martes, 18 de mayo de 2021

Historia de España. Bloque 12. Primera Parte. La Transición

Introducción


Tras la muerte de Franco en 1975, se produce una nueva restauración de los Borbones en el trono en la persona de Juan Carlos I, nombrado heredero de Franco por el propio dictador.
La llegada de Juan Carlos al trono se produjo en un contexto poco favorable marcado por:
  • La crisis económica internacional provocada por el aumento del precio del petróleo que, en España, condujo a un alza vertiginosos del desempleo y la inflación.
  • La propia crisis política del régimen.
Sin embargo, hubo un factor clave que influyó a favor del proceso y fue la situación internacional. La Transición fue un proceso apoyado y vigilado por las embajadas estadounidense y europeas con un triple objetivo:
  • La liquidación final de la dictadura franquista
  • La inserción de España en la Comunidad Económica Europea y su continuidad en la OTAN 
  • La relegación del PCE a un papel secundario.

Cronología del Proceso.


Existen diferentes versiones sobre la duración del proceso de transición. Las más recurrentes son:
1ª. La Transición finalizaría con la aprobación de la Constitución en 1978.
2ª. Idem con la victoria del PSOE en las elecciones de 1982
3ª. Idem con la entrada de España en la CEE (Punto y final del proceso según la, en su día influyente, Historia de la Transición publicada por El País)
Otras versiones pondrían el final en el Golpe de estado de Tejero de 1981, en la celebración de las elecciones constituyentes, etc.

 

Posiciones a la muerte de Franco en 1975:


  • Inmovilistas o “Ultras”, grupo conocido como el “Bunker” defiende la continuidad del régimen sin Franco y la represión de la oposición política y sindical. Eran fuertes en sectores del Ejército, de la Administración y del empresariado y promovieron la acción terrorista de grupos paramilitares contra grupos antifranquistas.
  • Reformistas como Suárez o Fraga defienden una reforma desde las propias instituciones que culminase en la democratización del sistema de una manera más o menos controlada según los casos.
  • Rupturistas. Tanto la izquierda (PCE, PSOE,...) como los nacionalistas (PNV, CDC,..) defienden la ruptura con el franquismo y la construcción de un nuevo sistema político liderado por las fuerzas democráticas.
A la postre, el resultado fue una combinación de las dos últimas, al ser fruto la Transición del acuerdo entre los reformistas del Gobierno Suárez con los principales partidos de la oposición (PCE y PSOE). Fue, efectivamente, una Reforma ya que fue efectuada por el propio Gobierno y fue una ruptura porque su resultado final acabó con la abolición de las instituciones de la Dictadura, aunque permanecieron algunas como la propia Corona, por ejemplo. Fue el resultado, además, de la tensión dialéctica entre los cambios impulsados por el gobierno de Suárez y la presión ejercida en la calle por la oposición democrática en demanda de libertad política. Sufrió el acoso de grupos terroristas que ensangrentaron el proceso y la amenaza permanente de una intervención del ejército (el denominado "ruido de sables") que determinó la progresiva moderación de las fuerzas políticas de izquierda como el PCE.

El comienzo del reinado de Juan Carlos I


El 22 de noviembre de 1975, Juan Carlos de Borbón fue proclamado rey. El primer gobierno de la monarquía siguió estando encabezado por Carlos Arias Navarro, sucesor de Carrero Blanco. Este gobierno se caracterizó por ser un híbrido entre reformistas del régimen (Fraga, Martin Villa..) y miembros del "bunker". Su propuesta de reforma política se limitaba a unas leyes extremadamente restrictivas sobre el derecho de reunión y de asociación que no satisfacían a la oposición mientras que irritaban a los ultras del franquismo.
Este gobierno tuvo que afrontar varios crisis:
  • Una oleada de huelgas durante enero de 1976 producidas durante la negociación de los convenios colectivos.
  • El asesinato de 5 obreros en Vitoria por la policía
  • Los enfrentamientos entre carlistas en Montejurra que acabó con la muerte de dos de ellos.
La degradación de la situación política condujo a la destitución de Arias Navarro el 30 de junio de 1976.

 

El primer Gobierno de Adolfo Suárez y la Reforma política (Julio 1976- Junio 1977)

Juramento de Adolfo Suárez como presidente del gobierno

El nombramiento de Adolfo Suárez fue el siguiente movimiento del Rey. Fue la pieza clave del proyecto de reforma política consistente en derribar las instituciones franquistas desde dentro, proyecto que se atribuye a Torcuato Fernández Miranda.
Tras la caída de Arias Navarro, Suárez, un político joven, procedente de los sectores reformistas del Movimiento fue nombrado presidente del Gobierno. Pronto inició contactos con las fuerzas democráticas de la oposición y aprobó una amnistía que permitió la liberación de algunos presos políticos. Para desactivar la fortaleza del sector más retrogrado del franquismo dentro del Ejército, nombró vicepresidente del gobierno al teniente general Gutiérrez Mellado de talante aperturista.
Suárez y el propio Fernández Miranda elaboraron la Ley de Reforma Política que reconocía los derechos fundamentales de las personas y preveía la elección de una nueva Asamblea bicameral (Congreso y Senado) elegida por sufragio universal. La Ley fue aprobada por las propias Cortes franquistas, tras numerosas negociaciones y fue sometida a referéndum el 15 de diciembre de 1976 siendo aprobada por el 94% de los votantes.
La Ley fue la piedra angular del proyecto de reforma al establecer una liquidación legal de las instituciones del franquismo. La votación de la ley según el NO-DO
En los meses siguientes a la aprobación de la Ley de Reforma Política se prepararon las condiciones para la celebración de elecciones generales. El primer paso fueron una serie de decretos que permitieron la libertad sindical, la legalización de los partidos políticos a excepción del partido comunista, la disolución del Tribunal de Orden Público (TOP) y una amplia amnistía para delitos políticos cometidos durante el franquismo.
La atmósfera de tensión, sin embargo, no decaía. ETA y el GRAPO continuaban con su campaña de atentados. A esto se le unía el terrorismo de extrema derecha que llevó a cabo el asesinato de cinco abogados laboralistas cercanos a CC.OO y al PCE en un despacho de la calle Atocha. El asesinato fue correspondido por los comunistas con una manifestación multitudinaria, silenciosa y pacífica el día del entierro de las victimas.
La legalización del PCE a la que se oponían radicalmente los inmovilistas y amplios sectores del ejército, se produjo en el mes de abril de 1977, hecho que provocó una crisis de gobierno pero garantizó la legitimidad democrática de las elecciones. Días después, las organizaciones sindicales como CC.OO y UGT eran legalizadas.

Rueda de prensa de la dirección del PCE tras el anuncio de legalización del partido

A las elecciones concurrieron, entre otras, las siguientes fuerzas políticas:
  • A la derecha, Manuel Fraga Iribarne creó un nuevo partido, Alianza Popular, que recogía a algunos antiguos reformistas del franquismo como el propio Fraga. Este partido acabó recogiendo el voto de los nostálgicos del régimen y de aquellos que pensaban que las reformas de Suárez habían llegado demasiado lejos.
  • Desde el gobierno, se constituyó la Unión de Centro Democrático (UCD), una coalición compuesta por democratacristianos, liberales, ex falangistas y socialdemócratas, cuyo líder era Adolfo Suárez. Contaba con importantes personalidades del gobierno como Rodolfo Martin Villa.
  • En la izquierda aparecían el PCE cuyos líderes principales como Carrillo y la Pasionaria procedían del exilio e impusieron la aceptación de la monarquía y la moderación política a sus bases (indiscutibles protagonistas de la lucha democrática contra el franquismo) y el PSOE que gozó de una imagen de modernidad y cercanía a la socialdemocracia europea propiciada por sus jóvenes dirigentes Felipe González y Alfonso Guerra.
Las elecciones generales se celebraron el 15 de junio de 1977, siendo el triunfo para la UCD, quedando el PSOE en segundo lugar, el PCE en tercero y AP en cuarto. También obtuvieron buenos resultados los nacionalistas catalanes de CIU y los vascos del PNV. Aunque no contaba con mayoría absoluta en la Cámara Baja, Adolfo Suárez constituyó el primer gobierno democrático de España después de la Guerra Civil.

Resultados elecciones en la web del Congreso

La primera legislatura democrática y la Constitución de 1978


La principal obra de estas Cortes fue la elaboración de la Constitución de 1978, que fue publicado el 6 de noviembre de 1978 y sometido a referéndum popular el 6 de diciembre de 1978 (dónde logró un respaldo masivo, el 87,8% de los votos) y presenta los siguientes rasgos:
  • Es un texto producto del consenso entre las distintas fuerzas políticas (UCD, PSOE, PCE, CIU, PNV). Por lo tanto, alterna posiciones progresistas en algunos ámbitos y conservadores en otros.
  • Define España como un “Estado social y democrático de Derecho”, organizado como una monarquía parlamentaria, en la que la Corona tiene básicamente funciones representativas
  • El ejército queda sometido al poder civil. Asimismo, el texto fija el carácter no confesional del Estado y abole la pena de muerte
  • Desarrolla una amplia declaración de derechos fundamentales y libertades civiles y políticas que incluyen el derecho a la huelga y a la libre sindicación.
  • Reconoce la libertad de mercado pero prevé la posibilidad de planificación económica con la intervención del Estado en la propiedad por motivos de interés público. 
  • Establece un sistema bicameral (Congreso y Senado)
  • Asimismo, la carta magna establece el derecho a la autonomía de las nacionalidades y regiones y reconoce como lengua oficial del Estado el castellano, además de las lenguas propias en las respectivas Comunidades Autónomas.
  • También instaura un Tribunal Constitucional y los mecanismos necesarios de la reforma del texto constitucional.
Antes, incluso, de la aprobación de la Constitución, se inició la recuperación de los regímenes autonómicos. En Cataluña, por ejemplo, fue restablecida la Generalitat en Septiembre de 1977 y en Euskadi entró en vigor la preautonomía el 1 de enero de 1978.
Por lo que respecta a la situación socioeconómica, el consenso entre las principales fuerzas políticas se tradujo en la aprobación de los Pactos de la Moncloa consistentes en la aceptación por los sindicatos y partidos de izquierda de una política de moderación salarial y contención de la inflación a cambio de medidas como la reforma fiscal, de la Seguridad Social o inversiones públicas. La principal conquista de los trabajadores fue la promulgación del Estatuto de los Trabajadores que reconocía sus derechos.

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