miércoles, 30 de septiembre de 2020

2º de ESO. Repasando la Prehistoria

Hola de nuevo! Después de haber revisado las Edades de la Historia, nos toca centrar la mirada en las etapas que estudiamos el año pasado. 

Empezamos con la Evolución. Fijaros en este GIF que muestra como la evolución de los homínidos hasta llegar a la aparición del Homo Sapiens no consistió en una línea, sino más bien en un árbol con infinitud de ramas. Muchas de ellas ni siquiera las conocemos todavía.


 


Este vídeo de Academia Play, El Origen del Hombre, nos muestra lo mismo:


Si queremos ampliar nuestro conocimiento de aspectos concretos de la Evolución, podemos leer este artículo de National Geographic que explica como, por ejemplo, el Homo Sapiens convivió con los Neardentales o éste del diario.es como el descubrimiento del fuego implicó una mejora en la alimentación y con ella una mejor adaptación.

Actividad 2. ¿A quién me parezco?

La actividad que vamos a realizar consiste en explicar cuando nuestros antepasados consiguieron dominar algunos de las habilidades y técnicas que han llegado hasta nuestros días, como la caza, la agricultura, la domesticación de los animales, etc. Para ello, podéis utilizar una tabla como esta:

Etapa

Cronología

Características (economía, herramientas, técnicas, etc.)

Paleolítico





Neolítico





Edad de los Metales





El siguiente vídeo puede ayudaros a completar la tabla. 


También podéis utilizar esta presentación:



Por último, os dejo un enlace de la web del Museo Nacional de Altamira, la más prodigiosa muestra de la pintura rupestre que se conoce. desde el que se puede realizar una visita virtual a la cueva de Altamira.




domingo, 27 de septiembre de 2020

Historia de España. Bloque 4. España en la órbita francesa: el reformismo de los primeros Borbones (1700-1788)



1. Felipe V y la instauración del centralismo borbónico.


Los Borbones accedieron al poder tras la Guerra de Sucesión (1701-1713) que estalla tras la muerte de Carlos II, el último de los Austrias, sin descendencia. Éste, en su testamento, había legado su herencia a Felipe de Anjou, nieto del Rey Luis XIV de Francia (el famoso Rey Sol) y sobrino-nieto del propio Carlos II. Pronto, surgió un nuevo candidato procedente de la rama alemana de los Austrias, el Archiduque Carlos de Habsburgo, hijo de Leopoldo de Austria, primo de Carlos II.
Los apoyos con los que contaban ambos candidatos eran los siguientes: 
Felipe contaba con el apoyo de Francia y defendía la aplicación en España del gobierno centralista que en Francia seguían los Borbones. Su principal apoyo interno lo tuvo en la Corona de Castilla. También contó con la simpatía de la mayor parte del clero español que temía la presencia en España de soldados protestantes ingleses y holandeses. 
El Archiduque, en cambio, representaba la continuidad del modelo foralista o pactista, tradicional en la España de los Austrias, y fue el candidato preferido en la Corona de Aragón y, especialmente, en Cataluña. Además, el hecho de que Felipe fuera nieto del rey francés Luis XIV llevó a Inglaterra y Holanda a apoyar al candidato austriaco, ya que Francia era, por aquel entonces, la principal potencia militar europea y ambos estados temían que al poderío francés se le unieran las enormes posesiones del imperio español.

Mapa de la Guerra de Sucesión


La Guerra en España fue favorable a Felipe de Anjou, aunque no así en el exterior, dónde los partidarios de Carlos llevaban la iniciativa. Cuando el Archiduque Carlos subió al trono austriaco tras la muerte de su padre, sus aliados ingleses y holandeses decidieron buscar una salida negociada al conflicto. Así, la guerra terminó con la firma del Tratado de Utrecht en 1713, aunque Cataluña permaneció luchando contra Felipe V durante un año más, hasta la toma de Barcelona en 1714. El Tratado estipuló los siguiente: 
  • Felipe de Anjou, con el nombre de Felipe V,era reconocido como Rey de España, renunciando a su derecho a la corona francesa. El Archiduque Carlos, por su parte, tras ser proclamado Emperador Alemán, renunciaba al trono español. 
  • Los Países Bajos españoles y los territorios italianos (Napoles y Cerdeña) pasaron a Austria. 
  • Inglaterra obtuvo Gibraltar y Menorca y el navío de permiso (derecho limitado a comerciar con las Indias españolas) y el asiento de negros (permiso para comerciar con esclavos en las Indias) 
Mapa del Tratado de Utrecht


La nueva dinastía borbónica introdujo importantes cambios en la estructura del estado, inspirados en el modelo absolutista y centralista francés: 
  • Los Decretos de Nueva Planta (1707 en Valencia, 1711 en Aragón, 1716 en Cataluña y Mallorca): Consistieron en la abolición de los fueros e instituciones propias de los reinos de la Corona de Aragón (como las Cortes aragonesas o el Consell del Cent de Barcelona). Se mantuvieron los fueros de las provincias vascas y de Navarra ya que apoyaron a Felipe V durante la Guerra de Sucesión. Esta decisión fue trascendental en la historia de España, ya que diseñaron el estado centralizado que acabará siendo España durante la mayor parte de la historia contemporánea. La medida fue acompañada de la imposición del castellano como lengua oficial, aunque se toleraba el uso civil del catalán. 
  • Nuevo modelo de administración territorial. Consistió en la división del territorio en provincias, la sustitución de los virreyes por los Capitanes Generales como gobernadores militares de las provincias y la creación de la figura de los Intendentes, funcionarios encargados de las cuestiones civiles, con competencias en materia fiscal o de orden público. Las Reales Audiencias se mantuvieron para las cuestiones judiciales y en los Ayuntamientos continuaron vigentes los cargos de Corregidor y Alcalde Mayor. 
  • El sistema de gobierno se centralizó suprimiéndose todos los Consejos de la época de los Austrias, quedando sólo el Concejo de Castilla que se convirtió en el órgano asesor con competencias judiciales. Se crearon las Secretarías de Despacho (Estado, Guerra, Marina, Hacienda, Justicia e Indias), antecedentes de los ministerios. 
  • Imposición de un nuevo sistema fiscal en los territorios de la Corona de Aragón. Se introdujo el Catastro, que era un impuesto fijo que se recaudaba directamente a los contribuyentes. 
Los objetivos de su política exterior fueron recuperar las posesiones perdidas tras el Tratado de Utrecht y defender el comercio con América de los ataques de los corsarios británicos. Había además, una tercera clave en su afán de reconstrucción del antiguo imperio español en Europa: la ambición de su segunda mujer, la italiana Isabel de Farnesio, que deseaba la recuperación de los territorios perdidos en Italia para legarlos a sus hijos. Con Isabel, llegó el cardenal Alberoni, también italiano, que dirigió la política española durante los primeros años del reinado de Felipe.
En enero de 1724, Felipe V abdicó en su hijo Luis pero tras su muerte en agosto del mismo año, Felipe volvió a reinar. Alberoni fue depuesto y le sustituyó el español José Patiño en 1726. Éste basó la política exterior Española en la alianza con Francia, concretada en los Pactos de Familia (1734 y 1743) que conllevó la participación en la Guerra de Polonia (1733-1738) y en la Guerra de Sucesión de Austria (1743-1748), consiguiéndose que el Infante Carlos fuera coronado Rey de Nápoles y Sicilia, tras su conquista en 1734, y que el infante Felipe fuera nombrado Duque de Parma.

2. El Despotismo Ilustrado en España

En 1746, tras fallecer Felipe V, le sucedió su hijo Fernando VI. Fernando españolizó el gobierno con ministros como Patiño y Ensenada que iniciaron una política de reformas encaminada a equilibrar el maltrecho estado de la hacienda española, aumentando los ingresos y disminuyendo los gastos. Su reinado se caracterizó, además, por el mantenimiento de la paz en el exterior. Las medida más conocidas del Marqués de Ensenada fue la realización, en la Corona de Castilla, de un censo de todas las propiedades del reino, el celebre Catastro de Ensenada de 1749, que tenía como fin imponer un impuesto único sobre las propiedades y las rentas que fuera abonado por todas las clases sociales, incluida la nobleza. El proyecto no cuajó debido a la oposición de la clase dominante que forzó la caída de Ensenada.
Otro de los objetivos del reinado, impulsado desde la época de Felipe V por Patiño, fue el fomento de la recuperación de una marina potente para asegurar el comercio americano con la construcción de astilleros.


Respuesta de la Villa de Huelva al cuestionario del Catastro de Ensenada


Carlos III (1759-1788), hijo mayor del matrimonio entre Felipe V e Isabel de Farnesio y hermanastro de Fernando VI, sucedió a éste. Antes de ser rey de España desempeñó el cargo de Rey de Nápoles de 1735 a 1759. Su reinado es uno de los principales ejemplos europeos de la aplicación de reformas del despotismo ilustrado, práctica política llevada a cabo por los monarcas europeos del siglo XVIII, que planteaba reformar la sociedad del Antiguo Régimen inspirándose en las ideas de la Ilustración sin tener que eliminar la Monarquía Absoluta como sistema de gobierno. Se resumía en el lema. “Todo para el pueblo pero sin el pueblo”.

Retrato de Carlos III realizado por Mengs



Aunque España era un país verdaderamente atrasado, había cierto ambiente propicio a la difusión de las nuevas ideas ilustradas. El precedente más claro es Feijoo que en su Teatro Crítico Universal (1726) desmontaba algunas de las viejas creencias y supersticiones propias de la mentalidad imperante en el siglo XVII. Con Carlos III, se difunden en España los ideales de la Ilustración, sobre todo aquellos importados de Francia. Recordemos que estos son, fundamentalmente, la defensa de la Razón humana como método de conocimiento, de la educación como medio de transformación de la sociedad y del progreso de la humanidad como objetivo de toda acción política o cultural. La Ilustración rechazaba el tradicionalismo de la Iglesia y postulaba principios de libertad individual e igualdad social que, en España, fueron más moderados. Se limitaron al rechazo a ciertas formas de religiosidad popular (el exagerado culto a los santos o a las reliquias, por ejemplo) y al reconocimiento social a los escasos burgueses y a artesanos.


Auto de Fe retratado por Goya

Los objetivos del despotismo ilustrado en España fueron: 
  • La modernización del país en todos los ámbitos 
  • Impulsar la educación y mejorar los planes de estudios 
  • Mejorar las estructuras agrarias y la situación de los campesinos pobres 
  • Dignificar el trabajo manual y eliminar la limpieza de sangre. 
  • Reducir el papel de la Iglesia 
  • Mantener el papel de España como potencia mundial. 
Para ello, Carlos III se rodeó de ministros ilustrados, como el Marqués de Esquilache, el Conde de Aranda, el Conde de Floridablanca o Campomanes. 
El primero de ellos, el italiano Esquilache, inició la Reforma urbanística de Madrid, con la construcción de monumentos, paseos, avenidas, alumbrado público, recogida de basuras, etc.
También reformó la Hacienda, mediante el rescate de rentas que habían sido enajenadas por los nobles y por la Iglesia que pertenecían a Corona.
Las medidas reformistas contaron con la decidida oposición de la Nobleza y del Clero. El tradicionalismo antireformista se hizo visible durante el conocido como Motin de Esquilache en 1766, revuelta popular, instigada por la nobleza, que con el pretexto de protestar contra el decreto promulgado por Esquilache que obligaba a cambiar la vestimenta tradicional en España (capas y sombreros) por otra más moderna, consiguió el cese de éste. La reacción popular se explica por la subida del precio del pan que la liberalización del comercio de granos había provocado. El Motín se cerró con la destitución del ministro italiano. Carlos III se vengaría, más tarde, expulsando a los jesuitas, a los que consideraba instigadores del motín.
El Motín, por tanto, no evitó el desarrollo de las reformas, sino que las relanzó. En 1766, el Conde de Aranda fue nombrado presidente del Consejo de Castilla. Otros impulsores de las reformas que alcanzaron puestos importantes en la administración fueron Campomanes y Moñino (luego Conde de Floridablanca)

Retrato de Jovellanos. Obra de Goya

Las principales reformas fueron: 
  • Creación de las Sociedades Económicas de Amigos del País, ideadas por Campomanes para crear nuevas élites urbanas que promovieran actividades económicas, culturales, etc.
  • La creación de los Síndicos Personeros del Común, representantes del pueblo frente a los ayuntamientos y eliminación de la limpieza de sangre como requisito para acceder a los cargos públicos. Promulgación de un Decreto reconociendo la “honradez de los Oficios Manuales” 
  • La intensificación de la política regalista, supremacía de la Corona y del poder civil sobre la Iglesia, con la eliminación del poder de la Inquisición sobre la sociedad española, consolidando el patronato regio y, sobre todo, con la expulsión de la Compañía de Jesús adoptada en 1767. Instituciones como las Universidades pasaron a estar bajo control de la Corona. 
  • El establecimiento de la Junta Suprema del Estado, antecedente del Consejo de Ministros, en 1787.
  • El reparto de las tierras concejiles, ordenando la congelación de los arriendos (1768) Siguiendo los preceptos de la fisiocracia, expresadas en España en el “Tratado de la Regalía de la Amortización” de Campomanes, se intentó llevar a cabo una reforma de de la agricultura española que repartiera mejor la propiedad de la tierra y modernizara la producción. Para ello,  se repartieron tierras sin cultivar de propiedad municipal, se llevó a cabo una política de colonización de tierras sin explotar promovida por Pablo Olavide en la Sierra Morena,se eliminaron privilegios de la Mesta como el libre paso autorizándose el cercamiento de las propiedades agrícolas, se ordenó la limitación de las subidas de las rentas por parte de los propietarios a sus arrendatarios, y se fomentó la construcción de canales de regadío. Sin embargo, a pesar del diagnóstico realizado por el mismo Campomanes no se dieron pasos para acabar con la propiedad amortizada, aquella vinculada a nobles, clero o ayuntamientos y que impedía el desarrollo de un capitalismo agrario.
  • Ruptura del monopolio de los gremios en 1772 y establecimiento de las Reales Fábricas, con apoyo del estado (armas, astilleros, vidrio, tapices...) 
  • La liberalización del comercio con América en 1778, eliminando el monopolio de Cádiz, y creando la figura de los navíos de registro, la liberalización del comercio de granos y la supresión de las aduanas interiores.
  • La reforma fiscal: Campomanes y Floridablanca rebajaron los impuestos indirectos sobre el vino, el aceite, las carnes, etc. y crearon impuestos sobre propiedades y rentas, los llamados, “frutos civiles” 
  • La creación del Banco de San Carlos, antecedente del futuro Banco de España.
  • La emisión de Vales Reales, títulos de deuda pública, cuyo objetivo era financiar la Hacienda, maltrecha a causa de los gastos militares.
  • En América, la Corona trató de incrementar el control administrativo de la metrópoli: se excluyó de la administración a los criollos, se creó un nuevo virreinato, el del Río de la Plata en 1776, se reforzó el control sobre el comercio y el cobro de impuestos y se estableció el cargo de Intendente para reforzar la vigilancia sobre los territorios americanos.La obsesión de los ministros de la península por controlar ferreámente las colonias americanas generó una  brecha entre las élites criollas y España que estallaría en el siguiente siglo en las guerras de independencia.
Respecto a la política exterior, Carlos III, volvió a la alianza con Francia en el Tercer Pacto de Familia (1761) participando España en la Guerra de los Siete Años. La Guerra llegó para España en un mal momento puesto que la recuperación militar de España aún no estaba completa. Fracasó la invasión española de Portugal, mientras que Francia, que ya no era la potencia de antaño, fue superada por Inglaterra. La victoria británica llevó a la firma del Tratado de París (1763) por el que hubo que entregar Florida a Inglaterra y Sacramento a Portugal, compensando Francia esas pérdidas con la cesión de Luisiana. La Paz duró hasta 1779, fecha en la que España apoyó a los rebeldes independentistas norteamericanos contra Inglaterra, invadiendo Florida. La derrota británica permitió la recuperación de Menorca, Florida y Sacramento en el Tratado de Versalles (1783). El fracaso del asedio contra Gibraltar impidió la recuperación de dicha plaza.

El balance del reinado de Carlos III es bastante contradictorio, como el propio monarca. Carlos, al igual que los Austrias Mayores durante el siglo XVI, fue un rey enérgico que ejerció el gobierno directo. Supo rodearse de colaboradores eficaces y desplegó una política de reformas de la que fue inspirador. Sin embargo, sus reformas tuvieron un éxito limitado por varias razones entre las que destacan la oposición de los estamentos privilegiados (nobleza y clero), la dificultad que suponía remover estructuras tan anquilosadas como las del Antiguo Régimen y, por último, la propia insuficiencia de estas, incapaces de cuestionar las bases del sistema. Esto se aprecia, por ejemplo, en la ausencia de una política que eliminara los privilegios de la nobleza o que acabara con la amortización de gran parte de las tierras cultivables. Otro de los aspectos más negativos del reinado de Carlos reside en su agresiva y belicista política exterior que generó, además, un endeudamiento elevado de la Hacienda real.
El lado más positivo de su reinado es, evidentemente, su voluntad reformista y su capacidad para contagiar a los sectores sociales más dinámicos de la sociedad española ( burguesía, intelectuales..) En este sentido, Carlos III es uno de los eslabones de la corriente modernizadora y europeísta de la historia española.
Tras el fallecimiento de Carlos III, le sucede Carlos IV (1788-1808) más conservador que su antecesor y cuyo reinado estará marcado por la Revolución francesa y sus consecuencias para España, llegándose al colapso del Antiguo Régimen.

sábado, 26 de septiembre de 2020

2º ESO. Repasando las Edades de la Historia

 Hola a todos y a todas!

Vamos a comenzar el curso con una actividad muy sencilla que nos va a permitir repasar las edades en las que dividimos la historia y recordar algunos de los acontecimientos que las definen. Se trata de un Eje Cronológico.

Ya sabéis que un eje cronológico no es más que una línea en la que representamos una serie de hechos o etapas históricas.

Aquí tenéis un ejemplo procedente del fantástico blog de la profesora Rosa Liarte Lecciones de Historia.



Estos son los acontecimientos históricos que vamos a incluir en nuestro eje:

120.000 aC Aparición del Homo Sapiens Sapiens

15.000 aC Pinturas Rupestres de Altamira

8.000 aC Aparición de la Agricultura

3.500 aC Invención de la Escritura

2500 aC Construcción de las Pirámides de Egipto

450 aC Apogeo de Atenas

221 aC Unificación de China. Inicio de la construcción de la Gran Muralla

23 aC Augusto, Emperador de Roma

476 dC Fin del Imperio Romano

661 dC Inicio del Califato Omeya

814 dC  División del Imperio Carolingio

1096 dC Origen de la Universidad de Oxford

1492 dC Descubrimiento de América

1512 dC Miguel Ángel termina los frescos de la Bóveda de la Capilla Sixtina

1687 dC Isaac Newton formula la Ley de la Gravitación Universal

1789 dC Revolución Francesa

1893 dC Las mujeres conquistan el voto en Nueva Zelanda

1948 dC Fundación del sistema de sanidad pública en Reino Unido

Es importante tener en cuenta a la hora de elaborar vuestro eje, que no solo vais a representar hechos puntuales sino también a las diferentes edades en que se divide la historia: Prehistoria, Antigua, Medieval, Moderna y Contemporánea. Los hechos los reflejareis mediante puntos o flechas mientras que las edades se señalarán con colores, como habéis visto en el ejemplo anterior.

El eje cronológico lo haremos en clase a la manera tradicional, con boli y papel, pero es bueno que sepáis que hay otras formas de hacerlo, como demuestra el ejemplo que os dejo abajo, realizado por una antigua alumna mía de la Escuela de Arte. ¡A lo mejor alguno de vosotros se atreve!