jueves, 8 de marzo de 2018

La rebelión de las brujas

A mis alumnas

Todo cuento infantil que se precie reúne a una pareja de niños desvalidos en un bosque fantasmagórico, a un lobo acechante en la oscuridad y a una bruja horrenda y maléfica. Si el lector es adulto, sus expectativas respecto a las brujas exigen, además, que la malvada hechicera, aparte de pasar el día removiendo su caldero, agarre una escoba, se monte encima de ella y surque los aires para entregarse a la insaciable voracidad sexual de Lucifer. Cualquier cosa menos portentosa que ésta supondría una decepción.
Nos gusta pensar que este tipo de cosas son fantasías medievales, fruto de la lascivia imaginativa de monjes salidos de una página de El Nombre de la Rosa. En realidad, es posterior. Según creo, la primera imagen presente en las artes plásticas europeas de una bruja a lomos de una escoba voladora aparece en dos grabados de Brughel el Viejo y datan de 1565. Son, por tanto, de la Edad Moderna y surgen después del ensueño humanista y racionalista de la Florencia del siglo XV o de las llamadas a la tolerancia de Erasmo de Rotterdam.
Grabado de Peter Brughel el Viejo. 1565
En esa época comenzó la llamada Caza de Brujas de la Edad Moderna, un proceso que conllevó la detención, tortura y asesinato de decenas de miles de mujeres entre los siglos XVI y XVIII y que tuvo especial incidencia en Europa Central, aunque afectó a todo el ámbito de la civilización occidental incluidas las colonias americanas. Fue una cacería institucionalizada que involucró a monarcas y a clérigos y que en los países católicos mediterráneos fue liderada por la Inquisición.
Sus víctimas se acercaban sospechosamente al arquetipo de mujer vieja, desgreñada y solitaria fijado por la literatura: mujeres ya mayores (de más de 50 años, en gran parte), residentes en el medio rural, con prestigio entre la comunidad campesina y con ciertos conocimientos sobre medicina transmitidos de generación en generación. La "bruja" era partera y comadrona al mismo tiempo que practicaba abortos; mitigaba todo tipo de dolores gracias a su sapiencia sobre las propiedades curativas de hierbas y raíces; aconsejaba a las jóvenes sobre prácticas sexuales en una época en la que la cultura campesina no penalizaba aún el sexo que no tuviera como fin exclusivo la reproducción.
¿Por qué fueron tan encarnizadamente perseguidas? La caza de brujas coincide con el desarrollo de las primeras formas de capitalismo comercial y con la extensión del estado moderno. Según historiadoras como Silvia Federici (cuya monografía Calibán y la Bruja es la obra más recomendable al respecto), la dominación de las mujeres es una de las reglas básicas del capitalismo, sistema que fue desperezándose durante estos siglos antes de convertirse en hegemónico en los siguientes. El capitalismo, para su crecimiento, necesita del empleo de una gran cantidad de fuerza de trabajo, de mano de obra si se prefiere. Por ello, fomenta el crecimiento exponencial de la natalidad. Esto era contrario a los usos tradicionales entre las comunidades campesinas que solían practicar formas primitivas de control de la natalidad. Para el desarrollo del capital, por tanto, fue necesario dominar a las mujeres y a sus cuerpos.
Dominar a las mujeres significaba controlar su cuerpo y lo que este producía, o sea, hijos que serian los futuros trabajadores a servicio del capital. Dominar a las mujeres significaba controlar su útero, cercenando su sexualidad que pasaba a estar estigmatizada, limitándose a la función reproductora. Dominar a las mujeres, además, permitía considerar el trabajo doméstico, el parto, la lactancia, los cuidados de niños o ancianos no como un trabajo que requiriera el pago de un salario sino como un servicio personal no remunerado de cuyo valor se apropiaron los hombres.
Las brujas fueron perseguidas al ser supervivientes de una cultura femenina ancestral, refugiada en las áreas rurales más alejadas de las pujantes ciudades, representantes de lo que hoy llamaríamos sororidad, cuyos valores eran contrapuestos a los del nuevo sistema económico y su referente político: el estado moderno. En las aldeas, permanecía vigente la propiedad comunal de tierras de cultivo, bosques y pastos, algo incompatible con la privatización que imponía el capitalismo. Era un mundo pequeño, regido por lazos de solidaridad familiares y vecinales que no entendía el feroz individualismo y los rígidos códigos sociales que implantaba el capitalismo. Cuando hubo que arrasar con ese mundo, las ancianas que que velaban por la comunidad fueron la diana preferida de los poderosos. Antes hubo que reducirlas a esa horrible caricatura de mujer desagradable, cruel y lujuriosa que todavía prevalece en la narrativa occidental.
No es extraño que cuando el nazismo asolaba Europa en los años de la Segunda Guerra Mundial, algunas de las mujeres que les plantaron cara fueron denominadas "Brujas de la Noche". Tras la invasión de la Unión Soviética por las tropas de la Alemania nazi, el Ejército de la URSS, el Ejército Rojo, fue el que más lejos llegó a la hora de incorporar a mujeres en sus filas. Se enrolaron en todos los cuerpos del ejército pero destacaron, sobre todo, las tiradoras de élite o las aviadoras, las primeras de la historia. Entre ellas figuraban las comandantes de bombarderos o las famosas "Brujas de la noche". Éstas componían el 588 Regimiento de Bombardeo Nocturno, un regimiento exclusivamente femenino, que utilizaba aviones pequeños y muy ligeros (eran de madera cubierta con chapa), incapaces de volar a más de 120 km/h, y que, a pesar de su fragilidad o precisamente por ella, eran perfectos para misiones nocturnas de hostigamiento a convoyes enemigos. Las brujas volaban tan bajo y tan lento que para los veloces aparatos nazis era imposible alcanzarlas; así flotaban más que volaban por encima de los trenes o tanques nazis y dejaban caer las bombas con sus propias manos ya que el reducido tamaño de sus aviones no les permitía instalar una bodega de bombas. Muchas murieron; otras alcanzaron el rango de Heroínas de la Unión Soviética y vivieron para contarlo. Todas llevaron el apelativo de brujas con las que, al parecer, fueron bautizadas por los propios nazis, indudables herederos de aquella turba de clérigos sanguinarios que aterrorizaron Europa durante los siglos funestos de la caza de brujas.

La capitana del 587 Regimiento de Bombarderos Mariya Dolina

Sin embargo, las valientes muchachas del 588 regimiento de bombardeo nocturno no consiguieron erradicar del imaginario colectivo al siniestro arquetipo de la bruja. Todavía hoy, cada vez que una mujer se levanta y desafía al patriarcado, recibe el marbete de "bruja": su femineidad es cuestionada, sus motivos son banalizados o ensuciados y sus razonamientos son ahogados por la garrulería machista. El corolario de esta violencia discursiva es siempre la violencia física, la reproducción de lo que el patriarcado ha reservado históricamente para las brujas: ser vejadas, torturadas, asesinadas....
La vigencia del feminismo es, por tanto, obvia. Plantea la necesidad de la emancipación de las mujeres, de la conquista de la igualdad y de que esa conquista sea protagonizada por las mujeres. No es una moda ni una corriente de pensamiento producida en una universidad anglosajona. Es un movimiento social. Es la lucha por la igualdad, necesaria, indispensable, urgente. Y, también, es algo más.
Las feministas son las únicas que estos tiempos reaccionarios nos recuerdan que no basta con que la igualdad sea un principio recogido en el derecho sino que debe estar acompañada de acciones que eliminen todas las fuentes de desigualdad existentes en todos los ámbitos de nuestra vida, señalando que la clave de la democracia no está en pregonar la igualdad sino en conseguir la equidad; que, por tanto, no basta con las leyes sino que deben combatirse las discriminaciones laborales, políticas, etc. mediante las acciones de discriminación positiva que hagan falta. Probablemente, son el último baluarte que nos queda para salvaguardar nuestra libertad, si la entendemos como la capacidad y el derecho a decidir sobre como gestionar nuestro cuerpo, nuestro tiempo, nuestras relaciones con los demás o nuestras ideas y como la expresamos ante el resto del mundo.
Su valor radica en mantener que lo privado, lo familiar, lo doméstico también es político, que la lucha por la emancipación comienza combatiendo la injusticia en tu propia casa. También en demostrar que la producción del lenguaje no es arbitraria sino que es ideológica, que el uso de determinadas palabras obedece a motivos que no son inocentes y que es más importante la lucha por la igualdad que el cumplimiento de las normas de la RAE.
Más aún, las considero indispensables por ser capaces de denunciar lo que ya nadie es capaz de hacer: que el capitalismo no es otra cosa que un sistema de dominación, que se alimenta del trabajo no reconocido o no remunerado y de la explotación de las trabajadoras, que su esencia es la injusticia y que sus soportes son la violencia y el abuso.
En definitiva, las admiro. En todos los años que llevo trabajando como profesor de historia lo más hermoso que he leído en un examen fue un comentario de una alumna sobre la famosa fotografía de la miliciana Marina Ginestá: "Me gustaría ver esa mirada en la gente de mi edad" Bien, pues yo la he visto, en cada una de mis alumnas rebeldes, valerosas, independientes, libres, la he visto muchas veces y espero seguir viéndola. Es la mayor esperanza que le queda a nuestro mundo. Las brujas del pasado se sentirían orgullosas de ellas.
Por un feliz 8 de marzo. Por el éxito de la Huelga General feminista.

Marina Ginestá. Barcelona. 1936


viernes, 12 de enero de 2018

PMAR. Actividades. Búsquedas en internet. Géneros narrativos

Responde en los comentarios a las siguientes preguntas:
  1. ¿Quién fue el autor de la Vuelta al Mundo en 80 días?
  2. El protagonista de esta novela, Phileas Fogg, tiene un criado con cierto parecido a los pícaros de los que hemos hablado en clase. ¿Cómo se llama este personaje?
  3. En el siglo XX, un famoso cómico méxicano interpretó a dicho personaje en una adaptación cinematográfica, ¿cómo se llamaba el personaje?
  4. Otra pareja famosa fue la formada por el detective Sherlock Holmes y su colega, el Doctor Watson ¿Quién fue el autor de sus novelas?
  5. Este escritor fue, también, el autor de una novela en la que aparecen anímales prehistóricos. Mucho tiempo después, Steven Spielberg inició una saga cinematográfica en la que aparecen dinosaurios. Una de las películas de esta saga tiene el mismo titulo que la novela de la que hablamos. ¿De cual se trata?
  6. Un novelista importante, Joseph Conrad, le dio nombre a la nave que surca el espacio en la saga cinematográfica Alien. ¿Cómo se llamaba esta nave?

lunes, 18 de diciembre de 2017

Historia de España. Bloque 6. La Regencia de María Cristina.

1.2 Los Gobiernos durante la Regencia de Mª Cristina. El Estatuto Real y la Constitución de 1837


Durante la Regencia de María Cristina se produjo en España la liquidación del Antiguo Régimen y la construcción de un sistema político y económico liberal. Esto se debió más a una solución de compromiso que a una revolución burguesa ya que se produjo por un pacto entre las élites del Antiguo Régimen: la Corona necesitaba del apoyo de los liberales para vencer a los carlistas y mantener a Isabel II en el trono, mientras que los liberales conservadores rechazaban las experiencias revolucionarias tras el fracaso de las Cortes de Cádiz y del Trienio Liberal.

Doña María Cristina de Borbón-Dos Sicilias, reina de España

A) El Estatuto Real

María Cristina inició su Regencia, amnistiando a exiliados liberales y encomendando el Gobierno a los ministros de su marido más inclinados a las reformas como Cea Bermúdez o Javier de Burgos que, en 1833, llevó a cabo una reforma de la Administración de la que hemos heredado la actual división del territorio español en provincias y de éstas en partidos judiciales.
Sin embargo, la amenaza de los carlistas evidenció que sólo un acuerdo con los liberales podría mantener a ella y a su hija en el trono. Así que llamó a Martínez de la Rosa, un liberal moderado, para que formara un gobierno que hiciera frente a la insurrección carlista e integrara a los liberales más conservadores en el sistema sin alterar los poderes de la Corona. 
Martínez de la Rosa emprendió una serie de reformas políticas y económicas moderadas. Entre ellas destacó la elaboración del Estatuto Real en 1834. 
Se trata de una carta otorgada (llamamos carta otorgada al documento que, al contrario que una Constitución que es elaborada por un parlamento representativo, es redactado por un Rey y aprobado por él) concedida por la voluntad de la Regente, en la que se establecen algunas reformas del sistema político:
  • Soberanía compartida entre el Rey y las Cortes 
  • La Corona se reserva el poder ejecutivo y la iniciativa legislativa, podía convocar y suspender Cortes cuando quisiera y cualquier ley, además de la aprobación de las Cámaras, necesitaba el consentimiento del rey (derecho de veto).
  • Cortes bicamerales formadas por la Cámara de Próceres, constituida por los Grandes de España y otros designados de forma vitalicia por el monarca, y la Cámara de Procuradores, elegida mediante sufragio.
  • Sufragio censitario muy restringido. Solo los varones de más de treinta años que poseyeran una renta superior a doce mil reales anuales tenían derecho de voto.

Evidentemente, la elaboración del Estatuto Real no consiguió integrar a todos los liberales en el sistema político, especialmente a los más avanzados, ya que no recogía la soberanía nacional, una división de poderes efectiva e impedía la participación de las clases medias. La insuficiencia de las reformas de Martínez de la Rosa, en un contexto de guerra civil contra los carlistas, llevó a que los liberales terminaran por escindirse en dos grupos, división ya iniciada en el Trienio Liberal: 
  • Moderados, antiguos doceañistas y partidarios de un liberalismo más conservador
  • Progresistas, antiguos exaltados 

La presión de los carlistas en el Norte obligó a Martínez de la Rosa a permitir la formación de milicias urbanas, un cuerpo armado compuesto de voluntarios procedentes de las clases medias inspirado en la Milicia Nacional creada en la Constitución de Cádiz y que se convertirá en la tropa del choque del liberalismo progresista en España. De hecho, en el verano de 1835, las Milicias protagonizaron revueltas en las principales ciudades españolas que acabaron con el gobierno de Martínez de la Rosa y su sustitución por el también viejo político liberal, el Conde de Toreno. Lo más destacado de este gobierno fue el nombramiento de Juan Álvarez Mendizábal, un político progresista, como ministro de Hacienda.

Retrato de Mendizábal

B) Los gobiernos de Mendizábal.

Mendizábal protagonizó la política española entre 1835 y 1837 como presidente del gobierno o como Ministro de Hacienda o de Estado. Su objetivo era restablecer la obra de las Cortes de Cádiz, algo que ya había sido intentado durante el Trienio Liberal sin éxito. Mendizábal, en cambio, si consiguió llevar a cabo las reformas necesarias para construir el estado liberal y el sistema económico capitalista. 
En Septiembre de 1835, Mendizábal es encargado de formar gobierno. Las principales líneas del gobierno de su gobierno son:
  • Sanear la Hacienda aumentando los ingresos fiscales, vendiendo bienes, reduciendo gastos y renegociando prestamos
  • La Desamortización de los bienes de la Iglesia (Conventos, congregaciones, bienes clero secular…) y la prohibición del cobro de tributos a la Iglesia (el Diezmo). La Desamortización tenía un triple objetivo: Recaudar dinero para sanear las cuentas del estado y financiar la guerra contra los carlistas; socavar el poder económico del clero; crear una clase de campesinos acomodados que apoyaran el régimen liberal. Los dos primeros se consiguieron relativamente mientras que el tercero no se cumplió. Es más, la principal beneficiaria fue la Nobleza que acaparó la compra de tierras, lo que explica también su aceptación del liberalismo en su versión moderada.
  • El reforzamiento del Ejército impulsando el reclutamiento de quintas para acabar con la guerra carlista.
  • La reforma del Estatuto Real para conseguir el apoyo de los liberales al régimen.

Mendizábal dimitió como Presidente del Gobierno en Mayo de 1836 por sus desavenencias con la Regente. Sin embargo, en agosto volvió al gobierno tras el estallido de la "Sargentada de la Granja", un pronunciamiento de los sargentos de la Guardia Real, apoyado por el partido progresista, que fue secundado en numerosas ciudades y que obligó a la Reina Regente, que descansaba en el palacio de la Granja (Segovia), a suspender el Estatuto Real y proclamar la Constitución de 1812.  María Cristina tuvo que aceptar que los militares se inmiscuyeran en el poder y llamar a los progresistas al poder. Una vez en el gobierno, con José María Calatrava como presidente y Mendizábal como Ministro de Hacienda, iniciaron un proceso de reforma de la Constitución de Cádiz, buscando el compromiso con los moderados mediante una serie de concesiones. El resultado fue la aprobación por las Cortes de la Constitución de 1837 que presentó los siguientes rasgos:
  • Es una Constitución de equilibrio entre las diversas tendencias del liberalismo español.
  • Reconocimiento del principio de la soberanía nacional.
  • División de poderes.
  • El Rey detenta el poder ejecutivo y cuenta con la iniciativa legislativa. Posee, además, derecho de veto ilimitado. El rey designa a los senadores y nombra a los ministros, que deben ser aceptados por las Cortes. En caso de desacuerdo, el rey podía optar por la disolución de las Cortes. 
  • Cortes bicamerales: Congreso de los Diputados y Senado. Todas las leyes deben ser aprobadas por ambas cámaras. El Congreso es enteramente electivo. El Senado es nombrado por el rey, tras elección de una terna por el cuerpo electoral.
  • Los Ayuntamientos son elegidos por los vecinos.
  • Declaración de derechos del Hombre y Ciudadano. Se recogían diferentes derechos individuales como la libertad de imprenta.
  • Combina la Confesionalidad católica con la tolerancia hacia otras religiones. El Estado se comprometía a subvencionar al clero expropiado con las desamortizaciones.

En 1837, fuera de la Constitución que no determinaba el tipo de sufragio, se aprobó una ley electoral que estableció el voto censitario masculino. Tenían derecho de voto los mayores contribuyentes (a través de una cuota  impositiva mínima directa) y personas con un determinado nivel intelectual: miembros de las Reales Academias, profesores de la enseñanza pública, doctores, licenciados, curas párrocos. En total, participan unos 240.000 varones de más de 25 años, el 2,2% de la población.
El gobierno de Calatrava y Mendizábal llevó a cabo, además, otras reformas significativas que supusieron la consolidación definitiva del liberalismo en España y la eliminación del feudalismo. Por ejemplo, acometieron la abolición definitiva de los señoríos, los diezmos o los mayorazgos y la supresión de los gremios.

c) El "Trienio Moderado"

A partir de 1837, se suceden varios gobiernos formados por los liberales moderados que inician reformas, como la de la Instrucción Primaria o la Ley de Minas de 1839, que liberalizó las minas, hasta entonces monopolio real. Sin embargo, las notas más características del periodo son el avance del Ejército contra los carlistas que fueron derrotados en 1840 y la inestabilidad de los partidos políticos. Esto favoreció la pujanza de los militares que, como el moderado Narváez o el progresista Espartero, pasarán a protagonizar la política española.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Historia de España. Bloque 6. La Primera Guerra Carlista.

El reinado de Isabel II, una niña de tres años cuando accedió al trono, no comenzó de manera fácil. En los últimos años de la vida de Fernando VII, en octubre 1830, nació Isabel de Borbón, por lo que el rey aprobó la Pragmática Sanción que abolía la Ley Sálica de 1713 que excluía del trono a las mujeres. Carlos Mª Isidro, hermano del rey y hasta ese momento su sucesor, vio cerrado su camino al trono y no aceptó los derechos de su sobrina. Tras la muerte de Fernando VII, se produce el enfrentamiento entre los liberales, partidarios de Isabel y los absolutistas, partidarios de Carlos Mª Isidro y conocidos como los carlistas.
Por lo tanto, con la Primera Guerra Carlista como trasfondo, se inicia el reinado de Isabel, cuya primera etapa está cubierta por la Regencia de su madre y esposa de Fernando VII, María Cristina de Borbón.

1.1 La Primera Guerra Carlista

Denominamos Carlismo al movimiento político que apoyó los derechos de Carlos Mª Isidro de Borbón al trono español, tras la muerte de su hermano Fernando VII, frente a la candidatura de su sobrina Isabel de Borbón. Su programa se resume en el lema “Dios, Patria, Fueros y Rey” y se compone de:
  • La oposición radical a las reformas liberales.
  • La defensa de la Monarquía Absoluta y del Antiguo Régimen.
  • El rechazo a la desamortización de los bienes eclesiásticos y a la libertad de cultos. Los carlistas fueron partidarios del Tradicionalismo católico.
  • La exigencia de la permanencia de los Fueros Vasco-Navarros (Leyes que establecían el autogobierno de esas provincias, un sistema de justicia y un régimen fiscal distintos de los del resto del país y la exención del reclutamiento de quintas para sus habitantes)

El Carlismo se expandió por el Norte peninsular, especialmente por las áreas rurales de País Vasco, Navarra o Cataluña, regiones en los que su discurso reivindicativo de los fueros y de las tradiciones encontró eco entre el Bajo Clero y la pequeña nobleza rural y en las que la propiedad de la tierra estaba más repartida que en el Sur o en Levante, por los que los Decretos de Abolición de los Señoríos apenas tuvieron eco entre el campesinado. Los focos del carlismo fueron, por tanto, el País Vasco y Navarra, el Maestrazgo (comarca comprendida entre Teruel, Castellón, Valencia y Cuenca) y el interior de Cataluña, quedando algunos puntos dispersos en otras zonas del país.


Las fases de la Primera Guerra Carlista fueron las siguientes:

1ª) Levantamiento inicial (1833): Tras el fallecimiento de Fernando VII, una Junta Carlista formada por partidarios del Infante D. Carlos organiza una rebelión que fracasa en Madrid pero triunfa en el País Vasco. Los carlistas comienzan a organizar partidas imitando a las guerrillas de la Guerra de Independencia.

2ª) Organización militar (1833-35): En Euskadi y Navarra se organiza un ejército carlista bajo la dirección del Coronel Tomás Zumalacárregui, que pronto controla todo el territorio menos las capitales, Bilbao y San Sebastián, que sitian. En Julio de 1834, Don Carlos se instala allí y el País Vasco se configura como el centro neurálgico del carlismo, incluso después de la muerte de Zumalacárregui en el sitio de Bilbao en Junio de 1835.
En el Maestrazgo, el Ejército cristino impide que las partidas carlistas bajo la dirección de Ramón Cabrera se unifiquen. Lo mismo ocurre en Cataluña y en Castilla, dónde las partidas carlistas son dirigidas por el Conde de España y el Cura Merino, respectivamente.

3ª) Expedicionaria (1836-7): Siguiendo un Plan del fallecido Zumalacárregui, los carlistas emprenden incursiones por el Norte y el Centro de la Península con el doble objetivo de aliviar la presión del ejército isabelino sobre sus líneas e intentar recabar el apoyo de la población de las zonas recorridas incorporando voluntarios a sus filas. Las expediciones se llevaron a cabo mediante pequeñas columnas de gran movilidad.
Las principales expediciones fueron las de Guergué (por el Pirineo catalán), Gómez (Asturias, Galicia, Castilla, Córdoba y Extremadura), Zairatiegui (Castilla) y la famosa Expedición Real, comandada por el propio Carlitos, que tras cruzar el Ebro, se dirigió a los alrededores de Madrid.
Los éxitos del ejército cristino encabezado por el General Espartero, que despejó el sitio de Bilbao en Diciembre de 1836, acabaron con las expediciones.

4ª) División interna y desenlace (1838-1839): En Julio de 1838, Rafael Maroto, es nombrado Comandante Jefe del ejército carlista. A partir de aquí, con el apoyo de los elementos más moderados del carlismo, partidarios de un arreglo negociado con la Regente, llega a un acuerdo con los generales isabelinos. El acuerdo se cristalizó en el Convenio de Vergara, firmado en Agosto de 1839 y consagrado por el famoso Abrazo de Vergara entre Espartero y Maroto, consistente en la integración de los oficiales carlistas en el ejército isabelino a cambio del desarme y de la promesa de Espartero de recomendar a las Cortes que se mantuvieran los fueros vasco y navarro.
El Convenio no contó con el beneplácito del sector más ortodoxo del carlismo, los denominados “apostólicos” y Maroto tuvo que recurrir a la represión contra estos en las provincias vascas y Navarra para que lo acataran, llegando a fusilar a oficiales contrarios al acuerdo. El propio Infante no dio su beneplácito al mismo y, en el Maestrazgo, Ramón Cabrera continuó con la lucha, por lo que la guerra no acabó en esta zona hasta 1840. Morella (provincia de Castellón) fue el principal reducto de la resistencia carlista hasta que cayó en Mayo, por lo que el ejército de Cabrera se replegó a Cataluña, hasta que en Julio cruzó la frontera francesa, finalizando la guerra con la victoria del ejército cristino o isabelino.

El Abrazo de Vergara. Grabado de 1902
El coste humano de la guerra fue altísimo, ya que se produjeron entre 150.000 y 200.000 muertos, una cifra considerable si tenemos en cuenta que la población española era de 13 millones. La guerra implicó a gran parte de la población, llegando el ejército cristino, por ejemplo, a sumar 500.000 hombres, gracias al mecanismo de incorporación de las quintas.
Una de las claves del triunfo isabelino fue la ayuda militar facilitada por ingleses y franceses que, en 1834, firmaron la Cuádruple Alianza junto a España y a Portugal, un pacto de ayuda mutua contra las potencias absolutistas como Austria.


miércoles, 6 de diciembre de 2017

CCSS. 4º ESO. Información sobre el examen y actividades

¿Qué teoría entra en el examen?


  • Definir en qué consiste una Revolución Burguesa. (Lo explicamos en clase)
  • Las causas y el estallido de la Revolución Francesa (Esquema que elaborasteis en grupo)
  • Etapas o fases de la Revolución Francesa. La Monarquía Constitucional. (Resumen que elaborasteis en grupo)
  • Etapas o fases de la Revolución Francesa. La República democrática. (Lo he vuelto a subir al blog. Pinchad aquí)
  • ¿Cómo acabó la Revolución Francesa? (Lo explicamos en clase)

¿Qué posibles preguntas pueden entrar en el examen?


  1. ¿En qué consiste una revolución burguesa?
  2. ¿Cuales fueron las causas de la Revolución Francesa?
  3. ¿Cómo se produjo el estallido de la Revolución Francesa?
  4. ¿Cuales son los principales hechos de las etapa conocida como la Monarquía constitucional?
  5. ¿Cuales son las causas de la proclamación de la República?
  6. ¿Cuales son las principales ideas de girondinos y jacobinos?
  7. Explica la etapa girondina.
  8. Explica la etapa jacobina.
  9. Coloca en la columna correspondiente cada uno de los conceptos


Antiguo Régimen
Girondinos
Jacobinos
Política



Sociedad



Economía



1. Monarquía absoluta 2. Soberanía de la nación 3. Mercantilismo 4. División de poderes 5. Libertad económica 6. El rey concentra todos los poderes 7. Privilegios de los nobles y del clero frente al pueblo llano 8. Libertad de opinión y expresión. 9. Sufragio Universal 10. Sufragio Censitario. 11. Intervención del estado en economía 12. Separación Iglesia-Estado 13. República democrática 14. Monarquía Parlamentaria 15. Prohibición de los Gremios 16 Culto a la Razón.

Recuerda que el examen constará de preguntas sobre los textos que hemos visto en clase y sobre el mapa del Imperio Napoleónico

¿Qué tengo que llevar al examen?

1) Las actividades sobre los textos que leímos en clase sobre la Revolución Francesa
2) El mapa del Imperio Napoleónico

El Imperio Napoleónico. Editorial Vicens Vives

¿Qué actividad obligatoria tengo que entregar?

La playlist de Spotify o Yotube Music con música de los siglos XVII y XVIII

¿Qué trabajos voluntarios puedo entregar?

1) Esta actividad es individual. Consiste en observar el siguiente cuadro e investigar quien fue su autor, que personaje histórico aparece retratado y cuales fueron las circunstancias de su muerte. Las respuestas podéis enviarlas por correo (cgarbello@gmail.com) o, directamente, en comentarios.


2) La actividad en grupo consiste en realizar un pequeño vídeo explicando alguna de las etapas de la revolución francesa. Es muy fácil. Sólo tenéis que elaborar un resumen o un esquema y, después, grabar como lo explicáis.
Os dejo un ejemplo de como puede ser el resultado, aunque, en este caso, el tema sobre el que trata el vídeo es distinto:



Fases de la Revolución Francesa. B) La República Democrática.

B) La República Democrática (1792-94)


Las causas del final de la Monarquía y de la proclamación de la República son dos:
  1. La decepción del pueblo tras haber sido marginado por la burguesía.
  2. La traición del rey al intentar huir y ponerse bajo la protección de los ejércitos extranjeros que amenazaban Francia.
Después del asalto al palacio de las Tullerías en agosto de 1792, los poderes del rey fueron suspendidos y se eligió por sufragio universal masculino a una nueva asamblea denominada la Convención Nacional. La Convención proclamó la República. 
Dentro de la Convención existieron diferentes grupos políticos. Los más importantes fueron los girondinos y los jacobinos. 

Etapa Girondina (1792-3): 

Los girondinos defendían los intereses de la burguesía, por lo que eran partidarios del liberalismo económico. Durante su gobierno promulgaron leyes que establecían la libertad de comercio y permitían a los empresarios dictar salarios, precios, etc. a su conveniencia. También prohibieron a los trabajadores asociarse para defender sus derechos.
Durante el gobierno de los girondinos, se celebró el juicio contra Luis XVI y su familia, que serán guillotinados.
Los girondinos tuvieron que enfrentarse a los siguientes problemas: 
  • La guerra contra las monarquías absolutas europeas (Austria, Inglaterra, etc.) que intentaron invadir Francia y 
  • La oposición de la nobleza partidaria del Antiguo Régimen.
  • Las protestas de los Sans-culottes, nombre con el que se conocía a los trabajadores urbanos y que habían resultado perjudicados por las reformas económicas girondinas.
Finalmente, una revuelta popular acabó con el gobierno de los girondinos y permitió que sus principales adversarios políticos, los jacobinos, se hicieran con el poder.

Etapa Jacobina (1793-94): 

La revuelta popular: los sectores más radicales parisinos (los Sans-culottes) y los clubs jacobinos se hacen con el poder, deteniendo y ajusticiando a los girondinos.
Los jacobinos eran demócratas, partidarios del sufragio universal y defendían a la República como forma de gobierno. Representaban a la pequeña burguesía urbana y estaban aliados con los Sans-Culottes (artesanos y trabajadores manuales)
Los jacobinos propusieron la intervención del estado en la economía, limitando los precios de los productos por ley, por ejemplo, como medio de favorecer a las clases trabajadoras y mejorar su situación económica.
Eran, también, profundamente anticlericales y defendían la descristianización de Francia.
Los principales líderes jacobinos fueron Robespierre y Saint-Just.

Los principales hechos ocurridos durante la época jacobina fueron:
  • La aprobación de la Constitución democrática de 1793 que establece el sufragio universal. El poder ejecutivo pasa a los Comités, como el de Salud Pública controlado por Robespierre. 
  • Los jacobinos impulsan una política económica a favor de las clases populares: subida de impuestos a los ricos, fijación de los salarios por ley, fijación de un precio tope a los artículos de primera necesidad como el pan, reparto de latifundios entre campesinos. 
  • Los dirigentes jacobinos Robespierre y Marat inician una campaña de represión contra todos los enemigos de la República. Esto será recordado por los enemigos de la Revolución como la época del Terror
En 1794, la burguesía reaccionó y organiza un golpe de estado que propicia la caída de los jacobinos y el ajusticiamiento de Robespierre.

lunes, 27 de noviembre de 2017

El Islam y Al-Andalus.

Comenzamos nuestro trabajo sobre Al-Andalus explicando cuales son los comienzos de la religión y sociedades islámicas y las fases de su expansión.
En esta página podéis encontrar información sobre estos aspectos.

El Islam es una religión fundada por Mahoma en el siglo VII del calendario cristiano. Mahoma fundó no sólo una religión sino que, además, unificó a las tribus árabes en un mismo estado.

Pilares del Islam



A partir de la muerte de Mahoma, el Islam se expandió por Oriente Próximo y el Mediterráneo para alcanzar, después, Asia Central.
Etapas del Islam


Mapa de la Expansión del Islam. Fuente 

Para adentrarnos en la historia de Al-Andalus utilizaremos las siguientes fuentes. Con ellas podremos completar la tabla 3.2. Evolución política de Al-Andalus  :

Al-Andalus en la web Historia siglo 20
Resumen de la historia de Al-Andalus en la web de la fundación Legado Andalusí

Para estudiar el punto 4, El arte andalusí, tendremos en cuenta a la siguiente entrada del blog, La Mezquita de Córdoba y la Alhambra de Granada para completar el esquema sobre la Mezquita y la Alhambra.