1. Introducción. Los principios del Humanismo
El
termino Renacimiento
expresa la idea de recuperación (Recuperatio) de los principios
culturales de la Antigüedad clásica llevado a cabo por los
humanistas durante los siglos XV y XVI, primero en Italia, y después
en el resto de Europa. El Humanismo
fue un movimiento cultural que colocó al ser humano en el centro del
universo, cambiando la concepción medieval de éste, retomando, así,
la vieja máxima de Protágoras que afirmaba que “el hombre es la
medida de todas las cosas”.
El Hombre de Vitrubio. Dibujo de Leonardo Da Vinci
El
antropocentrismo humanista conlleva una visión optimista del ser
humano, que Pico della Mirandola expresó en su “Discurso sobre la
dignidad del hombre”, que se traduce en la fe en la capacidad
humana para hallar la perfección en todos los terrenos (moral,
político, artístico, científico, etc.), se manifiesta en el ideal
de la Virtú (la Virtud entendida como un sistema de valores éticos,
cívicos e intelectuales) y se difunde a través de los Studia
humanitatis, programa
de estudios que resume la confianza humanista en la educación como
instrumento de perfeccionamiento del ser humano.
La
Belleza
será el objetivo fundamental, identificada con la Verdad y la Razón.
Se redescubre al ser humano y a la naturaleza como manifestaciones de
ambas cosas y se potencia su estudio. Así el arte se convertirá en
una auténtica ciencia, ejemplo de ello lo tenemos en Leonardo da
Vinci que percibe el el arte como una forma de conocimiento de la
Naturaleza y, por tanto, del ser humano, pasando ambos a ser los
temas principales de las representaciones artísticas. Esta idea de
que el Arte y la Ciencia son asimilables desembocará en una estética
que combina Naturalismo
con Idealismo
y que tratará de representar la Idea de Belleza mediante la
observación de la Naturaleza.
La
clave del Renacimiento se encuentra en la voluntad de los humanistas
de mejorar el modelo de la Antigüedad clásica que tanto admiraban.
Introdujeron una nueva
periodización de la historia dividida en Antigüedad, Edad Oscura
(la Edad Media) y Modernidad, etapa protagonizada por ellos. Ellos
serían los “Modernos” y persiguen la innovación ya que no se
trata de imitar a griegos y romanos, sino de emularlos para
superarlos (Aemulatio frente a Imitatio).
El
humanismo es una cultura de síntesis que fusiona aristotelismo con
platonismo, dejando atrás a la escolástica medieval. De la misma
forma, perseguirá la integración del cristianismo con la cultura
clásica (ideal de los Papas Julio II o León X). Será, pues, una
cultura laica pero no anticristiana, definida por el cientificismo,
el empirismo, y el racionalismo frente al providencialismo medieval.
El
Renacimiento fue un movimiento universal que se extenderá desde
Italia al resto de Europa durante el siglo XVI, para pasar más tarde
hasta América. Obviamente, en cada país adoptará una personalidad
particular.
Mapa de Italia en el siglo XV
Su
gestación se produce, por tanto, en Italia, a finales del siglo XIV
o “Trecento”
para desarrollarse en la centuria siguiente, el siglo XV o
“Quattrocento”,
con capital artística ahora en Florencia, donde se produce lo que
conocemos como Primer Renacimiento, etapa que da paso al siglo XVI o
“Cinquecento”,
el momento del pleno renacimiento, con Roma como centro.
Se
desarrolla en un marco socioeconómico marcado por el avance de un
capitalismo incipiente que propicia un florecimiento urbano y
un cambio de mentalidades caracterizado por el surgimiento del
individualismo burgués, autentico telón de fondo de la nueva
mentalidad renacentista. Como consecuencia de ello desaparecerá el
anonimato artístico y cobrará fuerza el rol del artista que pasará
a ser independiente, no sometido a gremios y financiado por los
mecenas, procedentes de familias urbanas acaudaladas, hasta que el
Papado o las casas reales europeas recuperen este papel.
Los
hallazgos del Humanismo no se limitaron a las artes sino que
coexistieron con la revolución científica emprendida por Copérnico,
Galileo o Kepler y con hechos como los descubrimientos geográficos o
la invención de la imprenta.
Typus Orbis Terrarum. Mapamundi realizado por Abraham Ortelius. 1581
2.
Características generales del Arte del Renacimiento italiano.
La
Arquitectura Renacentista.
Las
características
principales en Arquitectura serán:
La
pasión por la teoría, consecuencia de la identificación entre
arte y ciencia. En este sentido, destaca la reedición del tratado
de Arquitectura del romano Vitruvio, autor del que se retoma la idea
de una escala en arquitectura basada en la figura humana.
La
recuperación de elementos constructivos de la antigüedad, sobre
todo de la arquitectura romana. Así veremos utilizar de nuevo la
columna, como elemento básico de soporte con sus diferentes
órdenes, los frontones de remate, las cubiertas planas de madera,
el arco de medio punto, etc.
La
concepción del espacio como un todo unitario, abarcable por el ser
humano y ordenado por la perspectiva. Prevalecerá la horizontalidad
frente a la verticalidad del Gótico.
La
Proporción, la Armonía y la Simetría entre las formas geométricas
que constituyen las partes de un templo son los principios
fundamentales. Se utiliza la llamada “proporción aúrea”,
Las
Iglesias
continúan siendo los
edificios más emblemáticos de las ciudades europeas. Los
arquitectos renacentistas preferirán la planta centralizada (la
planta de cruz griega o la circular) a la basilical. La razón está
en la búsqueda de un espacio único que pueda ser perfectamente
abarcable por el ojo humano y que sea perfecto, como el círculo.
Una solución para integrar ambas plantas será mantener un cuerpo
longitudinal dividido en naves, sustituyendo la cabecera gótica
hipertrofiada por un círculo rematado por una cúpula.
El
Renacimiento se desarrolla durante la revitalización de las
ciudades italianas que emulaban el esplendor de las antiguas polis
griegas o de la propia Roma. Es por ello, que recuperaron el
urbanismo
como medio de consecución de una ciudad perfecta, a la altura de
los ideales renacentistas de belleza. Por eso, se realizaron
proyectos que, lamentablemente, nunca se realizaron. Estos se
basaban en el diseño de ciudades con plano centralizado como el de
estrella.
Dentro
de la arquitectura civil
destacan
el Palacio, con
los típicos exteriores compuestos por sillares almohadillados,
que
tendrá una gran demanda gracias al enriquecimiento de las familias
burguesas italianas
y
la Villa,
viviendas campestres
al estilo romano.
La
Escultura Renacentista.
Inspiración
en las formas clásicas. Recuperación del ideal de belleza clásico.
Naturalismo.
Búsqueda de la veracidad en la representación de la naturaleza y
del cuerpo humano. Interés en la representación del hombre desnudo
respetando los principios de proporción y reproducción exacta de
la anatomía humana, siguiendo el canon establecido por autores
clásicos como Policleto.
Recuperación
de temas clásicos como la estatua ecuestre o los mitológicos.
Entre los temas religiosos merece especial atención la escultura
funeraria, relacionada con la idea humanista del triunfo sobre la
muerte, a través de la “fama” conseguida mediante la práctica
en vida de la “Virtu”.
Aplicación
de la perspectiva. Uso de esquemas geométricos. Composición
racional.
Predominio
de la línea curva, indicadora de movimiento.
Tendencia
al monumentalismo e independencia respecto a la arquitectura.
Entre
los materiales utilizados destacan el mármol y el bronce.
Dibujo de Miguel Ángel
La
Pintura Renacentista
Naturalismo:
estudio exhaustivo de la anatomía humana y de la naturaleza
Racionalismo
compositivo. En el arte renacentista, es necesaria la la existencia
de una composición que facilite la visión y la comprensión de la
misma por un individuo desde un punto, dado el papel protagonista
que se asigna al espectador.
Utilización
de elementos científicos y aplicación de la perspectiva para
conseguir la tridimensionalidad.
Utilización
de una arquitectura imaginaria e ideal para determinar el espacio y
fijar la perspectiva: las rectas de la arquitectura se configuran
como líneas de fuga. El paisaje también cobrará una gran
importancia y será utilizado para dotar de profundidad a la escena.
Dominio
del dibujo sobre el color
Utilización
de la luz para delimitar los espacios y jerarquizarlos.
Introducción
del tema mitológico que demuestra el ambiente profano del
Renacimiento y la importancia que concede a la antigüedad. El mito
también constituye una alegoría histórica del presente que
ensalza a la burguesía italiana y su labor de mecenazgo y al propio
humanismo. Las narraciones mitológicas facilitaron un tema de
especial trascendencia: el desnudo
Importancia
del retrato. Éste intentará reflejar las peculiaridades físicas y
psicológicas del personaje retratado.
Incorporación
de nuevas técnicas y soportes como la pintura al óleo, el lienzo..
La Escuela de Atenas de Rafael