1.2 Los Gobiernos durante la Regencia de Mª Cristina. El Estatuto Real y la Constitución de 1837
Durante la Regencia de María Cristina se produjo en España la liquidación del Antiguo Régimen y la construcción de un sistema político y económico liberal. Esto se debió más a una solución de compromiso que a una revolución burguesa ya que se produjo por un pacto entre las élites del Antiguo Régimen: la Corona necesitaba del apoyo de los liberales para vencer a los carlistas y mantener a Isabel II en el trono, mientras que los liberales conservadores rechazaban las experiencias revolucionarias tras el fracaso de las Cortes de Cádiz y del Trienio Liberal.
Doña María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, reina de España |
A) El Estatuto Real
María Cristina inició su Regencia, amnistiando a exiliados liberales y encomendando el Gobierno a los ministros de su marido más inclinados a las reformas como Cea Bermúdez o Javier de Burgos que, en 1833, llevó a cabo una reforma de la Administración de la que hemos heredado la actual división del territorio español en provincias y de éstas en partidos judiciales.
Sin embargo, la amenaza de los carlistas evidenció que sólo un acuerdo con los liberales podría mantener a ella y a su hija en el trono. Así que llamó a Martínez de la Rosa, un liberal moderado, para que formara un gobierno que hiciera frente a la insurrección carlista e integrara a los liberales más conservadores en el sistema sin alterar los poderes de la Corona.
Martínez de la Rosa emprendió una serie de reformas políticas y económicas moderadas. Entre ellas destacó la elaboración del Estatuto Real en 1834.
Se trata de una carta otorgada (llamamos carta otorgada al documento que, al contrario que una Constitución que es elaborada por un parlamento representativo, es redactado por un Rey y aprobado por él) concedida por la voluntad de la Regente, en la que se establecen algunas reformas del sistema político:
- Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes
- La Corona se reserva el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa, podía convocar y suspender Cortes cuando quisiera y cualquier ley, además de la aprobación de las Cámaras, necesitaba el consentimiento del rey (derecho de veto).
- Cortes bicamerales formadas por la Cámara de Próceres, constituida por los Grandes de España y otros designados de forma vitalicia por el monarca, y la Cámara de Procuradores, elegida mediante sufragio.
- Sufragio censitario muy restringido. Solo los varones de más de treinta años que poseyeran una renta superior a doce mil reales anuales tenían derecho de voto.
Evidentemente, la elaboración del Estatuto Real no consiguió integrar a todos los liberales en el sistema político, especialmente a los más avanzados, ya que no recogía la soberanía nacional, una división de poderes efectiva e impedía la participación de las clases medias. La insuficiencia de las reformas de Martínez de la Rosa, en un contexto de guerra civil contra los carlistas, llevó a que los liberales terminaran por escindirse en dos grupos, división ya iniciada en el Trienio Liberal:
- Moderados, antiguos doceañistas y partidarios de un liberalismo más conservador
- Progresistas, antiguos exaltados
La presión de los carlistas en el Norte obligó a Martínez de la Rosa a permitir la formación de milicias urbanas, un cuerpo armado compuesto de voluntarios procedentes de las clases medias inspirado en la Milicia Nacional creada en la Constitución de Cádiz y que se convertirá en la tropa del choque del liberalismo progresista en España. De hecho, en el verano de 1835, las Milicias protagonizaron revueltas en las principales ciudades españolas que acabaron con el gobierno de Martínez de la Rosa y su sustitución por el también viejo político liberal, el Conde de Toreno. Lo más destacado de este gobierno fue el nombramiento de Juan Álvarez Mendizábal, un político progresista, como ministro de Hacienda.
Retrato de Mendizábal |
B) Los gobiernos de Mendizábal.
Mendizábal protagonizó la política española entre 1835 y 1837 como presidente del gobierno o como Ministro de Hacienda o de Estado. Su objetivo era restablecer la obra de las Cortes de Cádiz, algo que ya había sido intentado durante el Trienio Liberal sin éxito. Mendizábal, en cambio, si consiguió llevar a cabo las reformas necesarias para construir el estado liberal y el sistema económico capitalista.
En Septiembre de 1835, Mendizábal es encargado de formar gobierno. Las principales líneas del gobierno de su gobierno son:
- Sanear la Hacienda aumentando los ingresos fiscales, vendiendo bienes, reduciendo gastos y renegociando prestamos
- La Desamortización de los bienes de la Iglesia (Conventos, congregaciones, bienes clero secular…) y la prohibición del cobro de tributos a la Iglesia (el Diezmo). La Desamortización tenía un triple objetivo: Recaudar dinero para sanear las cuentas del estado y financiar la guerra contra los carlistas; socavar el poder económico del clero; crear una clase de campesinos acomodados que apoyaran el régimen liberal. Los dos primeros se consiguieron relativamente mientras que el tercero no se cumplió. Es más, la principal beneficiaria fue la Nobleza que acaparó la compra de tierras, lo que explica también su aceptación del liberalismo en su versión moderada.
- El reforzamiento del Ejército impulsando el reclutamiento de quintas para acabar con la guerra carlista.
- La reforma del Estatuto Real para conseguir el apoyo de los liberales al régimen.
Mendizábal dimitió como Presidente del Gobierno en Mayo de 1836 por sus desavenencias con la Regente. Sin embargo, en agosto volvió al gobierno tras el estallido de la "Sargentada de la Granja", un pronunciamiento de los sargentos de la Guardia Real, apoyado por el partido progresista, que fue secundado en numerosas ciudades y que obligó a la Reina Regente, que descansaba en el palacio de la Granja (Segovia), a suspender el Estatuto Real y proclamar la Constitución de 1812. María Cristina tuvo que aceptar que los militares se inmiscuyeran en el poder y llamar a los progresistas al poder. Una vez en el gobierno, con José María Calatrava como presidente y Mendizábal como Ministro de Hacienda, iniciaron un proceso de reforma de la Constitución de Cádiz, buscando el compromiso con los moderados mediante una serie de concesiones. El resultado fue la aprobación por las Cortes de la Constitución de 1837 que presentó los siguientes rasgos:
- Es una Constitución de equilibrio entre las diversas tendencias del liberalismo español.
- Reconocimiento del principio de la soberanía nacional.
- División de poderes.
- El Rey detenta el poder ejecutivo y cuenta con la iniciativa legislativa. Posee, además, derecho de veto ilimitado. El rey designa a los senadores y nombra a los ministros, que deben ser aceptados por las Cortes. En caso de desacuerdo, el rey podía optar por la disolución de las Cortes.
- Cortes bicamerales: Congreso de los Diputados y Senado. Todas las leyes deben ser aprobadas por ambas cámaras. El Congreso es enteramente electivo. El Senado es nombrado por el rey, tras elección de una terna por el cuerpo electoral.
- Los Ayuntamientos son elegidos por los vecinos.
- Declaración de derechos del Hombre y Ciudadano. Se recogían diferentes derechos individuales como la libertad de imprenta.
- Combina la Confesionalidad católica con la tolerancia hacia otras religiones. El Estado se comprometía a subvencionar al clero expropiado con las desamortizaciones.
En 1837, fuera de la Constitución que no determinaba el tipo de sufragio, se aprobó una ley electoral que estableció el voto censitario masculino. Tenían derecho de voto los mayores contribuyentes (a través de una cuota impositiva mínima directa) y personas con un determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la enseñanza pública, doctores, licenciados, curas párrocos. En total, participan unos 240.000 varones de más de 25 años, el 2,2% de la población.
El gobierno de Calatrava y Mendizábal llevó a cabo, además, otras reformas significativas que supusieron la consolidación definitiva del liberalismo en España y la eliminación del feudalismo. Por ejemplo, acometieron la abolición definitiva de los señoríos, los diezmos o los mayorazgos y la supresión de los gremios.
c) El "Trienio Moderado"
A partir de 1837, se suceden varios gobiernos formados por los liberales moderados que inician reformas, como la de la Instrucción Primaria o la Ley de Minas de 1839, que liberalizó las minas, hasta entonces monopolio real. Sin embargo, las notas más características del periodo son el avance del Ejército contra los carlistas que fueron derrotados en 1840 y la inestabilidad de los partidos políticos. Esto favoreció la pujanza de los militares que, como el moderado Narváez o el progresista Espartero, pasarán a protagonizar la política española.