria de transformados metálicos, que fabrica una gama de productos que abarca desde la ferretería hasta la maquinaria y que está muy dispersa, localizándose tanto en Cataluña y Madrid, como en el Valle del Ebro y Euskadi.
c) El declive de las áreas industriales se debe a:
·         La crisis de los 70 y 80 que se cebó particularmente en los sectores situados en la cornisa cantábrica (metalurgia, petroquímica, naval), y cuya caída ha tenido repercusiones muy negativas en las pequeñas y medianas empresas relacionadas con ellos.
·         La industria siderúrgica integral, que obtiene acero en los altos hornos a partir del  mineral de hierro, se consolidó en el País Vasco, para luego extenderse al Mediterráneo (Altos Hornos del Mediterráneo) y a Asturias (Ensidesa). Fue impulsada por el estado, a través del INI que construyó grandes acerías. Su sobredimensionamiento respecto a la demanda española, y su carácter estatal, hizo que la CEE obligara a su cierra, lo que provocó un importante  conflicto con los trabajadores.
·         La construcción naval es otro de los sectores más importantes de nuestra industria  tradicional. Por iniciativa del INI se construyeron grandes astilleros en enclaves significativos del litoral (Ferrol, Cádiz). Su estructura empresarial era la de grandes empresas públicas (Astano, Empresa Nacional Bazán) especializadas en la construcción de buques petroleros y graneros. La crisis del petróleo afectó a la industria de construcción naval; por un lado, se evidenciaron las deficiencias estructurales de nuestros astilleros, por otro, el encarecimiento del crudo obligó a transportarlo en barcos de tonelaje medio. A partir de 1990, descendió la construcción de barcos y el sector concluyó una dura reconversión industrial, que generó desempleo y cuyos efectos sociales trataron de paliarse con incentivos y concesión de zonas de urgente reindustrialización (bahía de Cádiz). La medida ha constituido un fracaso, como el cierre de los Astilleros de Cádiz y Huelva demuestra.


domingo, 10 de abril de 2011

Los desequilibrios territoriales en España


5. 1.Demográficos

Distribución de la Población: Cuatro comunidades (Andalucía, Cataluña, Madrid y la Comunidad Valenciana), que ocupan tan sólo el 15%  del territorio, concentran el 60% de la población española. Por el contrario, cuatro comunidades (Castilla y León, Castilla-La Mancha, Aragón y Extremadura), que comprenden el 52% del territorio, sólo albergan el 15% de la población.
Densidad: Dejando aparte a Ceuta y Melilla, Madrid es la comunidad más densamente poblada (781 hab./km2) y Castilla La Mancha la que presenta una menor densidad. La media española es de 91,2 que superan Madrid, Cataluña, Euskadi, Valencia, Baleares y Canarias, siendo inferiores las dos Castillas, Aragón, Extremadura, La Rioja y Navarra.
Crecimiento Natural: Las comunidades con crecimiento natural negativo se sitúan en la mitad norte del país. Galicia, Asturias, Castilla y León y Aragón presentan los mayores saldos negativos, superiores al -2‰ En estas regiones la tasa de natalidad es inferior a la media nacional y la de mortalidad, superior, debido al envejecimiento de la población.
Las comunidades con crecimiento natural positivo se concentran sobre todo en la mitad sur de España. Las regiones de Madrid, Barcelona, Canarias, Baleares, Andalucía y Murcia presentan saldos superiores al 2 ‰.
Estructura por Edad: El envejecimiento de la población es acusado en el Noroeste Peninsular (Galicia, Asturias, Cantabria, Castilla y León y Aragón). La situación inversa se da en Canarias, Andalucía y Murcia.
Factores y consecuencias:
-Condiciones naturales (Relieve, Clima y Vegetación)
-Las diferencias en superficie y extensión de las distintas CC.AA.
-La desaparición del Éxodo Rural y el fin de la emigración a las áreas urbanas interiores.
-Tasas de natalidad muy bajas en el Noroeste.
-El aumento del desplazamiento a las periferias de las grandes ciudades y el crecimiento de las provincias limítrofes a las grandes áreas metropolitanas (Guadalajara o Tarragona)
-La concentración de los procesos de Industrialización del Siglo XIX y de los años 50 y 60 del Siglo XX en Madrid, Cataluña y el Norte.
-La localización de las actividades Turísticas en las islas y el litoral.
-El aumento de los desplazamientos hacia litoral mediterráneo (especialmente hacia la Comunidad Valenciana y Murcia)
-La crisis de los sectores productivos tradicionales (Agricultura e Industria)
-La concentración de los inmigrantes en las áreas con auge del Sector Terciario

5.2 Económicos

Aportación al PIB: el 60% del PIB se genera en Cataluña, Madrid, Andalucía y la Comunidad Valenciana.
Renta per Cápita: Las rentas altas, superiores a la media española (en torno a 23.000 euros), se dan en Cataluña, Madrid, Navarra, Baleares, Euskadi y La Rioja. Las bajas en Ceuta, Melilla, Extremadura, Andalucía, Castilla La Mancha, Galicia y Murcia. De este modo, Cataluña y Madrid destacan, pero no aparece Andalucía: ello se debe a que el valor de la producción andaluza está muy relacionado con su extensión y con su peso demográfico. En 2005 el PIB por habitante de la región más rica, Madrid, es aproximadamente el doble de la más pobre, Extremadura.
Factores y consecuencias
-La industrialización del XIX se da en áreas reducidas (Madrid, Cataluña, Asturias y Euskadi); el segundo proceso de industrialización en los años 60 se amplía a áreas litorales como Vigo, Cádiz, Huelva, Valencia, etc.
-Auge del Turismo y de la Terciarización de la economía (Islas, Litoral Mediterráneo y zonas antes industrializadas como Madrid y Barcelona.
-Los contrastes de desarrollo entre unas comunidades y otras responden a la estructura productiva dominante en cada una de ellas. En líneas generales, las CC.AA. más desarrolladas son aquellas en que la actividad industrial sigue teniendo importancia, gracias a su diversificación, y el sector terciario está muy desarrollado, sobre todo los servicios prestados a la producción y el turismo. Por el contrario, las comunidades menos desarrolladas se corresponden con aquellas en las que existen estructuras productivas un tanto tradicionales, es decir, en las que el sector primario ocupa un lugar todavía relativamente destacado, la industria es escasamente competitiva, etc. De este modo, las comunidades menos desarrolladas son Galicia, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Extremadura, Andalucía y Murcia.

5.3 Sociales

Infraestructuras: Las redes de transportes y comunicaciones, presentan más carencias en la Periferia. Esto ha sido uno de los factores de generación de otros desequilibrios, ya que las comunidades con densas redes ferroviarias, de carreteras y autopistas, de telecomunicaciones etc., están en mejor posición para atraer nuevas inversiones productivas.
Equipamientos Sociales: La Sanidad o la Educación, entre otros servicios sociales básicos, cuentan con más recursos en Madrid, Cataluña, Aragón, Euskadi o Navarra. Si analizamos, por ejemplo, los recursos sanitarios, tenemos que en Cataluña existía la disponibilidad de una cama hospitalaria para menos de 200 habitantes, mientras en Extremadura la proporción era de una cama por más de 250 habitantes.
Población Activa: El 70% de la población activa pertenece al sector terciario en Madrid, Baleares o Canarias; Con mayor peso del sector primario, están Galicia, Extremadura, Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Murcia
Empleo: Las tasas de paro inferiores a la media se encuentran en Madrid, Cataluña, Comunidad Valenciana y el Eje del Ebro. Las tasas mayores en Andalucía, Extremadura, Ceuta, Melilla, Asturias y Cantabria. Los factores que explican estas elevadas tasas de paro son la crisis industrial de los años 80, la menor actividad económica y la elevada proporción de jóvenes.
Pobreza y Exclusión social: Se contabilizan como pobres todas aquellas familias y personas cuya renta se sitúa por debajo del 50% de la renta media neta disponible en España. La proporción de hogares pobres es menor en las regiones situadas en el norte de España, fundamentalmente en Navarra, País Vasco y La Rioja. Por el contrario, las tasas más altas se dan en las comunidades del sur (Extremadura, Andalucía, Ceuta y Melilla) y en Canarias; a nivel provincial destacan algunas fronterizas con Portugal, como Badajoz, Cáceres, Zamora y Orense. Los casos más graves de pobreza, sin embargo, se concentran en las áreas urbanas.


5.4 Conclusiones.

1º) La desigual distribución espacial de la población entre el interior y la periferia, con la excepción de Madrid.
2º) La división del país en dos zonas claramente diferenciadas: una zona interior poco desarrollada industrialmente y regresiva demográficamente (excepto Madrid y algunas capitales del interior), por un lado, y una zona periferia desarrollada (exceptuando las áreas interiores de Andalucía, Murcia y Galicia); también continúan existiendo las tradicionales diferencias entre las regiones de la mitad norte y las de la mitad sur del país.
3º) España es un país posindustrial en el que el desarrollo está marcado por la terciarización más que por la industrialización, lo que no ha corregido los desequilibrios pero lo ha variado. La consecuencia más destacada es el desplazamiento del eje económico desde el Norte Penínsular al Litoral Mediterráneo pasando por el Eje del Ebro.
4º) España se dividiría en varias áreas:
- Madrid y Cataluña son las regiones centrales, ya que son las comunidades más dinámicas económicamente; tienen una industria muy diversificada y con tecnología más avanzada y concentran las actividades de servicios más avanzadas: finanzas, servicios a las empresas, Administración, etc. En ellas se localizan los centros de decisión económicos del país.
-Asturias y Cantabria son regiones en declive por la crisis industrial. Euskadi, en cambio, aunque ha sufrido los embates de la crisis, cuenta con una sólida base financiera y la diversificación de su economía le ha reportado mantener parte de su status anterior.
-Baleares, Canarias y la Comunidad Valenciana son áreas con una elevada especialización en el sector servicios, fundamentalmente en el turismo.
-Navarra, La Rioja, Aragón, son regiones con una agroindustria desarrollada y buenos indicadores de bienestar social.
-Galicia, las dos Castillas y el Sur Peninsular son las regiones con un nivel de desarrollo más bajo. Dentro de las propias regiones existe gran diversidad, como en Andalucía (Andalucía litoral frente a interior) ,Galicia (eje costero frente a interior), Aragón (Zaragoza y el resto) o Castilla-León (Valladolid y Burgos frente a Zamora, por ejemplo)

5.5 Las políticas de desarrollo regional

1. Nivel europeo: las políticas regionales comunitarias.

El ingreso de España en la Unión Europea supuso su integración en la política regional comunitaria. Ésta pretende coordinar las políticas regionales de los estados miembros y reducir las diferencias entre las regiones europeas, apoyando a las más desfavorecidas mediante ayudas económicas.
Los instrumentos financieros para llevar a cabo esta política son los fondos estructurales, los fondos de cohesión y las iniciativas comunitarias.
Los fondos estructurales se destinan a tres objetivos: el desarrollo de las regiones más atrasadas, es decir, con renta per cápita inferior al 75 % de la media comunitaria (objetivo 1); la reconversión socioeconómica de las zonas agrarias, pesqueras, industriales o urbanas en crisis (objetivo 2), y el fomento de los recursos humanos (objetivo 3).
Los cuatro fondos de los que se sirve la UE para alcanzar estos objetivos son los siguientes:
El FEDER, (Fondo Europeo de Desarrollo Regional) está destinado a las regiones más pobres.
El FEOGA (Fondo Europeo de Orientación y Garantía Agrarias) que financia las ayudas agrarias, tanto para asegurar un bienestar mínimo a los agricultores –Garantía-, como para reformar las estructuras productivas agrarias –Orientación-.
El IFOP (Instrumento Financiero de Orientación Pesquera) financia al sector pesquero tanto en forma de subvención como para estimular las reformas de este sector.
El FSE (Fondo Social Europeo) se dedica al fomento de la formación profesional y del empleo.
Los fondos de cohesión, se crean al servicio de los países que tuvieron que hacer un ajuste muy duro para integrarse en el espacio del Euro, entre los cuales se encuentra España, que recibe la mitad de tales fondos. Sirven para financiar, a diferencia de los fondos estructurales (cuyo destino regional dentro de cada país está controlado siempre por la Comisión Europea), políticas económicas de diverso tipo, como los proyectos medioambientales y las redes de transporte transeuropeas, con gran libertad por parte de los gobiernos nacionales.
Las iniciativas comunitarias son programas especiales dependientes directamente de la Comisión Europea y encaminados a resolver problemas que conciernen a toda la Unión. Entre ellos están los siguientes:
INTERREG, pretende fomentar la cooperación transfronteriza entre países vecinos (en el caso de España con Portugal y Francia) y la cooperación transnacional entre las regiones europeas (las del Mediterráneo, las del Atlántico…)
LEADER, fomenta la reforma rural en el campo, con vistas a dotarle de actividades agrarias y no agrarias que contribuyan a su desarrollo, mediante la unión de diversos pueblos o comarcas
URBAN, pretende la regeneración económica y social de los barrios urbanos en crisis, financiando la aparición de nuevas actividades, la renovación de las infraestructuras…

2. El nivel autonómico y sus instrumentos: La Ordenación del Territorio.

La política de desarrollo regional, desde la implantación del Estado de las Autonomías en España, depende más de las propias Comunidades Autónomas, según marca la Constitución, que de la Administración Central del Estado.
De todos modos, el Estado también interviene mediante la Política de Incentivos Regionales y estableciendo los criterios sobre el Fondo de Compensación Interregional.
La Política de Incentivos Regionales se tuvo que modificar con motivo del ingreso de España en la U.E. para evitar ayudas que suponían el desarrollo de medidas proteccionistas frente al libre mercado y la competencia. Existían tres modalidades de incentivos:Las Zonas de Promoción Económica (ZPE), que comprendían las menos desarrolladas del país por su renta per cápita y su tasa de paro, las Zonas Industriales en Declive (ZID), destinadas a las regiones más afectadas por la crisis industrial y las Zonas Especiales (ZE), creadas por el gobierno para las circunstancias excepcionales.
El instrumento de desarrollo Regional es la Ordenación del Territorio que consiste en la planificación, por parte de los poderes públicos, de las líneas estratégicas que debe seguir un territorio para su desarrollo.
Para ello debe recoger los siguientes pasos:
-Diagnosticar el territorio y sus características ambientales, demográficas, etc.
-Establecer cuales son los problemas económicos, sociales, etc. más importantes
-Formular los objetivos que se pretenden conseguir.
-Establecer un uso racional y sostenible de los recursos naturales.
-Delimitar el uso de los suelos (como hace un Ayuntamiento con el PGOU en su municipio)
-Plantear cuales son las infraestructuras (transporte, comunicaciones, energía, etc.) y equipamientos (educativos, culturales, sanitarios, etc.) más necesarios.
-Proponer medidas de desarrollo de los sectores económicos, en especial de aquellos que se correspondan con los recursos y potencialidades de ese territorio.
Un ejemplo es el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía.

lunes, 4 de abril de 2011

Organización Territorial del Estado Español. Provincias y Municipios

3. La Provincia:

Surgen en 1833, por iniciativa del ministro Javier de Burgos, que copió el modelo francés de los Departamentos, situando a un Gobernador Civil al frente de ellas. Las provincias cuentan con un enorme arraigo en nuestro país, ya que han sido, hasta la creación del estado autonómico, el único eslabón intermedio entre los ayuntamientos y el gobierno central. Hoy en día, la Administración General del Estado se sigue organizando mediante divisiones provinciales. Así cada Ministerio con competencias en todo el territorio (Hacienda, por ejemplo) sigue manteniendo sus delegaciones provinciales.
Al mismo tiempo, las provincias son entidades con personalidad jurídica propia, gobernadas por las Diputaciones Provinciales, (Cabildos Insulares en las Islas), que gestionan las competencias que le son propias. Estas son escasas y se reducen a la coordinación de los servicios municipales de los diferentes Ayuntamientos, el fomento del desarrollo económico y social y de la planificación estratégica en el territorio provincial, la asistencia a los municipios de menor capacidad económica, la prestación de servicios públicos supramunicipales y el desarrollo de algunas infraestructuras de carácter provincial.
Los órganos de gobierno de las diputaciones están formados por diputados, que eligen al Presidente de la Diputación. Estos diputados, por su parte, son elegidos de entre los concejales de la provincia de cada uno de los partidos judiciales.

4. El Municipio:

Es la demarcación territorial básica del Estado. Su ámbito de actuación es el Municipio, que se extiende por un determinado territorio denominado término municipal, el cual puede abarcar uno o varios núcleos de población. La Constitución garantiza (Título 8, Capítulo 2º) la autonomía de los municipios. La Ley que la regula es la Ley de Bases de Régimen Local. (Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen Local.) que se ha ido actualizando con los años.
La administración local se caracteriza por tres principios generales:
·         Autonomía
·         Carácter democrático representativo
·         Suficiencia financiera
Su gobierno y administración quedan en manos de los Ayuntamientos, compuestos por el alcalde y los concejales. El Ayuntamiento es el órgano supremo del municipio, actúa en Pleno o en Junta de Gobierno Local (antes llamada Comisión de Gobierno). El Pleno está integrado por los concejales y lo preside el alcalde, que es, a su vez, elegido por el Pleno del Ayuntamiento. Los concejales son elegidos por los vecinos del municipio, incluidos extranjeros procedentes de la Unión Europea que residan en el municipio.
Los Ayuntamientos gestionan competencias establecidas por los artículos 25 y 26 de la Ley de Bases de Régimen Local.
Actualmente están asumiendo unas competencias cada vez más amplias. Sin embargosiguen padeciendo el gran inconveniente financiero, lo que ha llevado a su endeudamiento crónico y creciente, especialmente en los mayores municipios urbanos. Para su actividad cuentan con un presupuesto municipal cuyos ingresos proceden casi exclusivamente de los impuestos: participación en los de la Provincia, Comunidad o Administración Central, tributos de creación local del propio Ayuntamiento, tasas de basuras, aparcamiento,etc y los impuestos municipales clásicos como el IBI (Impuesto de Bienes Inmuebles o el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica.  La eliminación de alguno de estos impuestos como el IAE ( Impuesto de Actividades económicas) ha agravado el problema. Existe para remediarlo un Fondo del Gobierno Central, el Fondo Estatal de Inversión Local, destinado a infraestructuras.
Otros entes de la administración local son:
Entidades de ámbito inferior al municipio, como los caseríos, aldeas, pedanías, etc.
Mancomunidades: agrupación voluntaria de municipios para la gestión en común de determinados servicios de competencia municipal. Las Mancomunidades tienen personalidad y capacidad jurídicas para el cumplimiento de sus fines específicos y se rigen por sus Estatutos propios. Pueden ser de Servicios o de Desarrollo.
Comarcas: agrupación de municipios en torno a las tradicionales cabeceras de comarca, creadas como unidades territoriales intermedias entre los ayuntamientos y las provincias. Un ejemplo de organización territorial en comarcas es el de Cataluña (Veguerías)
Áreas Metropolitanas: agrupación de municipios creada en áreas de alta concentración urbana, para la gestión de uno o más servicios en común, como el transporte público.

lunes, 28 de marzo de 2011

Organización territorial del estado español. Introducción y Autonomías



1. Introducción.

A la hora de emprender el estudio de la organización del territorio en España, es importante no confundir este fenómeno con el debate sobre las distintas identidades nacionales que pululan por estos lares, y acerca de si España es una nación o una suma de ellas. Es preciso no confundir la descentralización administrativa con el debate nacional; están relacionados, pero no son lo mismo. España intenta conformarse como estado-nación en el Siglo XIX, lo que ocurre es que lo hace con escaso éxito: a la par, surgen los nacionalismos catalán, vasco o gallego, con mayor o menor éxito, fabricándose, por ejemplo, Cataluña una identidad nacional más cohesionada que la del resto del estado. Lo que si se hace es una primera división en provincias del territorio español, en 1833 por Javier de Burgos, que ha llegado, con el añadido de la división de Canarias en 1927, hasta nuestros días. Sin embargo, ésta no trataba de descentralizar la administración, sino de lograr a través de los gobernadores civiles, que el poder de los gobiernos llegarán hasta el último rincón del país. Se sienta así un modelo centralista, copiado de Francia, en el que los antiguos poderes feudales desaparecen, los municipios tendrán poco peso y las regiones y “nacionalidades” en formación, ninguno.
Ya en los años 30 del siglo XX, la II República, a través de su Constitución, dejó abierta la posibilidad de crear autonomías. España seguiría siendo un “Estado integral”, aunque compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La derrota republicana en la Guerra Civil trajo consigo, entre otras muchas cosas, la abolición de las autonomías de Cataluña y Euskadi y el fin de los proyectos de autonomía para Galicia y Andalucía.
Actualmente, se dice que España es la España de las Autonomías, organizándose el territorio español en 17  comunidades autónomas y dos ciudades autónomas (Ceuta y Melilla), 50 provincias y 8.116 municipios. Cada provincia se divide en varios Partidos Judiciales a los que pueden pertenecer varios municipios
Las diecisiete autonomías, y sus provincias, son:
Andalucía: Almería, Cádiz, Córdoba, Granada, Huelva, Jaén, Málaga, Sevilla
Aragón: Huesca, Teruel, Zaragoza
Asturias: Oviedo
Baleares: Palma de Mallorca
Canarias: Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria
Cantabria: Santander
Castilla-La Mancha: Albacete, Ciudad Real, Cuenca, Guadalajara, Toledo
Castilla y León: Ávila, Burgos, León, Salamanca, Segovia, Soria, Valladolid, Zamora
Cataluña: Barcelona, Gerona, Lérida, Tarragona
Comunidad Valenciana: Alicante, Castellón de la Plana, Valencia
Extremadura: Badajoz, Cáceres
Galicia: La Coruña, Lugo, Orense, Pontevedra
Madrid
Murcia
Navarra: Pamplona
País Vasco: Bilbao, San Sebastián, Vitoria
La Rioja: Logroño
La organización territorial de España está basada en el artículo 2 de la Constitución de 1978, que declara la unidad indisoluble de la nación española, pero permite el derecho de autonomía de las nacionalidades y regiones que la integran. Este punto se desarrolla en el Título VIII de la Constitución cuyo artículo 137 dice: “El Estado se organiza territorialmente en municipios, en provincias y en las Comunidades Autónomas que se constituyan. Todas estas entidades gozan de autonomía para la gestión de sus respectivos intereses.” Se dispone, así, un nuevo tipo de organización que descentraliza el estado, pero no ha conseguido erradicar las diferencias regionales como veremos más adelante.

2. Las Autonomías:

Jurídicamente, las CCAA son entes públicos territoriales con facultades de autogobierno y autonomía legislativa. Cada comunidad tiene su propia capital y una estructura política basada en una Asamblea Legislativa Unicameral elegida mediante sufragio universal.
Los principios del modelo autonómico, aún vigente, son:
-Indivisibilidad de la nación española y afirmación de su soberanía: En este punto, la Constitución es muy clara. Además, la unidad de mercado no se pone en cuestión nunca, así como la igualdad en derechos y obligaciones de todos los españoles en cualquier parte del territorio nacional.
-Autonomía política: Las Comunidades autónomas tienen potestades legislativas y plena capacidad de decisión dentro de sus competencias y territorio.
-Autonomía financiera: los entes territoriales dispondrán de los medios suficientes para el desempeño de las funciones que la ley les atribuye y se nutren de tributos propios y de su participación en tributos del Estado y de las Comunidades Autónomas.
La Constitución establece dos tipos de autonomías:
Autonomías reguladas por el artículo 143 de la Constitución.
Autonomías reguladas por el artículo 151 (Galicia, Euskadi, Cataluña y Andalucía) Cuentan con todas las competencias que no se reservan al Estado.
Las competencias de las CCAA no están delimitadas directamente en la Constitución. Lo que ésta hace es enumerar, en el artículo 149.1, las competencias propias del estado y encomendar a sus respectivos Estatutos que competencias acoge cada Autonomía. Esto derivó en una franca diferencia entre los dos tipos de autonomías arriba mencionados. Las segundas desarrollaron un abanico de competencias más amplío que las primeras.
En general, el estado se reserva los asuntos de defensa, relaciones exteriores, gestión de la seguridad social, justicia, emigración, puertos, ferrocarriles, etc. mientras que quedan en manos de las CCAA la ordenación del territorio, el urbanismo, educación, sanidad, etc. Hay otras que están compartidas, como las comunicaciones (carreteras) o las obras públicas. Así, por ejemplo, las autopistas quedan bajo la gestión del Ministerio de Fomento, mientras que otras carreteras de segundo orden quedan bajo la responsabilidad de las autonomías o las Diputaciones Provinciales.
La financiación de las CCAA debe responder tanto a las necesidades presupuestarias derivadas de sus competencias como de la lógica igualdad de todos los ciudadanos a la hora de acceder a los servicios básicos. Para ello se creó el Fondo de Suficiencia Global, cuya misión es garantizar la financiación de todas las competencias que han sido transferidas a las CCAA y el Fondo de Garantía de Servicios Fundamentales, que se nutre de los Presupuestos Generales del Estado y que tiene como objetivo compensar las desigualdades entre las autonomías.
Existen dos tipos de régimen de financiación: el Común y el Foral.
El Régimen Común, establecido por la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades Autónomas (LOFCA), afecta a la mayor parte de las autonomías y se basa en las aportaciones de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) a las CCAA y en la corresponsabilidad fiscal (principio que se implantó en 1997 y ha sido reformado desde entonces; la última vez fue en 2009) por la cual las CCAA obtienen un porcentaje de impuestos como el IRPF, el IVA (50% en ambos casos) o  los Impuestos Especiales (58%)
El Régimen Foral es exclusivo de Navarra y el País Vasco y consiste en la autonomía de ambos territorios para cobrar y gestionar los impuestos (exceptuando los tributos a la importación y exportación y poco más) a cambio de devolver una cantidad de lo cobrado al Estado español, en concepto de pago por los servicios prestados por el gobierno central en dichos territorios. Esta cantidad se negocia cada cierto tiempo y se denomina Cupo, en el caso vasco y Aportación en el navarro.
La coordinación entre las distintas Administraciones Públicas se dispone a través de la Secretaría de Estado para las Administraciones Territoriales dependiente del Ministerio para las Administraciones Públicas. También existe la figura del Delegado del Gobierno, que dirige la Administración del Estado en cada comunidad autónoma, y la coordina con la administración propia de cada comunidad. Finalmente, en los últimos años, se ha intentado convertir al Senado en una cámara territorial que discuta temas que afectan a las CCAA,  a semejanza del Bundesrat alemán.
La gestión de las  CCAA es controlada por:
·         el Tribunal Constitucional, en lo que se refiere a la constitucionalidad de las leyes.
·         el Gobierno en relación con las competencias transferidas o delegadas.
·         la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, en lo relativo a la administración autónoma y sus normas reglamentarias.
·         el Tribunal de Cuentas, para los asuntos económicos y presupuestarios.
Las instituciones fundamentales de las CCAA son:
·         Asamblea Legislativa o Parlamento Autonómico, elegido por sufragio universal. Tiene una organización similar a las Cortes, con un Presidente elegido por la Asamblea en Pleno. Elige al Presidente de la Comunidad Autónoma y a los senadores que la representan y controla al Presidente y al Consejo de Gobierno.
·         Consejo de Gobierno, elegido según señala cada Estatuto de Autonomía y que posee las funciones ejecutivas y administrativas y responde políticamente ante la Asamblea.
Está dirigido por el/la
Presidente/a , que dirige la acción del Gobierno en el ámbito de su Comunidad y es la representación suprema de la Comunidad Autónoma. En Andalucía, se denomina Junta de Andalucía.
·         Tribunal de Justicia. El Tribunal Superior de Justicia no es un órgano propio de las CCAA, sino un órgano del poder judicial radicado en el territorio de la Comunidad Autónoma respectiva.
·         Defensor del Pueblo

lunes, 7 de febrero de 2011

Actividades sobre Migraciones

1ª) Analiza el mapa de migraciones interiores en 1971-80 y responde a las siguientes cuestiones: 
a) En la década de los 70 ¿qué Comunidades Autónomas tienen valores emigratorios superiores a 101.000 personas?, ¿cuáles tienen valores inmigratorios superiores a 101.000 personas?
b) ¿Cualos son las causas principales por las que se producen los resultados que muestra el mapa de 1971-80?
c)¿Cambia sustancialmente la situación desde la década representada hasta la actualidad?. Explica los motivos si es así.

2ª) Analiza el mapa que representa el porcentaje de extranjeros con respecto al total de población de cada provincia española, respondiendo a las siguientes preguntas:
a) ¿Qué provincias tienen más de un 8% de extranjeros en el año 2005?
b)¿Cuáles son las causas de esta diversidad en la distribución provincial de la inmigración en España?
c) Cuales son las consecuencias demográficas y sociales de la inmigración en España?
Mapa 1

Mapa 2




lunes, 31 de enero de 2011

La Población española 2. Dinámica, Estructura y Perspectivas



4. Dinámica demográfica. Natalidad, Mortalidad. Migraciones.

4.1 Natalidad y  fecundidad

Natalidad define un fenómeno demográfico que comprende a los nacimientos habidos en el seno de la totalidad de una población; Fecundidad es un fenómeno relacionado con los nacidos vivos considerados sólo desde el punto de vista de las mujeres en edad de procrear.
Evolución de la natalidad y de la fecundidad Hasta fechas recientes, España ha sido uno de los países con mayor alta natalidad de los países europeos. Sin embargo, en un período de tiempo muy corto, la natalidad y la fecundidad españolas se han situado entre las más bajas del mundo, con valores muy bajos a pesar de la recuperación propiciada por la aportación de los inmigrantes.
Hoy en día nacen casi medio millón de niños al año en España. Aunque el descenso de la natalidad comenzó en el siglo XIX, todavía a principios del siglo XX era alta (33,9%0), siguiendo  con retraso el movimiento a la baja emprendido en la mayor parte de Europa; se mantuvo con valores relativamente altos durante la primera mitad del siglo; los descensos coyunturales más fuertes se producen a causa de la Guerra Civil (16,6%0 en 1939). En 1940 se inicia la recuperación de la natalidad, aunque con lentitud ya que la penosa situación económica de la posguerra impide la recuperación propia de cada posguerra y sólo la ruptura de la autarquía abre un periodo de aumento de la natalidad, la nupcialidad y la fecundidad, periodo que conocemos como “Baby Boom”. Este fenómeno arranca en España con unos 10 años de retraso respecto al resto del mundo occidental pero tiene los mismos efectos sobre la estructura de la población. A partir de ese momento se produce el descenso de la natalidad, más drástico a finales de la década de 1990 (9,2%0 en 1997). En la actualidad, la tasa de natalidad se ha recuperado levemente (10,73%0 en 2009)
El numero de hijos por mujer era en 1975 de 3, cayendo en 1995 hasta su mínimo histórico, 1,15. En el año 2009, fue de 1,4, siendo superior a la media la fecundidad de las mujeres inmigrantes. Hay que recordar que el umbral crítico de 2,1 hijos por mujer, el llamado índice de reposición, se franqueó en 1981 y desde entonces, no se han vuelto a recuperar valores altos en España.
Causas del descenso de la natalidad: Son múltiples y complejas ya que abarcan  desde cuestiones económicas a razones de tipo sociológico o estrictamente demográficas.  En cualquier caso, hay que tener en cuenta que es un fenómeno inseparable tanto del desarrollo económico que vive España desde los años 60 como de los procesos de democratización, modernización y secularización de la sociedad. Los factores más importantes son:
  • El cambio de mentalidades y el descenso de la influencia de la iglesia católica.
  • La emancipación de la mujer y su incorporación al mercado laboral.
  • El descenso de la nupcialidad
  • La difusión de la libertad sexual.
  • La extensión del uso de anticonceptivos.
  • El aumento del coste de la educación y crianza de los hijos.
  • La incorporación tardía al mercado de trabajo de las generaciones más jóvenes.
La distribución espacial La natalidad y la fecundidad se han reducido en todas las comunidades autónomas, aunque sigue habiendo diferencias regionales. Las regiones meridionales e insulares son las que poseen las mayores tasas e índices, seguidas por las regiones económicamente  más desarrolladas como Cataluña. Las comunidades del centro y del norte peninsular presentan las tasas más bajas.
En 2001, las comunidades con tasas de natalidad superiores al 10% eran Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Comunidad Valenciana, Madrid, Murcia y Navarra; en cambio, los valores más bajos, por debajo del 8%, los tenían Asturias, Castilla-León y Galicia. En cuanto al índice sintético de fecundidad, sólo la Región de Murcia rebasaba ligeramente la cifra de 1,5 hijos por mujer en 2001. En el año 2009, la comunidad de Asturias tenía la tasa de natalidad más baja del país (sólo 7,86%0) mientras que Murcia contaba con la más alta (12,78%0), sin contar, eso sí, con Ceuta y Melilla, para los que no están disponibles los datos del año 2009.

4.2 La mortalidad

Evolución de la mortalidad Hasta finales del siglo XIX la población española se caracterizaba por las altas tasas de mortalidad y la baja esperanza de vida. En la actualidad, la tasa bruta de mortalidad se encuentra en torno al 8,35 %0 en 2009, un nivel a partir del cual resulta ya muy difícil seguir bajando.
La mortalidad infantil ha seguido una trayectoria muy similar. A principios del siglo XX,  el valor de la tasa estaba en el 181; pasó de un 64,2‰ en 1950 a un 29,5‰ en 1965, gracias a la creación de la Seguridad Social. En el 2006 se encuentra en el 3,8%0, un nivel similar al de los países con tasas de mortalidad más bajas.
La esperanza de vida al nacer evolucionó también a valores muy positivos a lo largo del siglo XX a causa del descenso de la mortalidad. A principios de ese siglo se encontraba en torno a los 35 años y en la actualidad es de unos 78 años para los hombres  y 84 años para las mujeres.
Los factores explicativos del descenso de la mortalidad son la combinación de los avances médicos (y el acceso de toda la población a ellos) con la mejora de los recursos socioeconómicos y del nivel de vida en general, lo que redunda en la mejora de alimentación y en los hábitos de salud.
En cuanto a las causas, en la actualidad, se resumen las famosas «tres ces» (corazón, cáncer y carretera), siendo, por tanto, enfermedades características de modos de vida propios de las sociedades desarrolladas (sedentarismo, tabaquismo..) y se centran en los estratos de población de edades más avanzadas y más entre los hombres que entre las mujeres. Pese a esto, habría que señalar la existencia de  sobremortalidad entre los jóvenes de 20 a 30 años por culpa de los accidentes de tráfico.
El reparto de la mortalidad era muy desigual en los años 90 todavía; se daban las tasas más altas en lugares más deprimidos como Andalucía o Extremadura y las más bajas en Cataluña o Euskadi. Actualmente, sin embargo, las tasas más altas se producen en Galicia, Castilla y León y, sobre todo, Asturias (12,1%0), ya que presentan una población más envejecida. De la misma forma, también es mayor en las zonas rurales, por la misma razón.

4.3 El crecimiento natural

El crecimiento natural ha tenido una tendencia positiva desde finales del siglo XIX, debido al continuo descenso de la mortalidad y a la más lenta reducción de la natalidad. No obstante, se pueden establecer diferentes etapas:
1.       1850-1900: Se produce una evolución irregular debido, sobre todo, a la mortalidad epidémica.
2.      1900-1950: Las tasas de crecimiento se mantienen más altas como consecuencia del descenso de la mortalidad y del mantenimiento de unas tasas de natalidad altas. Las excepciones se producen con la epidemia de gripe de 1918 y la Guerra Civil (1936-39).
3.      1950-1970: Es el periodo de mayor crecimiento natural, fruto de una mortalidad que ha llegado a sus valores más bajos y de una natalidad que se mantiene bastante elevada, superior al 20 por mil. Es la época del “Baby Boom”
4.      A partir de la década de 1970: El crecimiento natural inició su descenso en esta época, a raíz de la caída de la fecundidad y de un incremento de las tasas de mortalidad; esta caída ha tenido lugar de manera muy brusca. En consecuencia, se ha producido una fuerte reducción de la tasa de crecimiento natural en un corto periodo de tiempo, pasando del 1,1% en 1977 al 0,2% en 1999. En  los últimos años se ha iniciado una tímida recuperación (2,53‰ en 2006).
Para poder explicar la evolución de la natalidad y la mortalidad se ha formulado la llamada teoría de la transición demográfica. Esta teoría describe el paso del antiguo sistema demográfico, caracterizado por las elevadas tasas de natalidad y mortalidad, que originaban un lento crecimiento, a un sistema demográfico moderno de nuevo equilibrio, con un lento crecimiento, pero ahora debido a unas tasas de natalidad y mortalidad reducidas. Entre ambos periodos tendría lugar una fase de transición de elevada crecimiento, consecuencia de un descenso de la mortalidad anterior al de la natalidad.
La transición demográfica española presenta una cierta singularidad con respecto al resto de los países europeos, que se concreta en la aparición mucho más tardía de la reducción de las tasas de mortalidad y natalidad; por ello, la época de máximo crecimiento de la población española se retrasó casi un siglo con respecto a algunos países europeos. En España, puede darse por finalizada la Transición demográfica hacia 1976, cuando comienza a caer la tasa de Natalidad.

4.4 Dinámica migratoria

En la historia de España, los movimientos migratorios se pueden analizar en tres grandes apartados:
Las migraciones exteriores
a)     La emigración al norte de África fue importante durante el siglo XIX. El principal país destinatario fue Argelia dónde existió una colonia española de 160.000 personas que trabajaron en la agricultura, fundamentalmente.
b)     La emigración a America fue importante durante la primera mitad del siglo XX. Los países de destino fueron Argentina, Cuba, Brasil, México y Uruguay y, más tarde, Estados Unidos y Canadá. Se calcula que  unos 3 millones de españoles cruzaron el Atlantico entre 1840 y 1950.
c)      El exilio republicano tras la Guerra Civil se estima en unas 800.000 personas, que huyeron hacia países como Francia, la U.R.S.S. o México.
d)     La emigración a Europa fue muy importante entre los años 1960 y 1970.
Durante la primera mitad del siglo XX, la emigración española a Europa tuvo como país casi exclusivo a Francia. La finalización de la Segunda Guerra Mundial y el período de reconstrucción que se inicia en los países contendientes, marcará una nueva fase en la emigración de españoles a Europa. La necesidad de mano de obra en países como Francia, Alemania o Suiza, junto con el excedente demográfico y las deficientes condiciones económicas y sociales reinantes en España, fueron los factores que impulsaron las nuevas oleadas de emigrantes hacia Europa.La década de los años 1960-1969 conoce el mayor número de salidas, llegándose a superar en algunos años la cifra de 100.000 emigrantes. Desde 1974, la salida de emigrantes se hace mucho más débil lo que motivará que el balance migratorio a partir de entonces sea negativo o escasamente positivo. En esta emigración a Europa, las comunidades que más efectivos aportaron fueron Andalucía y Galicia.
Consecuencias de las migraciones exteriores Entre los efectos positivos de las migraciones se cuentan:
  • La reducción de la presión en el mercado laboral: gracias a la emigración se alivió el volumen de la población en paro.
  • El alivio de la presión demográfica que empezaba a sufrir el país: se estima que salieron unos dos millones de personas.
  • La entrada de divisas.
Entre las repercusiones negativas destacan:
  • Los costes demográficos que supuso la pérdida de población joven en las regiones migratorias, que provocaría el envejecimiento de la población y la caída de la fecundidad.
  • Los costes sociales: difícil adaptación en el país de destino debido al bajo nivel cultural del emigrante, empleo en trabajos duros y mal remunerados, etc.
  • El despoblamiento de las áreas de origen, con el consecuente abandono de las tierras y de las infraestructuras, la disminución de las poblaciones, etc.
Las migraciones interiores El proceso de industrialización y urbanización será el causante de las migraciones interiores, que se desarrolla en España con toda su intensidad entre los años 1960 y 1970.
Existen varios tipos de migraciones interiores:
  • Estacionales o temporales de duración limitada y carácter cíclico. Entre ellas la trashumancia, las realizadas por agricultores para la vendimia…
  • Definitivas o de larga duración entre las que encontramos el éxodo rural, migraciones interurbanas (entre pequeñas y medianas ciudades) o suburbanas, (traslado desde ciudades a zonas rurales cercanas: desde Sevilla al Aljarafe, por ejemplo), etc.
  • Movimientos habituales  periódicos y habituales dee uno o varios días de duración. Las ligadas al trabajo se llaman movimientos pendulares .
Evolución histórica. Las migraciones interiores presentan dos etapas: la primera transcurre desde el siglo XIX hasta 1950; la segunda, desde esa fecha hasta el presente.
a)     Desde el siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX, la cuantía de estos desplazamientos no fue grande; no obstante, la industrialización de Barcelona y el País Vasco y las obras públicas iniciadas en otras grandes ciudades durante la dictadura de Primo de Rivera intensificaron las migraciones interiores, pero la Guerra civil y los años de posguerra hicieron disminuir los desplazamientos. Las zonas migratorias pertenecían a Galicia, las dos Castillas, Aragón y Andalucía oriental, mientras que las receptoras de emigrantes fueron Cataluña, Levante, el País Vasco, Andalucía occidental (Sevilla) y Madrid.
b)     En los años 1960 y 1970 se producen importantes migraciones interiores. Se calcula que entre 1960 y 1985 unos 12 millones de personas emigraron de su lugar de origen. Durante esos 25 años, la media fue de más de 360000 emigrantes anuales. Las provincias más beneficiadas por la afluencia de emigrantes fueron Madrid, Barcelona y Valencia, a las que siguieron Vizcaya, Girona, Tarragona, Alicante y Sevilla, las regiones generadoras de emigrantes fueron Extremadura, Castilla-La Mancha y Andalucía oriental.
Nuevas tendenciasEn los últimos años, las migraciones interiores han variado en intensidad y comportamiento geográfico. Estas son las novedades más sobresalientes:
  • La progresiva ampliación de las provincias con saldos migratorios positivos.
  • La reconversión de áreas tradicionalmente de inmigración en áreas de emigración, debido a la salida de antiguos emigrantes; son los llamados «emigrantes retornados».
  • El éxodo rural es sustituido por desplazamientos de población entre los diferentes centros urbanos.
  • Vería también el tipo de emigrante: el actual pertenece de forma mayoritaria al sector servicios.
Consecuencias de las migraciones interiores
Las repercusiones de las migraciones interiores se dejan sentir especialmente en los planos demográfico, social y económico.
a)     Para las zonas que actúan como focos de atracción, los emigrantes suponen un cambio positivo sobre el crecimiento real, la estructura demográfica y la dinámica natural. Los emigrantes se convierten en la base del crecimiento demográfico de muchas áreas urbanas, tanto por el aporte directo que suponen como por su repercusión sobre la fecundidad, al ser una población mayoritariamente joven. Así, la estructura por edad se ve rejuvenecida; la población activa, incrementada, y la natalidad y la fecundidad, revitalizadas. En el plano social, el aporte de nuevos contingentes es considerado como un factor que acentúa la riqueza y la diversidad cultural; en el plano económico, se produce una mejora en la oferta de mano de obra y una mayor concentración de recursos humanos.
Pero también las zonas de inmigración se ven obligadas a asumir nuevos costes para satisfacer las demandas de una población en crecimiento: nuevos equipamientos e infraestructuras, mayor número de viviendas, etcétera.
b)     Las zonas de emisión de emigrantes sufren repercusiones de carácter más negativo que positivo. Demográficamente, se produce un descenso de la población, el envejecimiento de su estructura y la caída de la fecundidad; en el plano económico, un empobrecimiento de los recursos humanos y una reducción de las actividades económicas. La emigración supone una mejora de la renta para los que permanecen.
Globalmente, las migraciones interiores han sido las causantes de fuertes desequilibrios en la distribución de la población; en consecuencia, han propiciado la aparición de zonas de fuerte concentración poblacional frente a la desertización demográfica de otras.
Inmigración de extranjeros en España España ha pasado a ser un país de inmigración. Se tienen datos de la inmigración de carácter legal, pero se desconoce la inmigración irregular o ilegal en su auténtica dimensión. Según el INE, en 2008, el 11,4% de la población residente en España es extranjera, cifra que asciende a 5,3 millones de habitantes, con un incremento anual del 16,6%. Las comunidades autónomas con mayor número de extranjeros son Baleares (20,8%), Comunidad Valenciana (16,8%) y Madrid (16%). Extremadura y Galicia son las que menos proporción de extranjeros poseen (3,4% y 3,2%).
Las nacionalidades predominantes eran la rumana (731.806), la marroquí (652.695), la ecuatoriana (427.718) y la británica (352.957).
En el año 2007, el INE realizó por primera vez la Encuesta Nacional de Inmigrantes que investiga sus características demográficas. Según esta encuesta, los principales motivos para emigrar a España fueron la demanda de una mejor calidad de vida, la búsqueda de un empleo o razones de tipo familiar- la reagrupación, por ejemplo-
Entre las consecuencias, habría que citar:
  • La abundancia de adultos jóvenes entre los inmigrantes ha paliado el envejecimiento de la población española favoreciendo el aumento de la natalidad y la fecundidad.
  • La oferta laboral existente en determinados sectores como la construcción, los servicios domésticos o la atención a personas dependientes ha sido cubierta por los inmigrantes.
  • La contribución por parte de la población inmigrante al sostenimiento del sistema público de pensiones y seguridad social.
  • En el plano negativo, la aparición de tensiones sociales vinculadas a las duras condiciones de trabajo, la ghetización de los barrios de residencia y el surgimiento de actitudes de rechazo e intolerancia.

5. Estructura Demográfica: Sexo, Edad y Ocupación.

El análisis de la estructura de la población española por sexo revela que la sex ratio o relación de masculinidad se encuentra en el 96% Esta diferencia entre sexos se debe a la mayor mortalidad de hombres, la llamada supermortalidad masculina que se aprecia a partir de los 45-50 años.
La composición por edad, por su parte, revela que España presenta una fuerte tendencia al envejecimiento (más del 17% de mayores) y una reducción de la población joven. Las regiones con población más joven son Andalucía, Murcia y Canarias; las más envejecidas Aragón, Castilla-León y La Rioja.
La composición de la estructura por sexo y edad se observa en la pirámide de edades:
La de 1900 traduce el comportamiento de una población con altas tasas de natalidad y esperanza de vida todavía baja como consecuencia de las altas tasas de mortalidad. En la de 1950 se aprecia una base más reducida porque se reducen los nacimientos durante la Guerra Civil. Entre los 25 y los 39 años se refleja la sobremortalidad producida por la guerra.
En la pirámide de 1991, la mortalidad de la guerra se refleja en las edades entre los 72-82 años. La gripe del año 1918 dejó su huella en las generaciones que ahora superan los 70 años. El déficit  de nacimientos de la guerra se manifiesta en el grupo de edad entre los 50-55 años. Asimismo, la reducción de la base muestra el descenso de la fecundidad a partir de 1977.
En la pirámide de 2008 se aprecia:
1.       La ligera recuperación del grupo de 0 a 4 años como consecuencia del cambio de tendencia en la fecundidad.
2.      La disminución de efectivos en los grupos de edad comprendidos entre los 5 y 15 años, consecuencia directa de la reducción de la fecundidad en los últimos años.
3.      El engrosamiento de los efectivos correspondientes a los grupos de 25 a 34 años fruto de la migración extranjera.
4.      El claro desequilibrio entre hombres y mujeres a partir del grupo de los 75 años y el mayor ensanchamiento de estos grupos fruto de la mejora en la esperanza de vida.
De la forma de la pirámide se desprende que la población española va camino de un progresivo envejecimiento. El fenómeno es relevante por las consecuencias  sociales y económicas derivadas, tales como el necesario incremento de los recursos sanitarios y hospitalarios, y la mejora de los servicios sociales y el aumento de los fondos destinados a sufragar las pensiones.
Respecto al estado civil, los datos del último censo indican un descenso de la población soltera, frente al crecimiento de otras condiciones de estado. El descenso de la fecundidad a partir de 1970 es la causa de la menor cantidad de población joven y por tanto de población célibe. La mayor parte de solteros está entre los 20 y 50 años; a edades superiores, la soltería está más generalizada entre las mujeres.
Otro dato es el aumento de separados y divorciados debido al cambio social tan fuerte experimentado en España, que evoluciona hacia una sociedad más laica y liberal.
El descenso de la tasa de nupcialidad en España es similar a la media europea: 7,3%0 en 1970, 7%0 en 1978,5%0 en 1990 y 3,83%0 en 2009. El aumento de la población casada, en números absolutos, de los últimos años es coyuntural, consecuencia del crecimiento poblacional y del engrosamiento de la población adulta. La edad de matrimonio es cada vez más tardía, lo que reduce la natalidad y la fecundidad.
Decir que producen menos divorcios que en Europa del Norte y Central por cuestiones socioculturales (religiosas).
Respecto a la fuerza de trabajo o población activa, que se  recoge hoy en día en la Encuesta de Población Activa (EPA), ésta ha ido aumentando desde 1900, siendo especialmente importante desde 1981 por el peso de la población adulta y por la incorporación de la mujer al mundo laboral. En el año 2000, la tasa de población activa estaba en 54.3%, cifra que, a pesar del crecimiento, es una de las más bajas de la U.E.
La distribución de población activa por edades refleja un fuerte peso entre los 30-45 años, colectivo que supone aproximadamente el 50% de la población activa.
La diferencia de la actividad según el sexo es apreciable. En el año 2008, la tasa estaba en 69.8% para los hombres frente al 50,46% para las mujeres.
Según las comunidades autónomas, las de mayor tasa de actividad son Cataluña, Canarias, Baleares, Madrid, Murcia, Navarra, La Rioja y P. Vasco. Por lo bajo destacan Asturias, las dos Castillas, Cantabria, Extremadura y las ciudades Autónomas de Ceuta y Melilla con tasas sobre el 55% y que sufren efectos de emigración, atraso económico y envejecimiento de sus poblaciones.
Por sectores económicos el país ha sufrido un profundo cambio en el  S.XX . Hay un más alto porcentaje de población dedicada al comercio y los servicios, menos a la industria y poco a la agricultura. La característica más sobresaliente ha sido la progresiva terciarización de la población activa, además de la mayor diversificación de la actividad productiva, la importancia de nuevas actividades (informática, telecomunicaciones,…) o el aumento de actividades relacionadas con los servicios personales y con las empresas…
A partir de los años 70, la crisis energética y las reconversiones industriales hacen elevarse las tasas de paro. Actualmente, la tasa de paro es muy alta (11,3% en 2008; 20,33% en el último trimestre de 2010). El fenómeno afecta desigualmente a las comunidades autónomas, estando Andalucía entre las de más alto porcentaje. Afecta, sobre todo, a activos del sector agrario y de la construcción y más a mujeres que a hombres.
España es dentro de la U.E. el país de tasa más alta de desempleo.
Respecto al nivel de formación, hay que decir que aún queda población analfabeta en España, la mayoría mujeres de edad avanzada, concentradas en Andalucía, Castilla-La Mancha y Extremadura. Uno de los logros de los últimos 30 años ha sido ampliar la escolarización hasta los 16 años y ampliar la igualdad de oportunidades para ambos sexos y  diferentes estratos sociales. Pese a ello, seguimos estando en la cola europea de población con formación secundaria o superior (50,4% en 2007)

6. Perspectivas de futuro.
Es importante conocer las perspectivas de futuro de nuestra población. Son las siguientes:
  • Crecimiento moderado de la población seguido de un descenso.
  • Incremento de la población anciana.
  • La fecundidad se seguirá reduciendo.
  • En mortalidad, la mujer mantiene la superioridad biológica y se cree que la esperanza media de vida seguirá aumentando.
  • En migraciones, se amplían los flujos intraprovinciales y se reducen los interprovinciales. La inmigración extranjera es posible que se estanque.