viernes, 1 de febrero de 2019

Historia de España. Desamortizaciones y Cambios Agrarios

Definición

Las desamortizaciones consisten en la calificación como bienes nacionales de las propiedades de las órdenes religiosas, de la Iglesia secular y de los ayuntamientos, su expropiación y su posterior venta en pública subasta al mejor postor. 
Su importancia radica en que fueron el motor de los cambios agrarios en la España del XIX al propiciar el paso a una agricultura capitalista. 

Antecedentes

  • La idea surge entre los ilustrados del siglo XVIII  como Jovellanos. Para estos, el atraso de España respecto a otros países europeos era el espejo del atraso de su agricultura. Según su diagnóstico, el problema agrario en España era debido a la presencia de las “Manos Muertas”, propiedades que eran inalienables e impedían, por tanto, el desarrollo de una agricultura capitalista. Dentro de esta categoría de manos muertas entraban los mayorazgos, las tierras de la Iglesia y los bienes de los municipios (propios, comunes y baldíos)
  • Godoy llevó a cabo una desamortización de los bienes de la Iglesia dada la necesidad de liquidar la deuda de la Hacienda real. 
  • Jose Bonaparte promulgó una desamortización de los bienes de los propietarios contrarios al gobierno napoleónico, y su venta entre los funcionarios adictos. Estos bienes fueron devueltos a sus antiguos propietarios tras el fin de la guerra.
  • Durante la primera mitad del siglo se desarrolla la llamada “Desamortización silenciosa” consistente en las usurpaciones de tierras públicas.
  • Los decretos de las Cortes de Cádiz de 1813 (vuelto a poner en vigor durante Trienio): consistieron en la confiscación de los bienes de los afrancesados, de los jesuitas, de conventos y monasterios destruidos por guerra y de la mitad del patrimonio de la Corona (baldíos y realengos). Se podían comprar en metálico y con deuda. La prioridad era recaudar dinero, no implantar una reforma agraria profunda. El decreto favoreció a las clases altas y medias (que eran las propietarias de títulos de deuda y, por lo tanto,estaban interseados en la devolución de ésta) y perjudicó a los campesinos pobres al expulsarlos de las tierras eclesiásticas y municipales que explotaban antes.

A) La Desamortización de Mendizábal. 1837.

Durante el gobierno de Juan Álvarez de Mendizábal se produce la transición al liberalismo político y la introducción del capitalismo en España.
Fue una auténtica reforma agraria que condujo a la disolución del régimen señorial, eliminando los bienes vinculados o "manos muertas" mediante la abolición de los mayorazgos ,y la desamortización de los bienes y tierras de las órdenes religiosas.

Objetivos

  • sanear la Hacienda, pagar la deuda pública, obtener créditos y ganar la guerra carlista.
  • castigar a la Iglesia por su apoyo al carlismo.
  • liquidar los restos del Antiguo Régimen.
  • crear una clase media agraria de campesinos propietarios ("una copiosa familia de propietarios" en palabras del propio Mendizábal) que se convertiría en la base social del régimen liberal ya que su futuro dependería del triunfo en la guerra contra los carlistas.
  • mejorar la explotación de las tierras expropiadas. Los nuevos propietarios debían tender a invertir en la modernización de los cultivos.

Características:

  • Se llevó a cabo mediante la promulgación sucesiva de tres decretos: el primero, Decreto de Exclaustración, suprimía a todas las ordenes religiosas (clero regular), excepto las que se dedicaban a la beneficencia; el segundo calificaba como bienes nacionales a todos los conventos y propiedades de la Iglesia; y el tercero, ponía en venta, mediante pública subasta, todos estos bienes. El precio de la subasta era fijado de acuerdo con una previa tasación oficial y el importe de la venta se podía pagar o en títulos de la Deuda pública o en efectivo.
  • Los beneficiarios fueron los que tenían títulos de la Deuda Pública y los burgueses y propietarios agrícolas que disponían de capital. La operación resultó muy lucrativa para los comparadores ya que el precio de salida de las tierras se fijó muy por debajo de su precio real.
  • Las tierras salieron a venta en grandes lotes y las subastas se realizaban en las capitales situadas lejos, en muchas ocasiones, del lugar donde las propiedades se hallaban situadas.
  • En 1841, Espartero promulgó una ley que ampliaba la desamortización a las tierras propiedad del clero secular.
  • La Desamortización continuó durante la Regencia de Espartero, parándose en 1844 por los moderados.

Resultados:

  • Fue un éxito relativo en la obtención de dinero por el estado, aunque no solucionó el grave problema de la deuda pública. Se vendieron 4 millones de hectáreas, pero la falta de licitadores hizo que se malvendieran. Entre 1836 y 1844, se vendieron tierras por valor de 3447 millones reales
  • En el terreno político, el liberalismo ganó adeptos. La nobleza, en general, apoyó al liberalismo a partir de este momento. La adhesión de los grandes propietarios a la causa liberal se explica porque compraron grandes lotes de tierras a precios muy ventajosos. Las clases medias también apoyaron el proceso. En cambio, se creó un foso que perduró largo tiempo entre el liberalismo y la Iglesia ya que ésta vio desmanteladas las bases económicas de su poder al perder tres quintas partes de las propiedades que poseía antes de la desamortización. Para recuperar el favor de la Iglesia, el Estado se comprometió a subvencionar económicamente al clero. El primer ejemplo presupuestario fue la Dotación de Culto y Clero de 1841.
  • Muchos campesinos se hicieron antiliberales (carlistas), al verse perjudicados por las reformas. Al venderse en lotes grandes, los campesinos pobres no pudieron pujar en las subastas. La desamortización, por tanto, no sirvió para mitigar la desigualdad social; de hecho, muchos campesinos pobres vieron como los nuevos propietarios burgueses subieron los alquileres. Frenó el ascenso social de las clases medias y proletarizó a los pequeños campesinos.


B) La Desamortización de Madoz. 1855

Fue aprobada durante el bienio progresista por el ministro de Hacienda Pascual Madoz. El  3 de mayo de 1855 se publicaba el decreto en La Gaceta de Madrid.

Objetivos:

Al igual que en la de Mendizábal, la prioridad era recaudar dinero con el fin de:
  • Amortizar la elevada deuda pública
  • Equilibrar el presupuesto 
  • Subvencionar obras públicas, sobre todo las líneas de tren. La ley de desamortización de Madoz es inseparable de la Ley de ferrocarriles aprobada durante el gobierno progresista .

Características:

  • Es conocida como la "Desamortización general" al afectar a bienes tanto del clero como civiles. Se declaraban en venta todas las propiedades del Estado, del clero, de las Órdenes Militares (Santiago, Alcántara, Calatrava, Montesa y San Juan de Jerusalén), cofradías, obras pías, santuarios, del ex infante Don Carlos, de los propios y los comunes de los pueblos, de la beneficencia y de la instrucción pública (con las excepciones de las Escuelas Pías y los hospitalarios de San Juan de Dios, dedicados a la enseñanza y atención médica, respectivamente) Igualmente se permitía la desamortización de los censos pertenecientes a las mismas organizaciones. Por ello se la conoce como “desamortización civil” aunque afectó también a Iglesia.
  • Fue apoyada por todos los grupos políticos y no sólo por los progresistas, como había ocurrido con la desamortización anterior. Las ventas no cesaron hasta fin de siglo, continuando a pesar de los diferentes cambios de gobierno.
  • No se permitió el pago con títulos de deuda (como sucedió con la de Mendizabal), sino sólo en metálico.

Consecuencias:

  • Fue la que alcanzó un mayor volumen de ventas. Supuso la liquidación definitiva de la propiedad amortizada en España. Su importancia reside en su duración, el gran volumen de bienes movilizados y las grandes repercusiones que tuvo en la sociedad española.
  • No solucionó el sempiterno problema de la deuda pública aunque se duplican los ingresos de la anterior. En 1867 se habían vendido en total 198.523 fincas rústicas y 27.442 urbanas. El estado ingresó 7.856.000.000 reales entre 1855 y 1895, casi el doble de lo obtenido con la desamortización de Mendizábal. Este dinero se dedicó fundamentalmente a cubrir el déficit del presupuesto del Estado y a la amortización de la Deuda pública y de las obras publicas, reservándose 30 millones de reales anuales del presupuesto para la reedificación y reparación de las iglesias de España.
  • Arruinó a los ayuntamientos al expropiar sus principales activos. Esto influyó en muchos ámbitos ya que los municipios en España, entre otras cosas, estaban al cargo de la instrucción pública. Una encuesta que se realizó a los municipios antes de la aplicación de la desamortización demuestra que estos estaban en contra de medida.
  • Supuso un nuevo elemento de tensión con la Santa sede.
  • Las principales consecuencias negativas recayeron en los campesinos de nuevo ya que se quedan sin el aprovechamiento de los bienes de propios y de comunes. La desamortización perjudicó, sobre todo, a los vecinos más pobres que se vieron privados del aprovechamiento libre de estas tierras comunales. Al no subdividirse los lotes se cerró el paso en las subastas a los campesinos medios otra vez. No sirvió, por tanto, para realizar una reforma agraria, ni para crear una base social de pequeños propietarios afectos a Isabel II. La desamortización supuso, al la larga, el comienzo de la subversión campesina en España.

C) Balance final

Pese a sus insuficiencias y errores, las desamortizaciones de Mendizábal y Madoz cambiaron de forma radical la situación del campo español. Baste con señalar que afectaron a una quinta parte del conjunto del suelo. Lamentablemente, el atraso técnico y el desigual reparto de la propiedad de la tierra siguieron siendo los problemas clave de la sociedad y la economía españolas.


Las desamortizaciones, además, tuvieron como consecuencia un espectacular aumento de la superficie cultivada en España y supusieron un alza en los precios de las tierras de cultivo. El aumento de la producción significó el fin de la carestía de alimentos en España.
Socialmente, la principal consecuencia es que acentuó el dominio de la propiedad latifundista ya que sólo las personas adineradas pudieron participar. Parte de la burguesía urbana alcanzó la condición de propietarios agrícolas tras adquirir lotes de tierras en las subastas, pero la gran beneficiada fue la nobleza que, a cambio de su renuncia a los antiguos derechos señoriales, consiguió la propiedad plena de tierras que, en realidad, nunca le habían pertenecido.
Las principales victimas fueron la Iglesia, los ayuntamientos, los pequeños campesinos, los arrendatarios y los jornaleros. Los pobres pierden el aprovechamiento que tenían de las propiedades eclesiásticas y comunales (cultivos, pastos, leñas, etc..). Surge así el mito del reparto entre los jornaleros del sur y centro del país, poniendo las bases del posterior desarrollo del anarquismo.


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