viernes, 12 de febrero de 2021

3º de ESO. La agricultura de mercado.

Definición


Es la agricultura orientada a la venta de productos en el mercado, no a la subsistencia.

Objetivos


Aumentar los beneficios y reducir los costes de producción.

Características


  1. La mecanización del campo.
  2. La utilización de técnicas modernas (fertilizantes, regadíos..) que permiten aumentar la productividad, disminuir la cantidad de mano de obra empleada y disminuir los precios
  3. La especialización en un cultivo determinado que mejora la comercialización ya que se adapta a una demanda existente en el mercado.
  4. La comercialización gracias al desarrollo de los medios de transporte y de las infraestructuras (carreteras, puertos, etc..)


Tipos


La Agricultura Mediterránea:

  • Localización: Europa mediterránea (España, Italia, etc.), África del norte (Argelia), Suroeste de EEUU (California), Chile, Australia, etc...
  • Se caracteriza por la convivencia de la agricultura tradicional con técnicas procedentes de la nueva agricultura (riego por goteo, invernaderos, cultivos hidropónicos..)
  • Utilizan mucha mano de obra, aunque concentrada en determinadas fases (recogida..)
  • Los cultivos más importantes son la Triada Mediterránea (olivo, trigo y vid), los hortofrutícolas (fresa de Huelva, tomate de Almería) desarrollados gracias a la proliferación de regadíos e invernaderos y los subtropicales (piña, aguacate, mango..).

La agricultura extensiva de alta mecanización:

  • Localización: EEUU (Grandes llanuras), Canadá, Australia, Argentina, Rusia..)
  • Se caracteriza por el cultivo de grandes explotaciones con una alta mecanización.
  • Suelen ser monocultivos (cereales, algodón, soja, etc.)

La agricultura de policultivos y pastos extensivos: 

  • Localización: Europa Atlántica y noreste de América.
  • Se caracteriza por las explotaciones de tamaño medio y la convivencia con la ganadería.
  • Suelen ser policultivos (cereales..) combinados con la producción de lácteos y carne.

La agricultura de plantaciones:

  • Localización: Trópicos de América y África.
  • Se caracteriza por las grandes explotaciones, propiedad de multinacionales extranjeras, que utilizan una elevada mano de obra.
  • Suelen ser cultivos tradicionales de exportación como el cacao o el azúcar.


Espacios Agrarios en el mundo

jueves, 11 de febrero de 2021

Historia de España. Bloque 10. II República Española: El Bienio Reformista

"Con las primeras hojas de los chopos y las últimas flores de los almendros, 
la primavera traía a nuestra República de la mano"
 
Antonio Machado






1. Proclamación de la II República



Contexto Internacional: La proclamación de la II República pertenecería a la primera oleada democratizadora posterior a la I Guerra Mundial, aunque en España ésta es más tardía y más profunda. El proceso que transcurre entre 1931 y 1939 en España sería el de implantación, primero, y quiebra después, de la democracia, fenómeno este equiparable a lo sucedido en Europa durante las mismas fechas. De hecho, se podría decir que entre 1917 y 1945 transcurre una especie de “Guerra civil europea” ocasionada por el choque entre tres proyectos distintos: el liberalismo, el fascismo y el comunismo, representados durante la II Guerra Mundial, por los USA, la Alemania nazi y la URSS, respectivamente.



Crisis del sistema de la Restauración: La proclamación de la II República fue fruto del agotamiento del sistema de la Restauración. Tras el fracaso de la Dictadura del General Primo de Rivera y de los gobiernos de Berenguer y Aznar, el creciente apoyo popular a la oposición republicana conduce al radical cambio de régimen del 14 de abril de 1931. Las fuerzas antisistema fueron capaces de aglutinarse en torno al Pacto de San Sebastián, firmado el 17 de agosto de 1930, de composición republicana y que contó con la adhesión del PSOE y de la UGT. El régimen de Alfonso XIII intentó hacer viable su proyecto, convocando elecciones municipales para el 12 de abril de 1931, que se saldaron con el triunfo de la oposición en las capitales de provincias, los distritos más libres de la influencia caciquil. Sucesivamente fue proclamada la República en varias ciudades y el Rey hubo de abandonar el país. Comienza así una etapa inaugural llena de optimismo. La República es conocida como la “niña bonita” y es percibida como un síntoma de modernización.


2. El Bienio Reformista

2.1 Gobierno Provisional. El mismo 14 de abril se constituyó el gobierno provisional presidido por Alcalá Zamora y compuesto por destacados dirigentes de la Conjunción republicano-socialista: Lerroux (Estado), Azaña (Guerra), Maura (Gobernación), Prieto (Hacienda), Largo Caballero (Trabajo), etc. El 21 de abril se daba el primer paso para la autonomía de Cataluña, legalizándose el Consejo Provisional de la Generalitat presidido por Maciá.




Medidas del Gobierno Provisional: Las primeras medidas sociales del gobierno provisional tuvieron como objeto paliar la desesperada situación de los trabajadores y, en especial, de los jornaleros. Por ello, el ministro de Trabajo, el socialista Largo Caballero, promulgó una serie de decretos entre los que destacan: 
  • el Decreto de Términos municipales, que prohibía a los patronos la contratación de obreros fuera de su término municipal,para así proteger a los jornaleros en caso de huelga. 
  • el Decreto de Laboreo forzoso 
  • la prohibición del desahucio de los arrendatarios. 
  • la elevación generalizada de los salarios mediante su estipulación por las Bases del Trabajo
Bonares. 1932. Jornaleros exigiendo mejoras en las condiciones de trabajo. Fuente: http://www.bonaresdigital.es/siglo-xx-sabias-que-en-1931-y-1932/

También sobresalen las medidas emprendidas por el ministro de Instrucción pública, el radical-socialista Marcelino Domingo, consistentes en la elaboración de un plan quinquenal de creación de plazas escolares, la contratación urgente de numerosos maestros, la instauración de la coeducación y la supresión de la obligatoriedad de la educación religiosa.


Problemas: Entre los días 10 y 11 de mayo se produjo una quema indiscriminada de conventos en varias ciudades. Aunque no produjeron víctimas mortales, causó un duro golpe a la República. La desafección católica que originó se agravó a fines de mayo con la promulgación del Decreto de libertad de creencias y cultos y el abandono consiguiente de España por el Cardenal Segura.




Las elecciones constituyentes de 1931. El 28 de junio se celebraron elecciones a Cortes Constituyentes, que resultaron ser un rotundo triunfo de la Conjunción (sobre todo del PSOE y de los radicales) frente al centro-derecha, quedando los monárquicos como testimoniales. El PSOE sería la minoría mayoritaria con 115 escaños, los radicales obtendrían 94 escaños, los Radical-socialistas 59, Esquerra Republicana de Catalunya, con mayoría aplastante en Cataluña, 31 y Acción Republicana 28. Nacían así unas Cortes Constituyentes de claro color progresista.



2.2 El sistema de partidos. Las fuerzas políticas y sindicales con protagonismo durante el primer bienio de la II República podrían agruparse en tres bloques: 

1º) La izquierda Obrera: el PSOE (Partido Socialista Obrero Español) es, en esta época, el único partido español de masas. Se caracteriza en el primer bienio por su estrategia colaboracionista con los republicanos, consensuada entre sus principales dirigentes: Francisco Largo Caballero (líder del ala izquierda revolucionaria), Indalecio Prieto y Julián Besteiro (representantes del ala reformista y pro republicana). El PCE (Partido Comunista de España), en cambio, es muy débil hasta la Guerra Civil. En cuanto a los sindicatos, la UGT (Unión General de Trabajadores), el sindicato hermano del PSOE, era mayoritario, llegando al millón y medio de afiliados en 1933 contando con afiliados entre los trabajadores industriales, mineros y agrícolas de todo el país. Por su parte, el sindicato anarquista CNT (Confederación Nacional de Trabajadores) rozaba el millón de afiliados y era muy fuerte entre los jornaleros andaluces y los obreros catalanes. Su oposición a la República, al que veían como un régimen burgués, le enfrentó al resto de la izquierda durante el bienio reformista.
2º) Los partidos Republicanos. Se puede dividir en dos grupos en función de su apoyo a las políticas reformistas del gobierno de Azaña y de su postura a favor o en contra de los pactos con el PSOE.
  • La izquierda republicana se compone de los Radical-socialistas y de Acción Republicana, con el liderato de Manuel Azaña, amén de fuerzas regionales como la Ezquerra Republicana de Catalunya (ERC) catalana o los galleguistas de la ORGA. Los Republicanos de Izquierda eran liberales en lo político, partidarios de integrar a la clase trabajadora en el sistema político y defensores de medidas sociales y económicas a favor de obreros y campesinos, lo que les convirtió en aliados del PSOE. 
  • El republicanismo de Centro se compone, sobre todo, de los Radicales de Alejandro Lerroux que son el partido más antiguo y el más votado del republicanismo y tenían una estrategia moderada representativa de las clases medias, por lo que eran progresistas en lo político pero conservadores en lo social; de ahí, su postura adversa a pactar con los socialistas. Otros partidos republicanos de centro o centro-derecha y opuestos a la política de Azaña son la Derecha Liberal Republicana (con Alcalá Zamora al frente y Miguel Maura) y el Partido Agrario
3ª) Las Derechas. Destaca la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) creada en 1933 y cuyo líder era Gil Robles. La mayoría de sus militantes eran monárquicos, aunque desconfiaban de Alfonso XIII, y su ideario era católico y conservador. Los monárquicos fieles a Alfonso de Borbón se agrupan en Renovación Española y los carlistas en Comunión Tradicionalista. Cabe mencionar también a las fuerzas nacionalistas conservadoras, el Partido Nacionalista Vasco (PNV), que evolucionará hacia el liberalismo democrático, y la Lliga Catalana, un partido moderado que podría ser enclavado en el centro republicano. 


2.3. La Constitución. La elaboración de la Constitución fue la tarea principal de las Cortes elegidas en Junio. Sus principales valedores fueron el PSOE y los partidos republicanos de izquierda y suponía un proyecto para la reforma social y política de España, centrado en los ideales de justicia social, libertad, derecho a la educación, laicismo y reconocimiento de las nacionalidades periféricas. En la Constitución, aprobada el 9 de Diciembre, España se definía como una República de trabajadores de toda clase que se organizan en un régimen de libertad y de justicia.


Principales rasgos de la Constitución: 

  • La Constitución daba paso a las autonomías regionales. España se define como un estado integral, a medias entre el federalismo y el centralismo, permitiendo la autonomía de las regiones y los municipios. 
  • Los Artículos 26 y 27 tratan sobre la polémica cuestión de las relaciones entre Iglesia y Estado. Se generó una fuerte disputa agraviada por la actitud intransigente de algunos republicanos, por un lado y de la derecha, por otro. El resultado fue la prohibición del ejercicio de la enseñanza a las órdenes religiosas y de la subvención a sus actividades por el estado, así como la disolución de las órdenes religiosas con voto de obediencia (los jesuitas). Las consecuencias fueron el abandono del gobierno por parte de los republicanos de derecha (Alcalá Zamora y Maura) y, más grave aún, que la Iglesia se convertiría en la primera fuerza opositora al régimen, movilizando a los católicos contra la República. 
  • El Artículo 44 admitía la expropiación forzosa de la propiedad privada por causa de utilidad pública. Esto permitía la nacionalización de los servicios públicos y las explotaciones mineras (entonces en manos de compañías extranjeras) y provocó otro enfrentamiento de la izquierda con los radicales y la derecha. 
  • La Educación pasaba a estar bajo control estatal y se consagraba la escuela unificada y laica. El Artículo 36 concedía el voto a las mujeres y se legalizaba el divorcio. 


2.4. El Gobierno de Azaña. La amplia mayoría de la izquierda permitió llevar a cabo un ambicioso programa reformista. Alcalá Zamora, elegido presidente de la República por el Parlamento, encargó a Manuel Azaña formar un gobierno el 15 de noviembre de 1931, que sería el de vida más larga de la República y que se sustentaría en la mayoría parlamentaria de los republicanos de izquierda y del PSOE. Su misión era afrontar los principales problemas del país inspirándose en la voluntad de modernización política y social que el proyecto republicano conllevaba.


Reformas

  • La solución de la llamada cuestión religiosa sería una de las piedras de toque del nuevo gobierno: La Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas del 2-VI-33 establecía la regulación de las Órdenes religiosas, la supresión de subsidios, la nacionalización del patrimonio eclesiástico y el cierre de los centros de enseñanza vinculados a la Iglesia. 
  • En educación se aumentó un 50% el presupuesto y se continuó con la línea emprendida por los decretos Marcelino Domingo. Además, se construyeron numerosas bibliotecas públicas, escolares y municipales. La reforma educativa republicana se complementó con la movilización de intelectuales como García Lorca que impulsaron proyectos de divulgación cultural, como el teatro “La Barraca” o las “Misiones Pedagógicas” 
El Teatro ambulante de las Misiones Pedagógicas. Fuente:http://eldiariodelaeducacion.com/blog/2016/12/16/un-nuevo-vistazo-a-las-misiones-pedagogicas-de-la-republica/
  • La reforma militar sería fruto del interés personal de Azaña. Su objetivo era acabar con la hipertrofia de mandos en el ejército y el lastre presupuestario que esta suponía. El intento de crear un ejército reducido y operativo, garantizando su lealtad a la República, se llevó a cabo mediante la obligación a los altos mandos de la promesa de fidelidad a República, los decretos sobre retiros extraordinarios y la reforma de la Justicia Militar subordinándola a la civil. 
  • La legislación laboral fue obra del ministro socialista Largo Caballero y pretendía transformar las relaciones sociolaborales existentes hasta entonces por otras claramente favorables a los trabajadores. Se compuso de la Ley de Contratos de Trabajo (XI-31) que establecía la regulación de los convenios colectivos, las normas salariales, las condiciones de rescisión de los contratos, los derechos laborales, etc., de la Ley de Jurados Mixtos y de la creación de los seguros de maternidad y accidentes. Además, Largo Caballero aprovechó su estancia al frente del Ministerio para garantizar a su sindicato, la UGT, el monopolio de la representación obrera en los Jurados Mixtos. 
  • El gran proyecto del bienio fue la Reforma Agraria. La necesidad de la ley provenía, para los republicanos españoles, de su decisión de acabar con los latifundios generados por el acaparamiento de las tierras de labranza por las clases altas durante las desamortizaciones, a los que se les consideraba causantes del atraso de la agricultura española. La urgencia de la ley se debía a que la crisis económica internacional del 29 fue dramática para el campo español, especialmente para los jornaleros y arrendatarios del sur. La Reforma tenía como objetivos la redistribución de las tierras de cultivo, acabando con el binomio minifundio-latifundio, la disminución del paro agrario y el aumento de las hectáreas de regadíos. La Ley de Bases de la Reforma Agraria fue aprobada el 24 de agosto de 1932. Expropiaba sin indemnización las tierras de los Grandes de España, dejando disponibles 562.000 has para repartir entre los campesinos sin tierra. La cobertura técnica y financiera de los colonos se garantizaba con la creación del Instituto de Reforma Agraria y del Banco Nacional Agrario y de la adopción de un impuesto progresivo para financiar las nuevas instalaciones. Se acompañó de una Ley de Obras de Puesta en Riego y de un Decreto de Intensificación de Cultivos (X-32) para acabar con el paro mediante la ocupación de las propiedades no cultivadas por sus propietarios. La reforma tuvo un desarrollo muy lento y escasa financiación, por lo que se beneficiaron pocas familias campesinas. Esto produjo discrepancias entre los miembros de la Conjunción Republicano-Socialista por la marcha de la Reforma, ya que esta no satisfacía a los socialistas. Además contó con la decidida oposición de la CNT y de la oligarquía agraria. 
La crisis del bienio reformista tendrá varios factores: 
  • La crisis económica que provocó el aumento del paro y de la inflación, lo que, a su vez, desencadenó la alta conflictividad laboral (huelgas, ocupaciones de tierras, etc.) del periodo. Esta fue estimulada por tres razones: la citada coyuntura económica, la estrategia sindical de la CNT, contraria a las reformas y partidaria de la insurrección contra los patronos, y la obstrucción de los empresarios que se negaron a la concesión de subidas salariales y al cumplimiento de las leyes laborales. 
  • La actitud de la oposición derechista. Los conservadores se agruparon en torno a la Iglesia y a los sectores más reaccionarios del Ejército, cuyas tramas golpistas (como la célebre Sanjurjada de agosto de 1932) amenazaron al régimen. 
  • Las desavenencias entre los partidos republicanos por los pactos con el PSOE. Los republicanos de izquierda, con Azaña al frente, defendían la participación de los socialistas en el gobierno, mientras que los republicanos de derechas (Lerroux, Alcalá Zamora) eran contrarios a la misma. Naturalmente, mientras los primeros defendían las reformas emprendidas por Azaña, los segundos las consideraban demasiado radicales. 
  • En el PSOE, la alianza con los republicanos también producía resquemores, sobre todo en entre las bases. Para el PSOE, la República como régimen sólo tenía sentido si favorecía a la clase obrera. La lentitud en la aplicación de la reforma agraria y la incapacidad del gobierno para obligar a los empresarios a cumplir con las leyes laborales hizo que los socialistas, sobre todo los partidarios de Largo Caballero, perdieran su confianza en el pacto con los republicanos y en el gobierno. 
El desencadenante del final del gobierno de Azaña fue la matanza de Casas Viejas, ocurrida en enero de 1933. En esa pequeña localidad gaditana, campesinos anarquistas murieron tras un choque con las fuerzas del estado. La oposición responsabilizó a Manuel Azaña de lo ocurrido, mientras se agudizaban las diferencias entre republicanos y socialistas por la actuación de los guardias. El Presidente de la República, Alcalá Zamora aprovechó la situación para provocar una crisis de gobierno que culminó con la dimisión de Azaña y de los ministros socialistas. Lerroux fue nombrado presidente de un Gobierno que organizó unas nuevas elecciones en las que resultarían vencedores los partidos contrarios a las reformas, ya que el electorado de izquierdas castigó a los partidos de la Conjunción que, además, concurrieron separados a las mismas.
Las Victimas de Casas Viejas. (Fuente: http://historiacasasviejas.blogspot.com.es/2014/11/el-ninguneo-de-las-victimas-de-los_12.html)

El Balance del Bienio Reformista es, por tanto, deficitario, entre otras cosas, porque quedó inconcluso. Las reformas proyectadas no cuajaron por la falta de recursos económicos, la resistencia de los poderes tradicionales y la propia división dentro de la coalición gobernante.

martes, 9 de febrero de 2021

2º de ESO. La Baja Edad Media. Las Ciudades medievales

 ¡Hola a tod@s!

Comenzamos una nueva unidad que se corresponde con el tema 5 del libro de texto, Las Ciudades de la Europa Medieval.

Actividad 1. Iniciamos la unidad con el mapa de Europa del año 1300. Para completarlo podemos utilizar como referencia el mapa siguiente:

Recuerda que tienes que incluir en tu mapa a las ciudades de Roma y Constantinopla.

Teoría: La Baja Edad Media.

Vamos a describir mediante un esquema en la pizarra, que entendemos por la Baja Edad Media y cuales fueron los principales cambios políticos, económicos y sociales a los que se asistió en dicha época.

Actividades 2, 3 y 4. Son las que se encuentran en la Hoja de Actividades nº 1 de esta unidad y que repartimos el 10 de febrero en clase.


Actividad 5. Realiza una pirámide que represente a la sociedad urbana medieval. Puedes utilizar el libro de texto como ayuda (página 102) o la siguiente infografía.



 

Semana del 16 al 18 de febrero


Actividad 6. Explica como se organizaba el gobierno de una ciudad (página 102 del libro de texto)

Actividad 7. Realiza un esquema sobre los artesanos y los gremios (página 104 de libro de texto) que contenga los siguientes puntos :

a) ¿Qué clases de artesanos existían?
b) ¿Qué era un gremio y qué normas establecía?

Actividad 8. Lee el texto “Los Gremios” de la página 104 del libro de texto y responde a las siguientes preguntas:

a) ¿Quién concedía el permiso para ejercer de artesano?
b) ¿Cuántos telares podía tener un taller?
c) ¿Cuántos aprendices podía tener un maestro?
d) ¿Cómo se regulaba la duración de la jornada laboral?


Semana del 24 al 26 de febrero


Teoría: La expansión del comercio europeo durante la Baja Edad Media

Ya vimos en la actividad 4 como el crecimiento de las ciudades fue consecuencia del aumento del comercio. Este se organizaba mediante ferias en las principales ciudades en las que inicialmente se intercambiaban productos locales, que fueron dejando paso, poco a poco, a artículos llegados de territorios lejanos como el Norte de Europa, Asia o África. 

Las principales rutas comerciales fueron las siguientes:

Marítimas:
  1. La ruta del Mediterráneo  que importaba productos de lujo (seda, especias, tejidos..) procedentes de Asia, a través de la Ruta de la Seda. La ruta se iniciaba en Constantinopla y llegaba a los puertos del Norte de Italia (Venecia, Génova) y a los de la Corona de Aragón (Barcelona, Valencia)
  2. La ruta del Atlántico transportaba productos como la lana, el hierro o el vino desde los puertos de Sevilla, Lisboa, Santander o Bilbao en la Península Ibérica hasta las ciudades de Flandes (Brujas o Gante) pasando por puertos franceses como el de Burdeos.
  3. La Ruta Norte unía Flandes con el Norte de Alemania y los puertos de la Hansa, una liga de ciudades (Hamburgo, Riga) situadas a orillas del Mar Báltico. La madera o las pieles obtenidas en las regiones nórdicas eran algunos de los productos más preciados en esta ruta.
A estas rutas hay que añadirle la que desde el Norte de África, de ciudades como Fez o Túnez, distribuía oro y esclavos.

Terrestres:
  1. La ruta que iba desde la Corona de Aragón a Flandes cruzando la rica región francesa de la Champaña, situada al este de París.
  2. La ruta que transcurría desde el Norte y centro de Italia (Roma, Florencia) hasta Flandes cruzando, al igual que la anterior, la Champaña.
Las rutas terrestres eran la principal vía de abastecimiento de las ferias comerciales que se celebraban en las principales ciudades europeas, En la Península Ibérica destacó la feria de Medina del Campo.

Actividad 9. Descarga y completa el mapa "El Comercio europeo entre los siglos XIII y XV" añadiendo las principales zonas comerciales, ciudades y productos señalados en el epígrafe anterior. Puedes ayudarte del mapa de la página 106 del libro o del siguiente mapa:




Historia de España.La Dictadura de Primo de Rivera


Antecedentes 
  • La Crisis de la Restauración es el contexto que explica el surgimiento de la Dictadura de Primo de Rivera. El sistema que había nacido en 1876 arrastraba desde 1898 una aguda crisis. La descomposición de los partidos del Turno (Liberal y Conservador), divididos en numerosas facciones, la aparición de los nacionalismos vasco y catalán, la reorganización de socialistas y republicanos a partir de 1917 y la propia modernización de la sociedad española que hacía más difícil el éxito de los caciques a la hora de manipular las elecciones, dificultaban el dominio de la élite política sobre el país.
  • El malestar del Ejército por las consecuencias del Desastre de Annual (Julio de 1921) y el Informe Picasso (1922) tuvieron como consecuencia más importante la reaparición del ejército en la política española. El gobierno español emprendió en Marruecos una agresiva política militar, tras la pérdida de las últimas colonias ultramarinas en 1898. Esta política fue impulsada por algunos grupos empresariales españoles y generó un fuerte movimiento de protesta entre los sectores populares (la Semana Trágica es un ejemplo de ello). La cuestión se complicó porque la zona era muy difícil de controlar por la resistencia de los rifeños al dominio español. Entre los episodios de la guerra cabe destacar el ataque por sorpresa al puesto español de Annual, en el que murieron unos 13.000 soldados españoles. El Desastre de Annual provocó una fuerte desestabilización política. El gobierno se vio forzado a dimitir y en el Congreso se encargó a una comisión la investigación del desastre de Annual. Ésta elaboró un informe, conocido como el Expediente Picasso, que provocó el rechazo rotundo del ejército, ya que dicho informe responsabilizaba del desastre a los principales mandos militares. 
  • El aumento de las protestas sociales: La no participación española en la I Guerra mundial (1914-1918) propició una expansión de la economía española, ya que España se convirtió en un importante suministrador de productos industriales y agrarios, iniciándose un proceso de industrialización (1914-1917). Sin embargo, los bajos salarios y la subida paralela de los precios acentuaron la lucha de clases en el país. En Andalucía, entre 1918 y 1921, la situación de miseria en la que vivía el campesinado y el ejemplo de la revolución soviética impulsaron numerosas revueltas protagonizadas por los anarquistas, proceso que fue conocido como el “Trienio Bolchevique” . En Barcelona, los enfrentamientos entre la patronal y los sindicatos se radicalizaron a partir de 1919. Ambos bandos recurrieron a la violencia y la situación degeneró en una continua serie de atentados durante los llamados años del pistolerismo. 
  • El contexto político europeo caracterizado por el surgimiento del fascismo y del autoritarismo de derechas. 
  • La oposición de los sectores conservadores del país (entre los que se encuentra el propio monarca) a la política del gobierno de concentración liberal de García Prieto que había esbozado un programa consistente en la reforma de la Constitución, la reorientación de la política española en Marruecos (suspensión del envío más tropas, examen parlamentario de las responsabilidades, negociación con los jefes marroquíes de un acuerdo) el nombramiento de civiles como personas responsables del mantenimiento del orden público en Cataluña y Marruecos, la aprobación de la libertad religiosa y una nueva política arancelaria que molestaba a los industriales acostumbrados al proteccionismo de la Restauración. 
Formación

El 13 de Septiembre de 1923 se produce el golpe de estado de Miguel Primo de Rivera, Capitán General de Cataluña, sin apenas oposición por el apoyo del Rey y la apatía de los partidos dinásticos y de los republicanos. Sus características eran: 
  • Se trata de un pronunciamiento militar clásico al estilo del siglo XIX 
  • Sus principios se explican en un Manifiesto publicado en la prensa catalana el día 13, dirigido “al país y al ejército” que intenta encajar en el espíritu regeneracionista que era dominante en la opinión pública española desde 1898. Según recoge el Manifiesto, era el momento “más temido que esperado” de acabar con las “desdichas e inmoralidades que empezaron en el año 98”; la clase política tenía “secuestrada la voluntad real” y los militares “único aunque débil freno” frente a la corrupción debían imponer una solución a los problemas del país:el “terrorismo comunista”,la “impiedad” y la“inmoralidad política” 
  • La Dictadura se justificaba a sí mismo como un Régimen transitorio que no perseguía mantenerse indefinidamente en el poder, sino solucionar los problemas del país. Plantea que la clase política al estar afectada por la corrupción generalizada no puede abordar la regeneración del país por lo que se autoimpone como protagonista de la misma. 
  • Sus principales objetivos eran eliminar el caciquismo rural, al que se considera el principal mal de España, frenar el ascenso movimiento obrero y del nacionalismo. 
  • El Rey refrendó el golpe el 14 de septiembre al no admitir el plan del Gobierno de cesar a todos los militares sublevados y de convocar las Cortes 
  • Contó con el apoyo de los principales sectores financieros y empresariales, de los grandes propietarios y de la Iglesia (“Bloque de Poder”) 
  • Fue bien recibido por las derechas, en general, y por algunos sectores del liberalismo. Tuvo la adhesión de los sectores de derechas que estaban al margen del Partido Conservador como los carlistas y los seguidores más jóvenes de Antonio Maura que se habían separado de ese partido. También tuvo el apoyo de la Confederación Patronal Española. Inicialmente logró el apoyo de la burguesía catalana, debido a sus buenas relaciones de Primo de Rivera con ella por su responsabilidad como Capitán General de Cataluña y su política de hostilidad hacia el anarquismo. Sin embargo, su actitud contraria al nacionalismo catalán le llevaría a perder dicho apoyo muy pronto. 
  • El PCE y la Federación madrileña de CNT convocaron una Huelga general de repulsa al golpe sin resultados. El PSOE se opuso al golpe pero se negó a defender la legalidad vigente. El golpe también contó con el rechazo de los republicanos y del ala izquierda de los liberales, cuyo líder era Santiago Alba. Sin embargo, ni unos ni otros tenían capacidad para evitarlo. 
Fases

a) Directorio Militar

El primer Real Decreto aprobado sirve para nombrar al general Primo de Rivera como Presidente del Directorio Militar y Ministro único. Las primeras medidas tomadas fueron: 
  • Suspensión de la Constitución de 1876, de las Cortes y de la actividad de los partidos políticos y sindicatos, aunque no fueron ilegalizados. 
  • Sustitución de los Gobernadores civiles por militares y Supresión de los Ayuntamientos, Diputaciones y Mancomunidades. Se nombraron “delegados gubernativos” en todos los partidos judiciales. La medida, lejos de acabar con el caciquismo, lo reforzó, al sustituir a los concejales de los Ayuntamientos por vocales designados directamente por el gobierno. 
  • Prohibición del catalán y eliminación de la Mancomunidad catalana (1925). La consecuencia fue la ruptura de la burguesía catalana con el régimen y con la persona de Alfonso XIII. Acció Catalana liderada por Maciá se convertirá en la fuerza política principal del nacionalismo catalán desplazando a la conservadora Lliga de Cambó 
  • Represión contra la CNT y el PCE, únicas organizaciones movilizadas en contra del régimen. 
  • El mayor éxito de la Dictadura fue la solución del problema de Marruecos: Primo era acérrimo defensor del abandono de Marruecos y proyectó la retirada de España de la zona Oeste de Marruecos, lo que le granjeó la enemistad de sectores del Ejército. Sin embargo, cambió de criterio tras la negativa de los rebeldes del Rif, encabezados por Abd-el-Krim, a aceptar su plan. Estos, además, atacaron las posiciones francesas en la zona, lo que obligaron a España y a Francia a ponerse de acuerdo en 1925 para lanzar una ofensiva conjunta en Marruecos. Ésta se concretó en el Desembarco en Alhucemas (1925) que produjo la derrota de los rebeldes de Abd-el-Krim y su rendición definitiva en 1927. La victoria de Primo en Marruecos permitió que intentara institucionalizar la dictadura mediante un nuevo gobierno y una nueva constitución,
b) Directorio Civil. 

Los rasgos de esta fase son los siguientes: 
  • Nuevo gobierno con la participación de personajes de derechas como José Calvo Sotelo que intentarán construir un sistema inspirado en el corporativismo de la Italia fascista. 
  • Creación de la Unión Patriótica, proyecto de partido único que no cuajó. La intención era integrar a todos los sectores que apoyaban a la Dictadura en una sola organización que sustituyera a los partidos políticos tradicionales. Sus afiliados procedían de la antigua oligarquía caciquil, del carlismo y del catolicismo. Las líneas ideológicas principales de la Unión Patriótica fueron el rechazo de la democracia liberal, el Nacionalismo español y la defensa a ultranza de la religión católica. El lema adoptado por la Unión Patriótica fue “Patria, religión y monarquía”, adaptación del “Dios, patria y rey”. 
  • Aunque Primo de Rivera anunció como uno de los objetivos principales del régimen terminar con la oligarquía y el caciquismo, muchos de los integrantes de estos grupos se incorporaron a la Unión Patriótica, reciclándose políticamente, lo cual les permitió mantenerse ligados al poder. De entre los afiliados al partido salían los cargos para los ayuntamientos, las diputaciones y los gobiernos civiles. 
  • Convocatoria de la Asamblea Nacional Consultiva en 1927, similar al Gran consejo Fascista italiano creado por Mussolini, compuesta por personas designadas directamente por el Gobierno y por miembros de la Unión Patriótica que fueron elegidos mediante sufragio restringido. A esta Asamblea se le encomendó la tarea de redactar una nueva constitución. Sin embargo, el proyecto no llegó a conseguir el consenso suficiente y nunca llegaría a entrar en vigor. El Rey vio el peligro que significaba para la monarquía la reforma de la Constitución de 1876 y no apoyó el proyecto. Tampoco la mayoría de los políticos del Turno por la misma razón. 
  • Política económica intervencionista basada en la expansión del gasto público gracias a la coyuntura económica internacional favorable en los años 20. La expansión se concretó en la creación de empresas públicas, como la CAMPSA o Telefónica y fomento de la inversión obras públicas, destacando la construcción de carreteras, la mejora de las instalaciones portuarias, el desarrollo de los regadíos a través de las confederaciones hidrográficas (como la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir en 1927) y de la red de abastecimiento de electricidad. El lado negativo fue el aumento del déficit público, ya que el aumento del gasto no estuvo acompañado de una reforma fiscal que aumentara los ingresos. 
  • El sector privado también vivió un buen momento gracias al aumento de la inversión de empresas extranjeras que crearon filiales en España y de una edad de oro de la banca privada, sobre todo de la madrileña, que cobra más importancia que la vasca o catalana, extendiéndose por las provincias. Durante los años de la Dictadura se acentuaron características del capitalismo español como la concentración bancaria y el dominio del capital financiero sobre el industrial. Sin embargo, el crecimiento no duró mucho ya que en los últimos tiempos de la Dictadura se produjo una crisis económica por la depreciación de la peseta. 
  • La dictadura no se planteó ni la redistribución de la tierra ni una reforma fiscal que beneficiara a las clases medias y trabajadoras. La igualdad social nunca estuvo entre sus objetivos, aunque si la paz social. Para ello, llevó a cabo una política social paternalista caracterizada por la formación de la Organización Corporativa Nacional, iniciativa del ministro de Trabajo Eduardo Aunós, a semejanza de las Corporazione italianas y siguiendo los principios del catolicismo social, y de los Comités Paritarios, comités integrados por el mismo número de empresarios y trabajadores, para resolver los conflictos laborales mediante la negociación. 
  • La UGT prestó su apoyo a estos comités, ya que Largo Caballero defendía cierto grado de colaboración con la Dictadura si esto beneficiaba a los trabajadores. La CNT se dividió entre los que defendían la adaptación a la normativa legal para evitar la clausura por la policía de los sindicatos (Pestaña, Peiró) y los que eran partidarios de la insurrección popular violenta. Estos últimos fundaron en 1927 la Federación Anarquista Ibérica (FAI) 
El final de la Dictadura

La pérdida de apoyos del régimen fue continua a a partir de 1926. Los factores de la misma fueron los siguientes: 
  • La Oposición de los militares más jóvenes (del Cuerpo de Artillería, sobre todo) a la reforma del sistema de ascensos que primaba los ascensos por méritos de guerra (lo que beneficiaba a los militares africanistas) 
  • La continuas conspiraciones civiles que aglutinaban a políticos de los viejos partidos liberal y conservador 
  • La creación de la Alianza Republicana en 1926 que reunió a los principales partidos republicanos: Los radicales de Lerroux, la Acción Republicana de Azaña y la Derecha Liberal Republicana de Alcalá-Zamora. La Alianza contó con el inestimable apoyo de los principales intelectuales del país (Ortega y Gasset, Marañón, etc.) 
  • La oposición del Movimiento Obrero: En 1927, el PSOE no apoyó la Asamblea Consultiva y en 1929 se declaró a favor de la República, siguiendo la línea defendida por el sector de Prieto y De Los Ríos de colaboración con la oposición republicana. 
El régimen fue perdiendo todos sus apoyos. Alfonso XIII, temeroso de que la caída de la dictadura le afectase negativamente, ya que él había sido su principal valedor, decidió retirar su apoyo al dictador. La situación desembocó en la dimisión de Primo de Rivera y el nombramiento como Presidente del Gobierno por el Rey del General Berenguer en Enero de 1930. 
Berenguer no pudo volver al régimen constitucional de 1876 ni supo enmendar la degradación del sistema político de la Restauración. La prensa calificó al nuevo gobierno como la Dictablanda y Ortega y Gasset denominó a la operación política como el “Error Berenguer”. Al mismo tiempo los republicanos, catalanistas de izquierda y el PSOE firmaban el Pacto de San Sebastián (agosto de 1930), a través del cual acordaron constituir un Comité Revolucionario que organizara la proclamación de la República. En Diciembre, se produjo un levantamiento militar en Jaca a favor de la república protagonizado por los capitanes Fermín Galán y García Hernández, que fueron fusilados, lo cual contribuyó a avivar el republicanismo entre la opinión pública. 
Berenguer dimitió en febrero de 1931, siendo sustituido por el Almirante Aznar que convocó las elecciones municipales del 14 de Abril que desembocarían en la la abdicación de Alfonso XIII y la proclamación de la II República.












martes, 2 de febrero de 2021

Historia de España. Guerra colonial y crisis del 98

1. Introducción

En 1898, en una guerra corta con EEUU, España perdió las últimas posesiones de su imperio colonial, Cuba, Puerto Rico y Filipinas. El desastre no fue solamente militar y económico, sino también político, ya que desprestigió a los partidos dinásticos y provocó una profunda crisis del sistema político creado por Cánovas. Esta crisis, conocida como la Crisis del 98, inspiró a una generación de autores, conocidos como la Generación del 98, que centró su obra en la denuncia de los males que azotaban al país (caciquismo, corrupción, atraso industrial, etc,.) y propuso la regeneración de España.

Cuba, Puerto Rico y Filipinas eran los restos que permanecían de la desaparición del imperio colonial ultramarino español, tras la independencia de la mayor parte del imperio a inicios del siglo XIX y la marginación sufrida por España en el reparto de África.

Las causas del interés de España en la conservación de las colonias hay que buscarlas en los beneficios económicos. Cuba y Puerto Rico basaban su economía en la agricultura de exportación, esencialmente basada en el azúcar de caña y el tabaco, en la que trabajaba mano de obra negra esclava (de los 1.400.000 habitantes de Cuba en 1869, el 30% eran esclavos) Cuba, por ejemplo, era la principal productora mundial de azúcar, cuya producción se destinaba en un 90% a la venta a EE.UU. Los beneficios de esta exportación quedaban en manos de una reducida oligarquía propietaria, interesada en el mantenimiento de la colonia y del régimen esclavista. Además, el estado español impuso unos aranceles enormemente gravosos a la importación de productos textiles o de cereales. Esta férrea política proteccionista cual proporcionaba lucrativos ingresos a la hacienda española y permitía que el mercado de las colonias estuviera monopolizado por los empresarios textiles catalanes y los productores de trigo y harina castellanos. La gran perjudicada por esta situación era, evidentemente, la población cubana que, además padecer la existencia de la esclavitud y no contar con libertades políticas ni autogobierno, no contaban con la posibilidad de importar productos mejores y más baratos en los vecinos Estados Unidos. Es por esta última razón, por lo que la libertad de comercio será una importante reivindicación de la burguesía cubana.

2. El problema cubano y la guerra con Estados Unidos

Con anterioridad al estallido de la guerra contra los Estados Unidos, España debió de afrontar un conflicto bélico contra los independentistas cubanos, que pasó por las siguientes fases:

En 1868, se produce el llamado “Grito de Yara”, que da lugar a la Guerra de los Diez Años, la “Guerra Larga”, que culmina en 1878 con la firma de la Paz de Zanjón.

La Paz no aportó soluciones políticas para las colonias. La ignorancia española a las demandas de los cubanos y la ausencia de reformas facilitó el que el anticolonialismo se desarrollara pese a la represión. Aunque surgió un movimiento autonomista (la Unión Constitucional), partidarios de la unión con España y de algunas reformas (legalización de los partidos políticos cubanos, sufragio restringido y libertades de reunión y asociación), la mayoría de la población apoya a los independentistas liderados por José Martí. Un hecho clave fue la fundación del Partido Revolucionario Cubano (PCR) de carácter democrático, antillano (incluía la emancipación de Puerto Rico) e interracial. Por otro lado, se produjo la abolición de la esclavitud, que destruyó la vieja estructura de la agricultura de plantación esclavista y ello dio paso a la creación de una gran industria azucarera controlada por el capitalismo norteamericano.

El 24 de febrero de 1895 se inicia una nueva sublevación (“Grito de Bayre”). Martí da la orden desde Nueva York para que empiece la insurrección, que consigue un gran apoyo popular y que contaba con armas obtenidas en EE.UU.

La guerra se extendió por toda la isla y obligó a España a desplazar 200.000 soldados. En España, Sagasta es sustituido por Cánovas como Presidente del Gobierno. Canovas envía al General Martínez Campos que intenta llevar a cabo una política negociadora, que fracasa.


En Enero de 1896, Martínez Campos es sustituido por Weyler como Capitán General de la Isla. Su nombramiento supuso un cambio sustancial en la manera de hacer la guerra por la brutalidad de sus métodos. Empleó las llamadas Tronchas, que consistían en franjas de terreno, vigiladas desde torres de observación por los militares, en las que se recluía a la población campesina, aislando así a los guerrilleros. Weyler en pocos meses logró pacificar las provincias de Oriente, pero no pudo evitar que, a mediados de 1897, los rebeldes controlaran una parte importante de la isla.

En 1897, el gobierno español introdujo reformas que, entre otras cosas, permitía la autonomía de la isla. Estas reformas fueron emprendidas por Sagasta que llegó al poder, a mediados de ese año, tras el asesinato de Cánovas en agosto. Sagasta destituyó a Weyler, cuyo desprecio por los derechos humanos proporcionó argumentos a los rebeldes, e intentó una política de apaciguamiento que evitara la intervención yanqui.

Sin embargo, en esta ocasión, esta estrategia no dará ningún resultado por el apoyo estadounidense a la rebelión que garantizaba su éxito. De hecho, la gran novedad de la guerra de 1895-98, respecto a la Guerra de los Diez Años, va a ser la ayuda estadounidense a los rebeldes cubanos. Washington ayudó a los insurrectos caribeños por dos razones: el control de la producción azucarera cubana y el interés por dominar el área del Caribe y Centroamérica, lo que denominaban su back courtyard (patio trasero). Los Estados Unidos, en aquellos años, se encontraban en plena emergencia como nueva potencia mundial, por lo que inauguraba una nueva política imperialista, que tenía como ejes de expansión América y el Pacífico.

Inicialmente, los EE.UU. no apostaron por una intervención militar en las colonias españolas. De hecho, el presidente Cleveland era partidario de la soberanía española sobre Cuba y Puerto Rico, aunque con concesiones comerciales a los estadounidenses, por supuesto. El fin de la presidencia de Cleveland y la elección de McKinley trajo un cambio de rumbo en la política norteamericana, alentado por la prensa, que animaba al nuevo Presidente a intervenir a favor de los rebeldes cubanos.

La excusa para la intervención la proporcionó el Hundimiento del Maine. La aún inexplicada explosión de ese navío norteamericano en el puerto de La Habana, el 15 de febrero de 1898, explosión que costó la vida de 260 marinos estadounidenses, propició una furibunda campaña periodística de las cadenas de los magnates Pulitzer y Hearst. Una comisión de Investigación del Congreso dictaminó que la explosión se debió a un atentado perpetrado por los españoles. El gobierno norteamericano, entonces, envió un Ultimatum a España, exigiendo la retirada de Cuba, que fue recibida por España como una Declaración de Guerra.

La guerra contra los yanquis fue un auténtico desastre militar. En Cuba, la Marina yanqui llevó a cabo un bloqueo naval. Al Almirante Cervera, que comandaba la flota española con base en Santiago de Cuba, le fue encomendada la misión de romper dicho bloqueo con barcos escasos de armamento y combustible y sin acorazar. El resultado fue la destrucción de la flota española a manos de la muy superior fuerza naval estadounidense. Tras el desembarco de las tropas norteamericanas en Cuba y Puerto Rico, finalizaría la guerra.

La guerra también alcanzó a Filipinas. Allí, la población española era escasa y se sustentaba en la presencia militar y, sobre todo, en el poder de las órdenes religiosas. La Revolución en Filipinas se inició en 1896, siendo controlado por las autoridades españolas, que ejecutaron a su principal dirigente, José Rizal. El envío por los Estados Unidos de su flota produjo la derrota española en la Batalla de Cavite y el fin del dominio sobre el archipiélago.

España firmó la Paz de París en diciembre de 1898. Por este acuerdo, España cedió a EE.UU. la isla de Puerto Rico, que hoy sigue siendo un estado asociado de EE.UU., Filipinas y la Isla de Guam en el Pacífico. Cuba alcanzaba la independencia bajo la “protección” estadounidense. El Tratado produjo la sustitución del dominio español por el norteamericano, lo que engendró un profundo descontento en las antiguas colonias. EE.UU. tuvo que hacer frente a una guerra en Filipinas (1889-1902), dónde su dominio no termina hasta 1946, y en Cuba el sentimiento antinorteamericano se extendió por amplias capas sociales. La guerra confirmó a Estados Unidos como nueva potencia mundial, hegemónica en Centroamérica y el Pacífico.

Desde la perspectiva española, la pérdida de las últimas colonias vino a denominarse el “Desastre del 98” y tuvo una importante influencia en la conciencia nacional. La pérdida del Imperio colonial trajo consigo la crisis del sistema de la Restauración (Monarquía, Turno, Caciquismo…) porque hizo patente la debilidad de un país que antaño fuera un Imperio y porque demostró la irresponsabilidad de los gobernantes y su indiferencia por la suerte de sus gobernados. Decenas de miles de españoles, procedentes de las clases trabajadoras en su mayoría, murieron en una guerra imposible de ganar.


3.El 98 y sus repercusiones.

3.1 Significado de la Crisis del 98

1898 marca una línea divisoria en la historia de España al producirse una crisis de múltiples aristas:

La crisis del 98 deriva en una Crisis del sistema político de la Restauración. El Desastre evidenció la debilidad del sistema restauracionista, lo que derivó en una crisis de hegemonía y de legitimidad.La debilidad del sistema se hace cada vez más evidente conforme avanza la modernización económica del país, el desarrollo de la urbanización, de las clases medias y del movimiento obrero. La consecuencia lógica será el fortalecimiento de republicanos, nacionalistas y socialistas que eran la oposición al sistema y reclaman una transformación radical de las estructuras políticas. Con el tiempo, republicanos y socialistas adoptarán un acuerdo de acción conjunta, la coalición electoral denominada Conjunción Republicano-Socialista.

España pierde prestigio como país y esto proporciona un mayor empuje y presencia a los nacionalismos periféricos.

Supone el fin del Imperio español en América por lo que se produce un cambio en la política exterior que, a partir de aquí, girará en torno a su flanco Sur, Marruecos.

La crisis del 98 es, también, una crisis social. Los sectores populares fueron los que más padecieron las consecuencias de la guerra. Soldados de reeemplazo fueron enviados a un conflicto que los diezmó tanto o más por factores como el hambre o las enfermedades que por el combate. De los 200.000 soldados movilizados a lo largo de la guerra, la mitad no regresaron. El impacto fue muy desigual, contrastando los beneficios conseguidos por aquellos suscriptores que contribuyeron al empréstito nacional voluntario con la suerte de los infelices que no pudieron librarse de la guerra al no poder pagar la redención en metálico. El coste de la guerra, 2.000 millones de pesetas, aproximadamente, vino acompañado de una importante carestía que agravó el descontento popular.

Una institución importante como el Ejército, que era además uno de los pilares del régimen, perdió igualmente gran parte de su prestigio. El antimilitarismo se convierte en uno de los principales valores de la izquierda española en adelante.

Una situación similar vive la Iglesia, aunque no estuviera implicada directamente en la guerra. El avance de la secularización choca con la presencia e influencia de la Iglesia en todos los ámbitos del país. Además, aparece como una de las grandes culpables del retraso científico y tecnológico de España, una de las causas de la humillante derrota contra los yanquis.

Desde el punto de vista de la economía, el desastre no lo fue tanto, ya que la pérdida de las colonias supuso una importante repatriación de capitales que fueron invertidos en la economía peninsular. Además, el fin de la guerra redujo el gasto militar y permitió al ministro Fernández Villaverde abordar algunas reformas necesarias en el sistema de impuestos y en la emisión de deuda, lo que supuso un saneamiento de la situación de la Hacienda. Por primera vez en mucho tiempo, el estado español tuvo superávit a principios del siglo XX.

3.2 El debate sobre la situación de España.

La Crisis produjo una importante reflexión en todos los círculos políticos, sociales y culturales del país que tuvo como temas de análisis las responsabilidades del Desastre y las soluciones a plantear para el futuro. Quizá las más influyente e importante en el momento será el Regeneracionismo.

El Regeneracionismo es un movimiento intelectual o una corriente de pensamiento que denunciará el caciquismo, los pucherazos y la corrupción electoral, la falacia del turnismo como perversión del liberalismo político y el latifundismo y planteará una profunda reforma política y la modernización política del país. Como corriente de opinión alcanzó tanto a sectores cercanos al poder (políticos liberales o conservadores, una parte importante de la burguesía catalana, etc.) como a las clases medias.

Los principales regeneracionistas fueron Lucas Mallada, Ricardo Macías Picavea y, sobre todo, Joaquín Costa, autor de Oligarquía y Caciquismo, entre otras obras. El pensamiento de Costa se basó en una crítica radical al sistema caciquil que había impedido la implantación de una verdadera democracia basada en las clases medias y la modernización económica y social del país. Costa intentó impulsar un nuevo partido político, la Unión Nacional, con el apoyo de las Cámaras Comercio y de las Uniones de Agricultores, aunque fracasó en el intento.

Sus propuestas más destacadas son:

  • Impulso de una reforma educativa. Para Costa, la educación debe ser el instrumento de la modernización del país.
  • Modernización económica: fomento de las obras públicas (carreteras, por ejemplo), desarrollo del plan hidrológico para aumentar la superficie de regadío, etc.
  • Europeización
  • Limpieza sistema electoral y moralización de la gestión pública
  • Reforma poder municipal: Derogación de la desamortización de los ayuntamientos para que puedan administrar tierras de cultivo y financiar servicios públicos.
  • El lema «Escuela, despensa y doble llave al sepulcro del Cid» resume el ideario de Joaquín Costa: la modernización del país.
La Generación del 98 Además de Costa hay un grupo de escritores, la Generación del 98, con una gran preocupación por España y su atraso, pero que no hacen propuestas concretas: sus reflexiones sobre la decadencia española serán un tema literario. El tema de España, es el punto coincidente de los miembros de la Generación: el paisaje, sobre todo el de Castilla, “alma de la nación “o la “ intrahistoria”, concepto de Unamuno. El precursor de la Generación del 98 es Ángel Ganivet (muerto en 1898), autor del Idearium Español y sus más conocidos integrantes son Unamuno, Valle-Inclán, Baroja, Machado, Maeztu, Azorín,...

Por último, hay que señalar que el pensamiento filosófico español adopta un carácter práctico, reflexionando sobre el problema de España. Aparecerán dos tendencias que permanecerán a lo largo del Siglo XX:

  • La primera, el Tradicionalismo, defiende al Catolicismo como la seña de identidad del país y postulan una recuperación del ideal de Hispanidad. Consideran que los cambios emprendidos por el liberalismo del siglo XIX son los responsables de la decadencia del país. Sus miembros más destacados son Menéndez Pelayo y Ramiro de Maeztu.
  • La segunda¸ el europeísmo, postula la modernización del país a través de la reforma educativa. Influenciados por el Krausismo, una corriente pedagógica basada en el laicismo, el liberalismo, la libertad de cátedra y el cientificismo, profesores como Francisco Giner de los Ríos, el fundador de la Institución Libre de Enseñanza en Madrid o Francisco Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna en Barcelona, impulsaron una reforma que introdujo las corrientes científicas y filosóficas dominantes en Europa. La influencia de estas instituciones educativas en la configuración de una élite intelectual de ideología progresista y republicana será enorme.