viernes, 12 de marzo de 2021

Historia de España. Bloque 10. II República Española. Bienio Radical-Cedista y Frente Popular

El Bienio Radical-Cedista

Las elecciones de noviembre de 1933 supusieron un vuelco del panorama político respecto al bienio anterior. La derecha concurrió agrupada en la Unión de Derechas y Agrarios, en dónde era hegemónica la CEDA, logrando la victoria con un programa rectificador de las reformas del Bienio. La izquierda, en cambio, acudía a las urnas dividida entre las candidaturas socialistas y las múltiples candidaturas de los pequeños partidos republicanos y era claramente perjudicada por los llamamientos anarquistas a la abstención. Los comicios estuvieron marcados, además, por la la influencia del voto femenino. Los resultados fueron claramente favorables a las derechas. Las minorías mas representativas serán las del PSOE, con 59 escaños; ERC (18); Radicales (104) y CEDA (115).
Comienza así el bienio radical-cedista que pasará por varias etapas. La primera es de predominio del Partido Radical; la segunda está dominada por la coalición entre radicales, la CEDA, los Agrarios y el pequeño Partido Liberal Demócrata de Melquíades Álvarez.

La obra del bienio radical-cedista se define por el retroceso de la política reformista ensayada durante el bienio anterior y por el intento de apertura del régimen republicano a la derecha política.
  • La reforma agraria quedó paralizada. También se efectuaron desalojos de aparceros y la derogación de la Ley de Términos Municipales. Se produjo, igualmente, una reducción importante de los salarios jornaleros y un desmantelamiento parcial de la legislación de Largo Caballero.
  • Aumentó la conflictividad social por el incumplimiento de la legislación sociolaboral por el gobierno y los empresarios.
  • Los estatutos de autonomía fueron paralizados. Se produjo un conflicto con la Generalitat por la aprobación de una Ley de Contratos de Cultivo por el Parlamento catalán. Tras la declaración de incompetencia del Parlamento catalán en la cuestión por el Tribunal de Garantías, el presidente de la Generalitat Companys proclamó el Estado Catalán en Octubre de 1934 y el Estatuto de Autonomía fue suspendido por el gobierno.
  • Otras reformas como la militar o la política religiosa y educativa también fueron frenadas o alteradas.
El presidente de la Generalitat, Companys, y su gobierno encarcelados tras el intento de proclamar el estado catalán dentro de la República Federal española

En el plano social aumentó la represión sobre el movimiento obrero. Todo ello fue conformando un ambiente de franca hostilidad de las izquierdas hacia la coalición gobernante, que cristalizó en la composición de una alianza entre los partidos y sindicatos obreros, que defendía la vía revolucionaria ante un régimen que se consideraba que ya no merecía ser defendido por el proletariado. 
En octubre de 1934 sucedió el hecho más significativo del bienio. Tras una crisis de gobierno, Lerroux accedió a que tres miembros de la CEDA formaran parte del ejecutivo. Entonces, se desencadenó la Revolución de Octubre de 1934 protagonizada por socialistas y anarquistas y que  fue una reacción contra el peligro fascista que, para las organizaciones obreras, supuso la entrada de la CEDA en el gobierno. Sólo tuvo eco en Asturias. Allí, la insurrección de los obreros fue organizada tras la creación de las Alianzas Obreras por socialistas y anarquistas. El Comité regional de la Alianza asumió el poder pero fue derrotado por las fuerzas militares enviadas por el gobierno. La represión fue durísima: 4000 victimas y 30000 prisioneros.

Represión en Asturias. Mineros conducidos por la Guardia Civil

El fin del bienio rectificador llegó en 1935 cuando el bloque gobernante se disgrega por los escándalos de corrupción de los políticos radicales (straperlo, etc.), las desavenencias en torno a la represión de los revolucionarios de octubre y la hostilidad del presidente de la República hacia la CEDA.



El sistema de partidos:

  • La derecha se articula en torno a la Confederación de derechas Autónomas (CEDA), representación política de los grandes propietarios y empresarios liderada por Gil Robles. Paralelamente se crea el Bloque Nacional en 1934, proyecto de Calvo Sotelo para la unificación de monárquicos y tradicionalistas y se produce el  despegue del fascismo español con la unificación de Falange Española y JONS.
  • En el campo republicano se confirma la evolución del Partido Agrario Español hacia el republicanismo moderado y la crisis del radicalismo por la salida de su ala progresista (Martínez Barrio) tras el giro antirreformista de Lerroux. Se crean dos nuevos partidos: Izquierda Republicana, creado por la unificación de Acción Republicana, el ala izquierdista de los radicalsocialistas y los republicanos galleguistas de la ORGA, y Unión Republicana , creado tras la confluencia de la ala derecha de los radicalsocialistas  y de la ala izquierda del radicalismo. Ambas formaciones contarán con Azaña y Martínez Barrio como lideres respectivamente
  • Entre las organizaciones proletarias es resaltable la radicalización del PSOE, consumada en enero de 1934 cuando triunfa el ala revolucionaria de Largo Caballero en el Congreso de la UGT, proyectándose una nueva estrategia política que cree posible la instauración de una democracia proletaria. Frente a ella Prieto, dirigente del sector mas posibilista del socialismo seguirá defendiendo la reedición del acuerdo con los republicanos de izquierda.

El Frente Popular

La represión de la revolución de octubre y el desmantelamiento de las reformas emprendidas entre 1931 y 1933 persuadieron a las izquierdas de la necesidad de concurrir juntas en las elecciones convocadas para febrero de 1936. 
Por eso, el 15 de enero de 1936 se firma el pacto de creación del Frente Popular por el PSOE, el PCE, la Unión Republicana, Izquierda Republicana, el Partido Sindicalista, el POUM, la UGT y las Juventudes Socialistas, alianza electoral de las izquierdas cuyo programa se resumía en la exigencia de amnistía para los represaliados de Octubre y la reactivación de las reformas del primer bienio. Nacía, por tanto, con vocación accidentalista, a diferencia de la Conjunción republicano-socialista de 1931.
En las elecciones, el Frente Popular alcanzó 278 escaños y la derecha del Bloque Nacional 124, hundiéndose el centro. La participación fue muy alta debido a la polarización política de la sociedad española, agudizada por una campaña electoral muy agitada.


Carteles electorales de la campaña electoral de 1936

En marzo se forma el gobierno de Azaña en el que sólo participan los republicanos. Su obra se limitó a la promulgación de la amnistía y a la restauración del Estatuto Catalán y de la Ley de Reforma Agraria, aumentando el numero de hectáreas repartidas  hasta 712.070. 
En abril, Alcalá Zamora fue destituido como presidente de la República y Azaña le relevó del cargo. Casares Quiroga lo relevó al frente del gobierno.
El gobierno tuvo que afrontar el clima de enfrentamiento imperante en el seno de la sociedad española en primavera de 1936. La escalada de tensión se inició en los meses de primavera con continuos enfrentamientos de militantes izquierdistas contra falangistas en las calles.
La situación empeoró con los asesinatos del teniente Castillo, miembro de la Guardia de Asalto, y del líder del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo.
En julio se produce la sublevación militar que conduce a la Guerra Civil