jueves, 11 de febrero de 2021

Historia de España. Bloque 10. II República Española: El Bienio Reformista

"Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, 
la primavera traía a nuestra República de la mano"
 
Antonio Machado






1. Proclamación de la II República



Contexto Internacional: La proclamación de la II República pertenecería a la primera oleada democratizadora posterior a la I Guerra Mundial, aunque en España ésta es más tardía y más profunda. El proceso que transcurre entre 1931 y 1939 en España sería el de implantación, primero, y quiebra después, de la democracia, fenómeno este equiparable a lo sucedido en Europa durante las mismas fechas. De hecho, se podría decir que entre 1917 y 1945 transcurre una especie de “Guerra civil europea” ocasionada por el choque entre tres proyectos distintos: el liberalismo, el fascismo y el comunismo, representados durante la II Guerra Mundial, por los USA, la Alemania nazi y la URSS, respectivamente.



Crisis del sistema de la Restauración: La proclamación de la II República fue fruto del agotamiento del sistema de la Restauración. Tras el fracaso de la Dictadura del General Primo de Rivera y de los gobiernos de Berenguer y Aznar, el creciente apoyo popular a la oposición republicana conduce al radical cambio de régimen del 14 de abril de 1931. Las fuerzas antisistema fueron capaces de aglutinarse en torno al Pacto de San Sebastián, firmado el 17 de agosto de 1930, de composición republicana y que contó con la adhesión del PSOE y de la UGT. El régimen de Alfonso XIII intentó hacer viable su proyecto, convocando elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, que se saldaron con el triunfo de la oposición en las capitales de provincias, los distritos más libres de la influencia caciquil. Sucesivamente fue proclamada la República en varias ciudades y el Rey hubo de abandonar el país. Comienza así una etapa inaugural llena de optimismo. La República es conocida como la “niña bonita” y es percibida como un síntoma de modernización.


2. El Bienio Reformista

2.1 Gobierno Provisional. El mismo 14 de abril se constituyó el gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora y compuesto por destacados dirigentes de la Conjunción republicano-socialista: Lerroux (Estado), Azaña (Guerra), Maura (Gobernación), Prieto (Hacienda), Largo Caballero (Trabajo), etc. El 21 de abril se daba el primer paso para la autonomía de Cataluña, legalizándose el Consejo Provisional de la Generalitat presidido por Maciá.




Medidas del Gobierno Provisional: Las primeras medidas sociales del gobierno provisional tuvieron como objeto paliar la desesperada situación de los trabajadores y, en especial, de los jornaleros. Por ello, el ministro de Trabajo, el socialista Largo Caballero, promulgó una serie de decretos entre los que destacan: 
  • el Decreto de Términos municipales, que prohibía a los patronos la contratación de obreros fuera de su término municipal,para así proteger a los jornaleros en caso de huelga. 
  • el Decreto de Laboreo forzoso 
  • la prohibición del desahucio de los arrendatarios. 
  • la elevación generalizada de los salarios mediante su estipulación por las Bases del Trabajo
Bonares. 1932. Jornaleros exigiendo mejoras en las condiciones de trabajo. Fuente: http://www.bonaresdigital.es/siglo-xx-sabias-que-en-1931-y-1932/

También sobresalen las medidas emprendidas por el ministro de Instrucción pública, el radical-socialista Marcelino Domingo, consistentes en la elaboración de un plan quinquenal de creación de plazas escolares, la contratación urgente de numerosos maestros, la instauración de la coeducación y la supresión de la obligatoriedad de la educación religiosa.


Problemas: Entre los días 10 y 11 de mayo se produjo una quema indiscriminada de conventos en varias ciudades. Aunque no produjeron víctimas mortales, causó un duro golpe a la República. La desafección católica que originó se agravó a fines de mayo con la promulgación del Decreto de libertad de creencias y cultos y el abandono consiguiente de España por el Cardenal Segura.




Las elecciones constituyentes de 1931. El 28 de junio se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes, que resultaron ser un rotundo triunfo de la Conjunción (sobre todo del PSOE y de los radicales) frente al centro-derecha, quedando los monárquicos como testimoniales. El PSOE sería la minoría mayoritaria con 115 escaños, los radicales obtendrían 94 escaños, los Radical-socialistas 59, Esquerra Republicana de Catalunya, con mayoría aplastante en Cataluña, 31 y Acción Republicana 28. Nacían así unas Cortes Constituyentes de claro color progresista.



2.2 El sistema de partidos. Las fuerzas políticas y sindicales con protagonismo durante el primer bienio de la II República podrían agruparse en tres bloques: 

1º) La izquierda Obrera: el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) es, en esta época, el único partido español de masas. Se caracteriza en el primer bienio por su estrategia colaboracionista con los republicanos, consensuada entre sus principales dirigentes: Francisco Largo Caballero (líder del ala izquierda revolucionaria), Indalecio Prieto y Julián Besteiro (representantes del ala reformista y pro republicana). El PCE (Partido Comunista de España), en cambio, es muy débil hasta la Guerra Civil. En cuanto a los sindicatos, la UGT (Unión General de Trabajadores), el sindicato hermano del PSOE, era mayoritario, llegando al millón y medio de afiliados en 1933 contando con afiliados entre los trabajadores industriales, mineros y agrícolas de todo el país. Por su parte, el sindicato anarquista CNT (Confederación Nacional de Trabajadores) rozaba el millón de afiliados y era muy fuerte entre los jornaleros andaluces y los obreros catalanes. Su oposición a la República, al que veían como un régimen burgués, le enfrentó al resto de la izquierda durante el bienio reformista.
2º) Los partidos Republicanos. Se puede dividir en dos grupos en función de su apoyo a las políticas reformistas del gobierno de Azaña y de su postura a favor o en contra de los pactos con el PSOE.
  • La izquierda republicana se compone de los Radical-socialistas y de Acción Republicana, con el liderato de Manuel Azaña, amén de fuerzas regionales como la Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC) catalana o los galleguistas de la ORGA. Los Republicanos de Izquierda eran liberales en lo político, partidarios de integrar a la clase trabajadora en el sistema político y defensores de medidas sociales y económicas a favor de obreros y campesinos, lo que les convirtió en aliados del PSOE. 
  • El republicanismo de Centro se compone, sobre todo, de los Radicales de Alejandro Lerroux que son el partido más antiguo y el más votado del republicanismo y tenían una estrategia moderada representativa de las clases medias, por lo que eran progresistas en lo político pero conservadores en lo social; de ahí, su postura adversa a pactar con los socialistas. Otros partidos republicanos de centro o centro-derecha y opuestos a la política de Azaña son la Derecha Liberal Republicana (con Alcalá Zamora al frente y Miguel Maura) y el Partido Agrario
3ª) Las Derechas. Destaca la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) creada en 1933 y cuyo líder era Gil Robles. La mayoría de sus militantes eran monárquicos, aunque desconfiaban de Alfonso XIII, y su ideario era católico y conservador. Los monárquicos fieles a Alfonso de Borbón se agrupan en Renovación Española y los carlistas en Comunión Tradicionalista. Cabe mencionar también a las fuerzas nacionalistas conservadoras, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que evolucionará hacia el liberalismo democrático, y la Lliga Catalana, un partido moderado que podría ser enclavado en el centro republicano. 


2.3. La Constitución. La elaboración de la Constitución fue la tarea principal de las Cortes elegidas en Junio. Sus principales valedores fueron el PSOE y los partidos republicanos de izquierda y suponía un proyecto para la reforma social y política de España, centrado en los ideales de justicia social, libertad, derecho a la educación, laicismo y reconocimiento de las nacionalidades periféricas. En la Constitución, aprobada el 9 de Diciembre, España se definía como una República de trabajadores de toda clase que se organizan en un régimen de libertad y de justicia.


Principales rasgos de la Constitución: 

  • La Constitución daba paso a las autonomías regionales. España se define como un estado integral, a medias entre el federalismo y el centralismo, permitiendo la autonomía de las regiones y los municipios. 
  • Los Artículos 26 y 27 tratan sobre la polémica cuestión de las relaciones entre Iglesia y Estado. Se generó una fuerte disputa agraviada por la actitud intransigente de algunos republicanos, por un lado y de la derecha, por otro. El resultado fue la prohibición del ejercicio de la enseñanza a las órdenes religiosas y de la subvención a sus actividades por el estado, así como la disolución de las órdenes religiosas con voto de obediencia (los jesuitas). Las consecuencias fueron el abandono del gobierno por parte de los republicanos de derecha (Alcalá Zamora y Maura) y, más grave aún, que la Iglesia se convertiría en la primera fuerza opositora al régimen, movilizando a los católicos contra la República. 
  • El Artículo 44 admitía la expropiación forzosa de la propiedad privada por causa de utilidad pública. Esto permitía la nacionalización de los servicios públicos y las explotaciones mineras (entonces en manos de compañías extranjeras) y provocó otro enfrentamiento de la izquierda con los radicales y la derecha. 
  • La Educación pasaba a estar bajo control estatal y se consagraba la escuela unificada y laica. El Artículo 36 concedía el voto a las mujeres y se legalizaba el divorcio. 


2.4. El Gobierno de Azaña. La amplia mayoría de la izquierda permitió llevar a cabo un ambicioso programa reformista. Alcalá Zamora, elegido presidente de la República por el Parlamento, encargó a Manuel Azaña formar un gobierno el 15 de noviembre de 1931, que sería el de vida más larga de la República y que se sustentaría en la mayoría parlamentaria de los republicanos de izquierda y del PSOE. Su misión era afrontar los principales problemas del país inspirándose en la voluntad de modernización política y social que el proyecto republicano conllevaba.


Reformas

  • La solución de la llamada cuestión religiosa sería una de las piedras de toque del nuevo gobierno: La Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas del 2-VI-33 establecía la regulación de las Órdenes religiosas, la supresión de subsidios, la nacionalización del patrimonio eclesiástico y el cierre de los centros de enseñanza vinculados a la Iglesia. 
  • En educación se aumentó un 50% el presupuesto y se continuó con la línea emprendida por los decretos Marcelino Domingo. Además, se construyeron numerosas bibliotecas públicas, escolares y municipales. La reforma educativa republicana se complementó con la movilización de intelectuales como García Lorca que impulsaron proyectos de divulgación cultural, como el teatro “La Barraca” o las “Misiones Pedagógicas” 
El Teatro ambulante de las Misiones Pedagógicas. Fuente:http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/16/un-nuevo-vistazo-a-las-misiones-pedagogicas-de-la-republica/
  • La reforma militar sería fruto del interés personal de Azaña. Su objetivo era acabar con la hipertrofia de mandos en el ejército y el lastre presupuestario que esta suponía. El intento de crear un ejército reducido y operativo, garantizando su lealtad a la República, se llevó a cabo mediante la obligación a los altos mandos de la promesa de fidelidad a República, los decretos sobre retiros extraordinarios y la reforma de la Justicia Militar subordinándola a la civil. 
  • La legislación laboral fue obra del ministro socialista Largo Caballero y pretendía transformar las relaciones sociolaborales existentes hasta entonces por otras claramente favorables a los trabajadores. Se compuso de la Ley de Contratos de Trabajo (XI-31) que establecía la regulación de los convenios colectivos, las normas salariales, las condiciones de rescisión de los contratos, los derechos laborales, etc., de la Ley de Jurados Mixtos y de la creación de los seguros de maternidad y accidentes. Además, Largo Caballero aprovechó su estancia al frente del Ministerio para garantizar a su sindicato, la UGT, el monopolio de la representación obrera en los Jurados Mixtos. 
  • El gran proyecto del bienio fue la Reforma Agraria. La necesidad de la ley provenía, para los republicanos españoles, de su decisión de acabar con los latifundios generados por el acaparamiento de las tierras de labranza por las clases altas durante las desamortizaciones, a los que se les consideraba causantes del atraso de la agricultura española. La urgencia de la ley se debía a que la crisis económica internacional del 29 fue dramática para el campo español, especialmente para los jornaleros y arrendatarios del sur. La Reforma tenía como objetivos la redistribución de las tierras de cultivo, acabando con el binomio minifundio-latifundio, la disminución del paro agrario y el aumento de las hectáreas de regadíos. La Ley de Bases de la Reforma Agraria fue aprobada el 24 de agosto de 1932. Expropiaba sin indemnización las tierras de los Grandes de España, dejando disponibles 562.000 has para repartir entre los campesinos sin tierra. La cobertura técnica y financiera de los colonos se garantizaba con la creación del Instituto de Reforma Agraria y del Banco Nacional Agrario y de la adopción de un impuesto progresivo para financiar las nuevas instalaciones. Se acompañó de una Ley de Obras de Puesta en Riego y de un Decreto de Intensificación de Cultivos (X-32) para acabar con el paro mediante la ocupación de las propiedades no cultivadas por sus propietarios. La reforma tuvo un desarrollo muy lento y escasa financiación, por lo que se beneficiaron pocas familias campesinas. Esto produjo discrepancias entre los miembros de la Conjunción Republicano-Socialista por la marcha de la Reforma, ya que esta no satisfacía a los socialistas. Además contó con la decidida oposición de la CNT y de la oligarquía agraria. 
La crisis del bienio reformista tendrá varios factores: 
  • La crisis económica que provocó el aumento del paro y de la inflación, lo que, a su vez, desencadenó la alta conflictividad laboral (huelgas, ocupaciones de tierras, etc.) del periodo. Esta fue estimulada por tres razones: la citada coyuntura económica, la estrategia sindical de la CNT, contraria a las reformas y partidaria de la insurrección contra los patronos, y la obstrucción de los empresarios que se negaron a la concesión de subidas salariales y al cumplimiento de las leyes laborales. 
  • La actitud de la oposición derechista. Los conservadores se agruparon en torno a la Iglesia y a los sectores más reaccionarios del Ejército, cuyas tramas golpistas (como la célebre Sanjurjada de agosto de 1932) amenazaron al régimen. 
  • Las desavenencias entre los partidos republicanos por los pactos con el PSOE. Los republicanos de izquierda, con Azaña al frente, defendían la participación de los socialistas en el gobierno, mientras que los republicanos de derechas (Lerroux, Alcalá Zamora) eran contrarios a la misma. Naturalmente, mientras los primeros defendían las reformas emprendidas por Azaña, los segundos las consideraban demasiado radicales. 
  • En el PSOE, la alianza con los republicanos también producía resquemores, sobre todo en entre las bases. Para el PSOE, la República como régimen sólo tenía sentido si favorecía a la clase obrera. La lentitud en la aplicación de la reforma agraria y la incapacidad del gobierno para obligar a los empresarios a cumplir con las leyes laborales hizo que los socialistas, sobre todo los partidarios de Largo Caballero, perdieran su confianza en el pacto con los republicanos y en el gobierno. 
El desencadenante del final del gobierno de Azaña fue la matanza de Casas Viejas, ocurrida en enero de 1933. En esa pequeña localidad gaditana, campesinos anarquistas murieron tras un choque con las fuerzas del estado. La oposición responsabilizó a Manuel Azaña de lo ocurrido, mientras se agudizaban las diferencias entre republicanos y socialistas por la actuación de los guardias. El Presidente de la República, Alcalá Zamora aprovechó la situación para provocar una crisis de gobierno que culminó con la dimisión de Azaña y de los ministros socialistas. Lerroux fue nombrado presidente de un Gobierno que organizó unas nuevas elecciones en las que resultarían vencedores los partidos contrarios a las reformas, ya que el electorado de izquierdas castigó a los partidos de la Conjunción que, además, concurrieron separados a las mismas.
Las Victimas de Casas Viejas. (Fuente: http://historiacasasviejas.blogspot.com.es/2014/11/el-ninguneo-de-las-victimas-de-los_12.html)

El Balance del Bienio Reformista es, por tanto, deficitario, entre otras cosas, porque quedó inconcluso. Las reformas proyectadas no cuajaron por la falta de recursos económicos, la resistencia de los poderes tradicionales y la propia división dentro de la coalición gobernante.

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