Arquitectura
de la primera mitad del siglo XX. Características y tendencias:
Racionalismo:
Mies Van der Rohe, Le Corbusier
Organicismo:
Frank Lloyd Wright
En
los primeros años del siglo XX, el arquitecto de la Escuela de
Chicago Louis Sullivan
popularizó el lema
la forma sigue siempre a la función para recoger su creencia de que
el tamaño de un edificio, la masa, la distribución del espacio y
otras características deben decidirse solamente por la función de
este. Esto implica que si se satisfacen los aspectos funcionales, la
belleza arquitectónica surgirá de forma natural.
Las
raíces de la arquitectura moderna se basan en el trabajo del
arquitecto suizo Le Corbusier y el alemán Mies van der Rohe. Ambos
fueron funcionalistas por lo menos en el punto de que sus edificios
fueron simplificaciones radicales de estilos anteriores. En 1923 Mies
van der Rohe trabajaba en la Escuela de la Bauhaus (Weimar,
Alemania), y había comenzado su carrera de producir estructuras de
simplificaciones radicales y, animadas por un amor al detalle,
alcanzaron la meta de Sullivan de la belleza arquitectónica
inherente. Es famoso el dicho de Corbusier “la
casa es la máquina en qué vivir”
en su libro Vers une
architecture
publicado en 1923. Este libro fue, y todavía lo es, muy influyente,
y los primeros trabajos que hizo, como la “Villa Savoye” en
Poissy, Francia son tenidos como prototipos de funcionalismo.
Menos
es más.
La célebre frase convertida en mantra sintetiza la gran aportación
de Van der Rohe.
Las
claves de la arquitectura funcional.
Entre
1920 y 1930 surge un movimiento arquitectónico moderno situado en un
contexto de recuperación económica de postguerra hasta el Crak de
1929. Se le denomina arquitectura Racionalista
o funcional..
- Las características de la arquitectura funcional pueden resumirse en las siguientes:
- Ahorro. El uso de formas ortogonales (las formas exteriores siguen a las estructurales del esqueleto de acero y hormigón) en lugar de curvas, excesivamente costosas, abarata notoriamente los costes de construcción.
- Síntesis de superficies: superado el concepto de sostén y sostenido, se puede afrontar la continuidad de las superficies, sin diferenciar elementos sustentantes y sustentados.
- Asimetría: refleja la libertad compositiva.
- Combinación de espacios cuadrados y rectangulares que muestran la influencia del neoplasticismo.
- Asunción del concepto espacio-tiempo propio del cubismo: se valoran todas las visuales, todos los planos son importantes, incrustándose los volúmenes.
- Afán por penetrar en el espacio interior, que gracias a la liberación del muro, marcará un momento de auge de las cristaleras. Esto favorecerá la creación de espacios interiores luminosos y diáfanos, además de higiénicos y confortables.
- Marcado carácter social.
Su
centro principal lo constituye la BAUHAUS, fundada por Gropius en
Alemania como centro pedagógico y experimental de arquitectura y
diseño. Aunque entra en decadencia en 1930, ejerce una enorme
influencia que crece al emigrar sus componentes a otros países de
Europa y EEUU. Los más destacados arquitectos de este momento son en
Francia Le Corbusier
(Villa Saboya y
Unidad de Habitación) y en Alemania
Mies van der Rohe y
Walter Gropius.
Mies
Van Der Rohe (1886-1969)
vinculado
también a la Bauhaus, pero acaso con una personalidad más autónoma.
Manejará en su arquitectura un lenguaje más puro y esencial en la
búsqueda de la síntesis.
Se
interesa desde siempre por los materiales como elementos expresivos.
Esta característica definirá su obra; la piedra, los mármoles, el
acero, el vidrio, serán utilizados de forma pura, desnuda. Sus
espacios nunca son cerrados, se abren hacia el exterior buscando la
integración con el entorno. Las ventanas se abren hacia fuera,
creando nuevos planos y otra peculiaridad serán los pilares
metálicos. En 1919 traza un proyecto de rascacielos de metal y
vidrio con el que se sentó las bases de todos lo grandes edificios
modernos
De
su colaboración con Peter Behrens surgirá el contacto de Gropius y
Le Corbusier. Entre sus primeras obras representativas merecen
citarse la villa Güben
(1926) y la villa
Krefeld (1928). Pero
es con el pabellón
alemán en la Exposición Universal de Barcelona de 1929
cuando alza una de las obras paradigmáticas de la historia de la
arquitectura contemporánea: una memorable combinación de planos
verticales y horizontales, muros y cubierta suspendida sobre una
retícula de pilares singulares. Otras construcciones emblemáticas
son la inolvidable casa
Farnsworth o el
Seagram Building
(Nueva York, 1958), una imponente torre de acero y cristal.
Frank
Lloyd Wright Arquitectura Orgánica
Estudió
ingeniería civil en y en 1887 trabajó en Chicago en el estudio de
Adler and Sullivan, ejerciendo éste último una importante
influencia en la obra de Wright, que siempre le consideró su
maestro. En 1893 abrió su propio estudio de arquitectura en Chicago.
Siempre
rechazó los estilos neoclasicistas y victorianos de finales del
siglo XIX, oponiéndose a la imposición de cualquier estilo, porque
estaba convencido de que la forma de cada edificio debía estar
vinculada a su función, al entorno y a los materiales empleados en
su construcción, aspecto en el que demostró gran maestría,
combinando con inteligencia todos los materiales de acuerdo con sus
posibilidades estructurales y estéticas. Otra de sus aportaciones
fundamentales a la arquitectura moderna fue el dominio de la planta
libre, con la que obtuvo impresionantes espacios que fluyen de una
estancia a otra, en una continuidad en la que paredes, suelo, techo y
chimenea forman bloques ininterrumpidos. Este concepto será evidente
en las llamadas casas de la pradera.
Época
de las "Casas de la Pradera" (Illinois).
Con
las casas de la pradera se produce la ruptura del concepto de espacio
fraccionado y la altura de los interiores se adapta a las
proporciones humanas, además de mostrar una clara biaxialidad ya que
las casas tienen dos ejes desiguales que se cruzan en un ángulo
recto visible desde arriba. En estas obras Wright fue pionero en la
utilización de nuevas técnicas constructivas, como los bloques de
hormigón armado prefabricados y las innovaciones en el campo del
aire acondicionado, la iluminación indirecta y los paneles de
calefacción.
Características:
- Dependencia del ideal de casas japonesas.
- Continuidad: paredes, suelo, techo y chimenea forman bloques ininterrumpidos.
- Complementación de la naturaleza.
- Ruptura del concepto de espacio fraccionado.
- La altura de los interiores se adapta a las proporciones humanas.
- Biaxialidad: dos ejes desiguales que se cruzan en ángulo recto visible desde arriba.
De
1909 a 1911 Wright viaja a Europa donde le influirá el cubismo..
Etapa
final
En
1936 dará un giro decisivo a su carrera: abandona los volúmenes
cúbicos y la composición ortogonal, iniciándose
el período de las curvas, y formas
extravagantes y fantásticas.
Fábrica
de Johnson Wax en Racine. Edificio administrativo (1936-1939)
- Espacio rectangular con esquinas redondeadas, que tiene el aspecto de salón fastuoso.
- Compuesto por una retícula de columnas fungiformes (con forma de hongo) que sostienen un techo de cristal.
- Huecos vidriados: aspecto de estanque de nenúfares.
- Banda continua de vidrio que rodea la cornisa. Elevado coste justificado por el aumento del rendimiento de los empleados al trabajar en un ambiente agradable.
Museo
Gugenheim de Nueva York (1944-1959)
- Museo de arte moderno, necesita buena iluminación y una orientación y circulación cómoda y sencilla.
- Volumen de masa curvo que va girando y creciendo en altura.
- Estructura de hormigón armado con forjados en voladizo.
- La luz procede de una gran cúpula central, que se acentúa por el color crema de las paredes.
- Calefacción por el pavimento.
- La rampa helicoidal de circulación forma parte de la estructura del edificio. Alterna los parapetos claros y los vanos oscuros.
LE
CORBUSIER (1887-1965)
Su
contribución al racionalismo estriba en su relación con la
vanguardia (es el creador, junto con Ozenfant, del Purismo, con el
manifiesto Après le
Cubisme, redactado en
1918), en el planteamiento del tema del estándar, que responde a
motivos de eficacia, de precisión, orden y, por tanto, de belleza, y
en su formulación de la vivienda mínima: "Es necesario actuar
contra la vivienda antigua, que empleaba mal el espacio. Hace falta
considerar la vivienda como una máquina para habitar o como un
objeto útil". En 1926 formula sus famosos "cinco puntos
para una nueva arquitectura" que reflejan la exigencia de
codificar el propio lenguaje. Son:
- La casa sobre pilotes para que el suelo quede libre como un jardín
- El techo-jardín para que, en lugar de cubiertas inclinadas, las terrazas sean otro jardín más.
- El plano libre, no rígidamente distribuido por tabiques fijos.
- La ventana continua, desarrollada en horizontal.
- La fachada libre, es decir, independiente de la estructura portante.
Posteriormente
formuló tres nuevos principios teórico-prácticos:
- El Modulor, especie de módulo constructivo, medida universal y armónica, aplicable a la arquitectura y a la mecánica, que parte de las dimensiones de la figura humana (medida de pie y con el brazo levantado) y de sus relaciones con el espacio del ambiente doméstico y urbano.
- La Grille Ciam (1947-49), o sea, la creación de un esquema geométrico, para la realización de planes de ordenación urbana.
- La Synthèse des arts majeurs, o sea la voluntad de reunificar las tres artes plásticas (pintura, escultura, arquitectura), a partir del proyecto con la intervención directa de los diversos artistas directamente en la obra
Gracias
a la tecnología moderna y al hormigón armado es posible sostener
una construcción mediante pilares muy delgados, realizar una
cubierta plana capaz de soportar el peso de la nieve, disponer una
planta libre de gruesos muros estructurales, abrir ventanas de la
longitud deseada, puesto que el muro de la fachada ya no es portante,
sino que apoya en voladizos de los forjados; este último principio
constructivo permite disponer de una fachada completamente libre de
elementos verticales de soporte
Terminada
la Segunda Guerra Mundial se produjo un giro brusco en la carrera de
Le Corbusier, iniciándose la etapa del "bèton-brut"
(hormigón en bruto). En esos momentos, el principal problema era la
reconstrucción y creación de viviendas sociales en un marco
económico más que precario y bajo esas condiciones en 1945 se
inicia el proyecto Unité
d'habitation
(Marsella, 1947-52) que se asemeja a un rascacielos tumbado ya que
consiste en un bloque compacto y aislado, en medio de la naturaleza,
con capacidad para unos 1800 habitantes. El edificio estaba sobre
pilotes cónicos exentos y las calles pasaban por debajo del
edificio. Tenía también calles en el interior del bloque y terrazas
con usos colectivos (piscinas, paseos, escuelas, etc.), lo que creaba
un sentimiento de cooperación y entendimiento social. El material
utilizado, el bèton-brut, de aspecto rugoso, en principio, era un
signo de austeridad, pero acabará convirtiéndose en signo de
estilo. De hecho, inspirándose en el bèton-brut de Le Corbusier,
algunos jóvenes ingleses promoverán un movimiento llamado "Nuevo
Brutalismo", aunque también utilizarán otros materiales,
igualmente toscos y naturales, así como técnicas vernáculas
(propias del país donde se construya).
Le
Corbusier utilizó un sistema de proporciones armónicas, que patentó
y publicó en Le Modulor (1949 y 1955). Este sistema modular estaba
basado en una figura humana (1.83 mts.) y combinaba el sistema
decimal con el anglosajón. Se utilizaba para todos los elementos
compositivos.
Los contenidos de esta entrada están tomados de los apuntes de Fundamentos del Arte II del IES San Isidro de Madrid:
https://sites.google.com/site/fundamentosdelarteii/home
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